Sabía que estaba mal, era como estar atándose una soga al cuello, su padre lo arrastraría a casa, lo golpearía y lo dejaría tirado en el suelo con un gran charco de sangre a su alrededor.
Estaba mal, definitivamente, pero, ¿por qué mierda se sentía tan jodidamente bien?
No era un chico que le llevara la contraria a sus padres pero en algún momento tendría que crecer, conocer lo desconocido y presenciar lo peligroso que puede ser el mundo, puede doler, pero se supone que a eso vinimos a este mundo, a explorar.
Y sabía que debía hacerlo, porque lo peligroso que había en el mundo estaba reflejado en esos ojos rojizos que tanto amaba, en esa hermosa sonrisa que le ha sacado muchos suspiros, esos cabellos dorados en picos que lo volvían loco.
Katsuki Bakugo le pasó un casco color negro, la mirada verdosa miró al chico frente a él. Él típico chico que corrompía a alguien y lo llevaba con él, como un jinete robando a una hermosa mujer en su caballo.
— No muerdo nerd-kun, pero, si quieres puedo hacerlo.
— Hazlo...
El cenizo sonrió y se acercó a Izuku, tomó su rostro y lo atrajo a un apasionado beso, Katsuki mordió con suavidad el labio inferior de Midoriya y eso hizo que abriera un poco su boca, la lengua de Bakugo se deslizó dentro del pecoso y una danza en sus bocas era lo único en lo que se enfocaba Izuku Midoriya.
— Voy amarte hasta que te hartes de mi, voy a construir cada pedazo que rompió tu padre, déjame ser tuyo y déjate ser mío...
Izuku asintió, un rápido beso le dió Katsuki y le colocó el casco color negro opaco.
— Abrazame, espero que estés listo porque yo no pienso soltarte nunca más.
Midoriya-kun sonrió, abrazó el cuerpo fornido de su crush, el motor de la motocicleta se encendió y rápidamente sintió movimiento.
Miró a su alrededor: luces neón, las lámparas que alumbraban las calles hacían un hermoso cuadro, por fin podía sentir la libertad que tanto habías deseado. Abrazó a Kacchan y suspiró, era lo que siempre había anhelado.
La calle se volvió en carretera, podía sentir su ropa moverse con la velocidad con la que iban, tenía miedo, pero confiaba en Bakugo.
Su inicio no fue del todo bueno, ambos pensaban que se odiaban mutuamente, pero Izuku fue el primero en dar el primer paso, le habló a Katsuki o, le reclamó el porque lo odiaba a lo que el rubio le sonrió y le dijo que no lo odiaba y que él pensaba que Izuku lo odiaba. Ambos se rieron, su amistad comenzó a crecer y en un abrir y cerrar de ojos, Bakugo ya no quería apartarse de Midoriya.
“Soy tuyo Deku, es demasiado rápido y que deberíamos ir lento, pero no soporto estar sin ti, siento que eres mi alma gemela, y toda mi vida he estado buscándote. Sé mío”
Ese día hicieron el amor, era una nueva forma para que sus almas de conectaran, Katsuki lo hizo tan lento que Izuku sentía que podía morir, algunos rasguños en la espalda del rubio le recordaban que era verdad: Deku se había entregado en cuerpo y alma a ese criminal que su padre mataría.
“Sé mío Kacchan”
“Siempre lo he sido...”
Izuku abrazó con fuerza a Katsuki, sabía que el cenizo estaba sonriendo como estúpido al igual que él, que su corazón estaba latiendo debido a la adrenalina y que su cuerpo vibraba de felicidad.
— Terminaré mi carrera y le pediré tu mano a tu padre, me importa una mierda si se niega, voy a robarte y te llevaré a vivir a un lugar donde nadie nos conozca y te haré el hombre más feliz Izuku.
Deku sonrió y siguió admirando a su alrededor, ¿era así como vivía Kacchan?
Era hermoso.
— Acepto Katsuki.
La motocicleta se estacionó y ambos chicos se bajaron, el rubio le quitó el casco a Deku y rápidamente lo besó, comenzaron a quitarse la ropa y Bakugo lo acostó en el pasto. Los gemidos de Izuku hacían que el pene de Katsuki saltara, preparó al peliverde con sus dedos y se deslizó dentro de él.
La Luna los miraba y Deku juraba que estaba sonrojada, Katsuki gemía bajito en su oreja y eso hacía que su pene se pusiera aún más duro de lo que ya estaba.
— Soy tuyo Izuku... Soy tan maldito tuyo que da miedo... Puedes romperme a tu antojo porque no me importará...
— No haré eso Kacchan... Te amo...
«Midoriya»
— Te amo Deku...
«Deku-kun»
— Mierda... Estoy apunto de-
«¡Deku!»
Los ojos se enfocaron en el retrete y volvió a vomitar, su cabeza daba vueltas y unas inmensas ganas de llorar se apoderaron de su cuerpo.
— Bakugo-kun te está buscando...
De nuevo esa fantasia aparecía en su cabeza, su mente siempre se encargaba de hacerlo sufrir, como si también lo odiara al igual que su padre.
— Dile que me olvide... Que he visto suficiente... Que se vaya con Kirishima-kun... No importa...
“Soy tuyo Kacchan...”
— Deku, te juro que no es lo que piensas... Él me tomó y me besó...
“Pero déjame escapar también...”
🛣️
Basado en un sueño real, sólo que sin la parte del frutiloops y del engaño <:
Lo siento.
