Capítulo 1O.
· ─𖥸─ ·
Jungkook lloró por días, no por un simple capricho de niño, sino que de verdad extrañaba a Namjoon, al hombre que lo cuidaba en casa y le llevaba a jugar con las flores. Pero es que aquello había sido demasiado para él, le había confundido y desestabilizado por completo.
No quería desarrollar sentimientos por el menor, era incorrecto de todas maneras, además de enfermo desear un beso más de sus rojos e inocentes labios. Le dolía estar lejos de su adorado humano, de su lindo niño de ojos grandes y cabellos oscuros. Extrañaba que corriera hacia él llamándolo "Namu" y con una flor en sus pequeñas manitas.
Namjoon no iba a regresar, pero Hoseok tenía que seguir en su vida como su simple y alegre niñero. Jungkook no quería ni siquiera que el adolescente lo tomara de la mano para cruzar la calle, la luz de alegría y su sonrisa se había ocultado para todo el mundo, incluida su madre.
Existía un vacío en ambos seres, había un vacío que nada ni nadie podía cubrir.
Aquel sentimiento fue desapareciendo poco a poco en Jungkook, hasta que dejó de pensar y recordar al demonio de grandes y hermosas alas oscuras. Pero aún había una espinita enterrada en el corazón de un niño de diez años.
ㅡ ¡Koo, ven a jugar! ㅡ Yoongi le habló en un grito y agitó su mano para llamar su atención.
El menor levantó la vista con desinterés en lo que sus amigos hacían, y soltó un suspiro. A él no le gustaban ni llamaban su atención los deportes, prefería el baile y el canto.
ㅡ Me voy a casa, estoy cansado ㅡ dijo, metiendo las manos en los bolsillos de su suéter en color negro ㅡ. Nos vemos mañana en clase.
ㅡ ¿Quieres que te acompañemos a casa? Es algo tarde para que vayas solo ㅡ propone Kim dejando de jugar con la pelota de baloncesto.
ㅡ Son tres calles, descuiden, ¡nos vemos en clases!
Jungkook les sonrió antes de darse la media vuelta y comenzar su camino a casa. Eran las diez de la noche y le había prometido a su madre llegar antes de esa hora, se preocupó por que estaría faltando a su promesa, y él era un niño muy cumplido y obediente, era el tipo de hijo perfecto.
Buenas notas, buen comportamiento, un jovencito educado e inocente. Así era Jungkook.
Las calles parecían más vacías de lo habitual, incluso el menor creía que la luz de los faroles se veía oscura, casi apagados. Sintió miedo cuando una corriente de aire frío pasó por sus piernas, y pudo sentir como una mano de algo, o alguien se posaba sobre su hombro.
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Condenado | namkook.
FanfictionEl destino de JungKook está escrito desde el momento en que nació, pero el Ser que lo condenó está arrepentido de tomar esa decisión. ©2020 °•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° ❥ Historia inspirada en ❝ La tristesse du diable ❞ de MEIMUNA. ❥ Historia o...