Capítulo 11.
· ─𖥸─ ·
Cuando Jungkook cumplió los quince años de edad, Namjoon supo que no podía pasar un segundo más sin estar a su lado, debía proteger a su humano, su precioso y perfecto humano de cabellos negros y ojos encantadores.
Jungkook llamaba la atención sin necesidad de hablar, el adolescente era demasiado tímido e inocente, algo que no pasaba desapercibido por Kim Taehyung, el sujeto idiota que no perdía la oportunidad para intentar corromperlo.
Tenía que actuar y rápido, quizás Satán no puede leer su corazón como Dios, pero en realidad no lo necesitaba. Con sus acciones y sus palabras basta y sobra para darse cuenta de lo vacío que es.
Taehyung contaba con dieciocho años de edad, su cabello castaño tenía algunos destellos verdes en el flequillo y era todo lo que se esperaba de una persona promiscua. Su madre estaba orgullosa y lo decía abiertamente, en clases se comportaba como todo un buen chico, pero cuando se encontraba con sus amigos era un asco, así lo catalogaba Namjoon.
Satán lo odiaba y odiaba aún más que estuviera tan cerca de Jungkook.
El segundo mejor amigo de Jungkook, era Min Yoongi, un jovencito de diecisiete años apasionado por libros de contenido prohibido. Su cabello negro resaltaba su blanca piel, era incluso más pálido que Jeon. Tenía algunas perforaciones en sus orejas y uno en su labio inferior; buenas notas pero pésima actitud con medio mundo, excepto con Jungkook. Él lo cuidaba como un tesoro, y aunque nunca lo diría, Namjoon lo agradecía.
Satán soltó un suspiro pesado mientras caminaba por las silenciosas calles de un lugar muy conocido por él, muy cerca de la residencia Jeon. Su cabello morado fue reemplazado por un tono rubio para no llamar la atención, tenía que camuflajearse en el mundo humano ahora que no saldría de allí por un buen tiempo.
No vestía su típico traje negro, más bien, su cuerpo era cubierto por un pantalón de color negro, un cinturón del mismo color, y una camiseta gris con estampado por dentro del pantalón. Sus pies seguían odiando el ser cubiertos pero debía acostumbrarse, usaba las botas que alguna vez Jisoo le regaló.
Su apariencia física era idéntica a la de un adulto joven de veintisiete años de edad; piel morena e increíblemente apuesto.
Cuando se encontró frente a la puerta de la casa, tocó tres veces. Sabía que Jisoo se encontraba dentro, escuchaba perfectamente su caminar y el tarareo de una canción alegre. Ella abrió la puerta después de un minuto, y toda la felicidad que sentía fue reemplazada por una angustia terrible.
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Condenado | namkook.
FanfictionEl destino de JungKook está escrito desde el momento en que nació, pero el Ser que lo condenó está arrepentido de tomar esa decisión. ©2020 °•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° ❥ Historia inspirada en ❝ La tristesse du diable ❞ de MEIMUNA. ❥ Historia o...