21: "𝑼𝒏 𝒎𝒊𝒏𝒖𝒕𝒐"

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Un minuto. ¿O quizás dos? Es lo que le había tomado caer en cuenta de que, asegurando lo inminente al compartir su vida con Esteban San Román, la vida se convertiría en un reto que sólo tenía que tomar y vivir, entendió, observando al reto personificado frente a ella y le miraba con aquellos curiosos ojos color cielo.

Victoria detalló el instante en el que las lágrimas le abandonaron por esa expresión pasmada. Se sintió muy confundida, pero rápidamente se conmovió con su emoción, una sonrisa cálida adornó su rostro cuando le oyó responder el saludo.

-Hola Estrella -Murmuró involuntariamente y le miró confundida, antes de levantar la mano para hacer presión sobre su sien, le dolió la aguja intravenosa del suero y todo en su cuerpo al accionar de golpe.

La jovencita se limpió las lágrimas, mientras ambas se observaban detenidamente. Victoria correspondió la sonrisa con la que la niña le miraba, y se dio el tiempo de observarla de cerca, era preciosa sin duda y tenía tanto de su padre en ella, concluyó rápidamente.

-¿Te sientes bien? -Preguntó Estrella con amabilidad y se volteó a ver a su padre quien descansaba sobre el sofá, antes de verla asentir.

-Estoy bien, pero... -Intentó, más la jovencita la interrumpió casi al instante.

-Ire a despertar a mi papá. No digas nada Victoria, por favor. -Suplicó mientras soltaba su mano. La morena asintió, viéndole sin abandonar la expresión de desorientación. ¿Qué es lo que había cambiado en su vida y que, claramente, había ignorado?

-Papi, ¡Papi despiértate! -Le removió sin poder dejar de mirarle y Victoria miro la escena dejando escapar una risilla. Esteban San Román, una vez más era parte de su vida. Aquella idea le pareció excelente, sin abandonar la simpática escena.

-¿Qué-qué sucede cariño? -Le miró descolocado, incorporándose rápidamente. ¿Cuando se había dormido? Incursionó en su interior. Pensamientos que removió porque su hija le removía ansiosamente la manga del saco y Esteban le buscó malhumorado. Había dormido tan mal desde aquel sueño, y la discusión con los directivos de ese lugar el día anterior e imaginar perder a Victoria había sido desolador, analizó por mínimos segundos.

-¡Papi, despertó! -Tartamudeó con la voz muy alegre. Una sonrisa emocionante se veía en su rostro y Esteban se sintió confundido por el atropello de su mini huracán.

-¿Quién cariño? -Y como por inercia miró a Victoria. Su sorpresa fue tan grande, que pensó que le fallaría todo el cuerpo de la impresión.

Allí estaba ella, viéndole con esos hermosos ojos tan verdes y pensó que en todo ese tiempo no había recordado ni una décima de todo lo que le hacía sentir ese par de faroles al alma, al cuerpo, al espíritu, porque era mil veces más bello de lo que lo recordaba. Victoria sonrió cuando parpadeó y Esteban sintió que el corazón le daba un vuelco de la emoción.

-Mi amor... -Pudo formular él con torpeza, mientras detallaba la amabilidad en cada una de sus expresiones y ese inigualable color en sus ojos, que tanto adoraba descubrir en profundidad.

-Victoria está de regreso papi, ¡Levántate! -Le pidió tomándolo del brazo y estirandole para que se pusiera de pie, pero él no podía reaccionar de aquel transe en el que se había sumergido al reencontrarse con esos maravillosa mirada. La conexión que los unía le había sorprendido inmensamente, era algo de lo que no sabía regresar con tanta facilidad, desde la primera vez, se recordó.

-Esteban... -Formuló con sus bonitos labios finos y fue ante esas, sus palabras, que él se levantó de un tirón. Victoria rió entre dientes al verlo cruzar la habitación y varias zancadas luego, estaba junto a su cama para tomarle una de sus manos con ambas de las suyas.

𝑨𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒛⊰ [ParejaTekila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora