Hay instantes precisos, en los que se presentan esos mínimos segundos en el cual se debe tomar decisiones permanentes. Ese tipo de decisiones que pueden cambiar el curso de la vida propia e incluso de quienes nos rodean. El sol se veía maravilloso en el atardecer, ese día. Por aquellos tiempos, las noches comenzaban a ser más cortas y el calorcito se sentía aún cuando los reflejos ya no iluminaban los cielos.
Victoria terminaba la taza de té de tilo que le había traído su hija mayor. La menor, era la que no le soltaba la mano un solo momento y el de en medio, se encontraba siendo un apoyo incondicional, como era su costumbre.
Mariana había comenzado la conversación con una pregunta que sacó de sí a su madre.-¿Dónde está él? ¿Mi padre le hizo algo? Ma, por favor, necesito saber... -Buscó su mirada y le dolió ver como se le volvían a cargar de angustia -¿Por qué no está aquí, con nosotros? -Insistió la joven y Victoria dio un largo suspiro dispuesta a dar esa respuesta en voz alta, luego de un extenso tiempo de haberlo sepultado en su interior.
-Nació sin vida, amor... Lo perdí. -Habló con dificultad, obviando el motivo. Mariana se volteó para sentir las lágrimas caer una vez más y Victoria presionó su mano, pues sabía muy bien que su hija no lo hacía para hacerla sentir mal y ella jamás se negaría a darles la verdad en sus respuestas, solo que, nadie había hecho esas preguntas antes.
-Lo vi, yo lo sabía, siempre lo supe y no lo detu... -Se tuvo que detener cuando su madre exigió su atención tomando sus mejillas para buscar su mirada.
-Óyeme muy bien mi cielo... -Hablo con la voz muy seria -Tu no tienes cargos y culpas aquí, este no es tu problema ¿entiendes? Tu eras una niña, eras mi bebé y nada de esto tuvo, ni tiene nada que ver contigo ¿de acuerdo? -Le advirtió y la jovencita asintió como quien recibe una directiva y rápidamente la abrazó. -Lo siento mucho mi amor, tu no merecías guardar ese episodio tan oscuro, dentro de ti... -Murmuró Victoria tan entera, luego de haberse recuperado de aquel estado en el que se había perdido en su dolor.
Mariana le miraba con tristeza al notar como ella retenía la información sobre todo lo que había revivido de esa tarde en la que perdió la consciencia.
-Tranquila cariño, lleva tiempo olvidar, date ese tiempo para poder enfrentarlo y dejarlo ir... -Le aconsejó Esteban, quien tomaba un lugar detrás de Victoria en silencio. Por más de que presenciaba la escena, no se había creído capaz de interrumpir, hasta entonces.
Paula sonrió de costado antes de hablarle.
-No te preocupes por nada más ahora. Al fin y al cabo, ya es tiempo de que disfrutes de tu vida con el hombre con el que te vas a casar, ¿no lo crees? -Cuestionó su hija mayor, abrazada por su novio.
Victoria se sintió débil al ver a su joven hija acariciar su barriga, porque uno de los motivos de permanecer en esa casa, sería el poder acompañar lo que quedaba de su embarazo.
-Ma, tu también tienes derecho a rehacer tu vida, recuperar la felicidad. Aprender a sanar... -Habló Santiago, cuando se acercaba a ella para apretarla en un abrazo cálido, su madre le recibió con amor.
-Mariana. -Llamo a la joven, quien se había sumergido en esos oscuros recuerdos. La misma, se acercó a su madre cuando la oyó nombrarle.
-Si mami, dime... -Removió aquellos pensamientos y sonrió cuando su madre la miró.
Victoria sabía que su hija también necesitaba mucha ayuda pues, después de todo lo que había acontecido, bien no podía solucionar la vida de sus hijos mayores, al menos le quedaba el ayudar a sanar a su hija menor.
-Cariño, prométeme que no vas a juzgar todas mis decisiones. Mariana tienes que aprender a confiar en mí... -Tomó sus manos entre las suyas y buscó el agobio que escondía su mirada.
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𝑨𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒛⊰ [ParejaTekila]
Fanfiction"¿Por qué lo hacía?" Se preguntaba en su interior cuando pensaba en seguir los pasos de su esposo y sentir la adrenalina que aquello generaba, "Porque es lo que él me estuvo enseñado, yo solo soy su aprendíz..." se respondió buscando algún alivio, n...