𝑨𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒛⊰ [ParejaTekila]

27: "𝑰𝒓𝒐𝒏𝒊𝒂𝒔"

La vida estaba repleta de ironías, jamás acababa de enseñarle que quienes menos imaginaba, serían sus más grandes aliados.

-Abogada... -Musitó Victoria al responder su llamado.

-Hola Victoria, ¿cómo estás? -Preguntó acariciandose la barriga con nostalgia, su bebé se movió en su interior. Victoria sonrió del otro lado de la línea.

-Estoy bien, ¿Como está tu bebé? -Preguntó genuinamente interesada y la otra sonrió sabiendo que no merecía su amabilidad.

-Muy buen, gracias por preguntar. Te llamaba porque mañana debemos de presentarnos en el juzgado para concluir el trámite, a partir de allí tu podrás disponer de todo lo que te pertenece. -Dijo con profesionalismo y Victoria ladeó los labios con insatisfacción.

-Yo creo que tu deberías de aceptar tus honorarios Tatiana, en este momento es cuando más los necesitas... -Victoria comprendía que aquella joven mujer no tenía toda la culpa de haber caído en las garras de Enrique Mendoza. A su mente llegó el momento en el que se presentaba en casa de Esteban aquella tarde, hacía un par de días atrás.

Flash

Esteban se removió con nerviosismo al notar lo que había hecho. Había sido un gran descuido de su parte y aunque comprendía el compromiso que Tatiana había tomado por Victoria, sabía también que a ella no le gustaría nada.

-¿Qué haces tu aquí? -Pronunció Victoria con desconcierto al verla llegar. La mujer se veía arrepentida a primera vista, pero en su interior no podía dejar de seañalarla como la culpable de muchas de sus amarguras. -Esteban... -Le miró con reproche.

-Victoria, espera, déjame explicarte lo que sucedió... -Se defendió el hombre y la mujer en cuestión aceptó la responsabilidad pues, siempre había sido muy comprensiva, pero no pudo evitar sentir recelo por aquella mujer hasta que notó algo fuera de contexto en ella, su barriga muy crecida. -Cuando me llamaste y concretamos vernos por segunda vez, imaginé que tu necesitarías ayuda profesional y contacté a la mejor abogada para estos casos. Aunque la Licenciada Lopez ha estado ejerciendo como abogada de modo más ejecutivo, es la mejor abogada civil que conozco y... -Tatiana, quien se había mantenido en silencio y con las manos sobre su barriga, hasta que decidió interrumpir.

-Yo no sabía que se trataba de ti, ninguno de los dos sabíamos que eras tu quien estaba en medio de todo. Pero... -Ella se acercó para tomar una de sus manos. Al principio Victoria sintió deseos de apartarse de ella y exigirle que se fuera, pero al ver la culpa en sus ojos, aceptó seguir oyendo sus palabras. -Cuando te vi en aquella habitación de hospital, la vez que Esteban me pidió que comenzara con lo necesario para defenderte de lo que te hizo Enrique, no lo pude soportar. -Le dijo y juró ver lágrimas deteniéndose en sus ojos. -Gran parte de todo esto es mi responsabilidad y yo jamás quise hacerte daño. -Tatiana se apartó de Victoria y se volteó con pena. -Te suplico que me perdones, jamás supe que tu seguías esperanzada en tu matrimonio. -Se volteó de pronto para verla. -Él me dijo que tu ya no lo querías, que sospechaba de tu infidelidad... so-solo cuando te conocí una vez que fuiste a la oficina, supe que todas sus palabras eran mentiras, pero ya era demasiado tarde Victoria... -Nuevamente se acercó para tomar sus manos y Victoria parecía un témpano de hielo sin expresión ni voluntad. -Por favor, perdóname y permíteme representarte. Haré todo lo posible para que él pague por todo el daño que te ha hecho. Te lo juro... -Prometió y Victoria se vió en la mirada mortificada de esa mujer.

-De acuerdo. -Habló luego de un largo rato de silencio y se abrazó con fuerza a Esteban, quien la recibía con todo el temor a su enojo a flor de piel.

Por supuesto que San Román no sabía que ellas tenían algo que ver, él jamás hubiera cruzado la vida de ambas de ese modo si lo supiera. Aún así, Victoria seguía dándole lecciones de humildad.