TW: Toxic Deku. FemKacchan. Cannibalism. Gore. ¿Hematofilia?
Por fa no me funen después de esto.
Están advertidos.
💕
— Deku, creo que esto no va funcionar...
El peliverde la miró sorprendido, él se levantó de la cama para acercarse a la rubia pero ella se apartó rápidamente.
— ¿P-por qué Kacchan?
— Hay algunas cosas que haces y me dan miedo...
Izuku sabía de lo que hablaba. Sabía que no era normal que de vez en cuando tuviera la necesidad de masturbarla cuando estaba menstruando, lamer sus dedos llenos de sangre y bajar a ese lugar para lamer como si fuera un maldito vampiro que no había bebido sangre por siglos.
No era normal que cada vez que se imaginaba una escena violenta, metiera su mano a sus bóxers y se masturbara hasta llegar a su orgasmo.
— Te amo Deku pero creo que estás mal...
Ella se puso su chamarra y se salió de la habitación, el peliverde escuchó como la rubia salía del departamento que ambos compartían.
Las lágrimas comenzaron a caer a su pantalón y cubrió su cara con sus manos, podía sentir la frustración fluir por sus venas y sonrió, se dejó caer en su cama y metió su mano en su pantalón para comenzar a acariciar su pene.
Kacchan no estaba equivocada. Tenía razón, cualquier cosa que hacía era rara.
Aún recordaba cuando iba a la casa de su ahora ex novia y abría sus cajones donde estaba su ropa interior y se masturbaba rápidamente antes de que Kacchan llegara de la cocina con jugos en su mano. Recordaba cuando la rubia se había caído de rodillas y se había raspado dejando que la sangre fluyera poco a poco ocasionándole una erección.
Estaba mal claro está.
Ver a Kacchan llorar también lo ponía raramente caliente, siempre se encargaba de hacerla llorar mientras tenían sexo para que pudiera llegar a su orgasmo como siempre lo quería.
Pero su fuente de placer se había ido.
🦴
Se había enterado que Kacchan estaba teniendo una relación con otro chico antes de terminar con Izuku, el peliverde no sabía como sentirse. ¿Celoso? ¿Usado?
El chico estaba en sus cincos sentidos. Era mucho más guapo que él.
Ver fluir la sangre del tal Kirishima hizo que nuevamente tuviera esa erección que estaba esperando, escuchar como rompía los huesos del chico hacía que comenzara a sonreír como un maldito idiota.
— Ne~ Espero que te guste esto Ka-cchan~
Ella lo miraba aterrorizada y sus lágrimas empapaban su ropa, podría decirse que estaba “conteniendo” las ganas de huir pero las cadenas que sujetaban sus manos estaban unidas a bloques, sus muñecas estaban sangrando por la presión y la fricción que tenía el metal a su piel blanquecina.
— ¡Eres un puto loco!
Él se acercó a ella y la tomó de la cara para robarle un beso, ella lo mordió y él sonrió, saboreo la citrizina que le brindó ese beso y besó su frente.
— Katsuki, ¿sabes a dónde van las cosas salvajes?
Ella lo miraba enojada y él le sonrió, se sentó frente a ella y acarició su erección que abultaba su pantalón.
