32: "𝑳𝒂 𝒆𝒙"

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Dos semanas después...

Era el último día en aquel paraíso terrenal, ya casi regresaban a casa y Esteban la esperaba para ir a cenar a un lugar muy especial debido a que, aunque no quisiera, había que retomar su vida en México y enfrentar los problemas, entre ellos, la naturaleza de esos mensajes desafortunados.

San Román no podía dejar de recordar aquel instante que se había vuelto su evento más sorprendente desde que estaban allí, incluyendo lo de sus muestras de celos y las lecciones de su amada esposa.

Flash

Victoria alzó una ceja alta y poblada contra el hombre atónito. La tensión creció entre ellos con violencia, una vez más. ¿De dónde había nacido esa malcriada? ¡Había sido su jodida culpa, estaba más que seguro que fue por todo lo que la había consentido! Su expresión era de completa incredulidad cuando ella tomó el tablero y lo dió vuelta, para después anudar sus brazos contra su pecho, sin importarle que las piezas y el tablero se desparramaran por el piso de la habitación.

-¡Pero Victoria! -Exclamó, intentando no reír ante su reacción, cuando la morena se puso en pie y de apartó antes de encerrarse en la habitación que compartían.

Esteban supo que era impotencia, cada vez que no sabía que hacer, decir o reaccionar llamaba a su terapeuta. No sabía si tomarlo como una respuesta infantil o como una muy considerada, porque acababa por evitarles muchas discusiones, su relación con Helena, la profesional en cuestión, era positiva para ella.

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Había sido por su culpa, estaba claro. Aún no podía creer la reacción de su esposa. ¿Acaso era por María? se preguntó Esteban varias veces. Después de haber comentado inocentemente ante su aún reciente esposa, que aquel era el juego favorito de su ex, que era ella quien le había enseñado a jugar y que, agregando simpaticamente, ella era muy buena jugadora, Victoria había respondido a sus palabras tirando el tablero y dejando la habitación con rechazo.

Bueno si lo pensaba profundamente quizás había sido innecesario aquello último sobre María.

-No Esteban, ya no quiero hablar sobre eso. -Dijo caminando hacia el espejo frente a la cama. Lo había estado evitando lo que había quedado de la tarde. No se sentía muy orgullosa de lo que había hecho, pero, la realidad era que no podía evitar sentir celos de aquella hermosa mujer, unos muy inmensos y casi que insoportables.

El hombre se posicionó detrás y acarició su hermosa cabellera oscura, que esa vez caía suelta por su espalda en armonía. Había pasado toda la tarde intentando hacerle entender que nada en aquella mujer le importaba como, supo notar, ella imaginaba cada vez que entraba en colación entre ambos.

-Tenemos que hablarlo, por favor mi amor. En verdad lamento que te sintieras molesta por lo que dije, pero no puedo estar cómodo si siempre que la nombre, veré esa expresión en tu rostro que no me agrada. -Habló Esteban al notar que aún seguía molesta. -Victoria, por favor.

Esteban sabía que su ex era una mujer bastante imponente, y que quizás podía significar una amenaza para su esposa, pero lo de María y él se había terminado de un modo tan caótico, que sería irreparable con o sin ella en su vida. Habían muchos motivos por los cuales San Román creía que su ex era parte del pasado.

-No me molesta, de veras lamento mi actitud, no debí hacer eso, intentaré contener mis impulsos. No sé que rayos me sucede. -Musitó cuando encontró su mirada en el espejo. Esteban trazó su cuello con sus dedos y llegó hacia su mejilla, allí en donde podía sentir que ella presionaba los dientes.

𝑨𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒛⊰ [ParejaTekila]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora