¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
· ─𖥸─ ·
Cuando los cielos empezaron a teñirse de rojo, aquel ángel supo que algo no andaba bien. Entonces las estrellas comenzaron a caer a su alrededor. Sus prendas blancas tomaron un color oscuro mientras que sus alas perdieron toda su gracia y pureza entre las llamas.
ㅡ Mi señor, ¿por qué está pasando esto?
Dios tuvo que tomar una difícil decisión.
Desde hace un tiempo atrás pudo sentir que una terrible oscuridad se avecinaba. Su ángel más fiel tenía la idea de que era el único que merecía el amor y admiración de Dios, ninguna otra criatura de los cielos y mucho menos los demonios que habitaban en el infierno y más allá de estos, por lo que tuvo que desterrarlo de los cielos para evitar que aquella idea se esparciera a los demás como un virus.
ㅡ ¿Por qué?
Una lágrima brotó de los ojos de él antes de volverse un alma oscura. Su más grande inspiración y por quien sentía un profundo amor lo había traicionado. No le estaba asignando una "misión importante", sólo quería deshacerse de él.
Existen dos versiones de este acontecimiento tan significativo, la versión de Dios y la versión de Satán. Sea como haya sucedido, las dos historias se dirigían hacia el mismo final.
La semilla de la traición floreció en el interior de El Diablo, convirtiéndolo en lo que es en la actualidad; un ser frío, despiadado, lleno de odio y rencor hacia el Creador.
༄
ㅡ ¡Me doy por vencido! ㅡ exclamó cierto peli negro dejando su lapicero sobre un libro. Estaba tan molesto e irritado por no entender su tarea de matemáticas que quería arrancarse el cabello.
El joven suspiró y levantó la mirada, enfocándose sobre el impotente hombre que llevaba horas durmiendo en el sofá. ¿Qué le pasaba a Namjoon? No tenía ni la menor idea.
Desde el día de ayer tenía un comportamiento extraño, regresó hasta altas horas de la noche por lo que no tuvo la oportunidad de colarse en la cama de Namjoon para dormir. No fue a recogerlo después de clases, a duras penas le había dado los buenas días por la mañana.
Y ahora, desde que regresó de su última clase, el hombre de perfecta piel bronceada continuaba durmiendo en su sofá.
Tuvo la intención de despertarlo pero desechó la idea inmediatamente porque no quería ser una molestia. Se levantó del suelo y estiró sus brazos mientras se dirigía la cocina en donde se encontraba Jisoo lavando los platos sucios.
