Una noche por la ciudad

563 69 7
                                    



Narra Yun

AHHHHHHHHH ¿Qué hago? Tengo que volver a la casa o seguir con lo de Appa pero no puedo porque no se mueve. ¿Qué hace aquí? La única respuesta que le encuentro es que está de refugiado, quién lo diría. Lo peor es que tiene cara de haberse peleado con alguien justo antes de chocarse conmigo. Siempre tiene cara mala, pero ahora se le ve molestísimo.

- Este... puedes...- muévete- ¿Puedes dejarme parar?

- No hasta que me digas qué haces aquí.- 

- ¿Quién lo diría? El príncipe Zuko como refugiado en Ba Sing Se. Que lamentable.

- Te vuelvo a preguntar una vez más ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Y por qué estás vestida como si vayas a robar una tienda?

- Lo de la tienda puede que sea verdad, pero solo pierdes tu tiempo si crees que te voy a dar información sobre el Avatar. Ahora déjame irme o voy a gritar.   

- Sabes, pensé que podríamos llevarnos bien, pero veo que no es lo que quieres.

- Ay no me vengas con eso de hacerte la víctima o de jugar con mi mente, quieres? Tengo frio, he corrido no sé cuanto, me duelen los pies, me caí de espaldas por TU culpa y ahora también me duele. 

- Acabo de pelearme con chico desquiciado que sabe que yo y mi tío somos maestros fuego por una estupidez que hizo mi tío. Tu vida no es tan desastrosa. 

- Entonces no me equivoqué.

- ¿De qué hablas?

- Es que cuando te vi, dije que tenías cara de haberte peleado con alguien y mira ve, no me equivoqué.

- Eso no tiene sentido, una cara no puede decir eso, es ridículo.

- Bueno, para mí sí lo tiene.

- ¿Estás tratando de evadir la pregunta, verdad?

- No sé, tú fuiste el que se empezó a quejar del chico desquiciado.- Se salió de encima de mí y se sentó a mi costado. Yo me senté mientras me quejaba de mi dolor de espalda.

- ¿Por qué estás descalza?- Ah no lo dije, en la ropa que dejé por ahí tirada no tenía zapatos. 

- Ah, es una larga historia- que ridícula debo de estar viéndome ahora mismo. Él vio mis pies descalzos y giró la cabeza mientras negaba. Que vergüenza. 

- ¿Por qué no te vas?- Ah?- Ya te dejé el paso libre, puedes irte, ¿Por qué no lo haces?

- No lo sé, ¿Quieres que me vaya?

- No sé, ¿Quieres irte?- Bueno, ya estuve caminando un rato, tengo que descansar, seguro mañana voy a estar llena de ampollas en los pies y sobre todo por los tacones esos.

- No sé, ¿Por qué no te vas tú y me dejas sola? No te voy a decir nada después de todo.

- No sé- Más indecisos no podemos ser. Me paré frente a él y le tendí mi mano, él solo me vio confundido pero la tomó y se paró.

- Bueno, como yo no quiero volver a mi casa y veo que tú tampoco quieres volver a la tuya, te propongo ir a caminar por ahí y hablar, si puede ser algo que no tenga que ver con el Avatar y esas cosa, mejor.

- Está bien pero, ¿De qué podemos hablar? A parte son casi la una de la mañana.

- De cualquier cosa, cómo estás, qué haces, qué ha sido de tu vida, algo así. No sé ¿Quieres o no?  

Avatar la leyenda de Aang - El idiota del boomerang (Sokka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora