happy birthday izuku midoriya¡!

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Las manos viajaban de arriba hacía abajo en su espalda, su cara se encontraba escondida en el cabello verde de su madre, la mujer saboreaba su sangre mientras veía a su esposo limpiar la sangre de sus nudillos, Inko podía escuchar los sollozos del niño mientras apretaba con fuerza su playera, mordió su labio para no hacer llorar más a su hijo con sus propios sollozos.

Ambos peliverdes escucharon como la puerta se abría y se cerraba con fuerza, Inko levantó a su hijo y pudo ver la marca del golpe en su mejilla y un rastro de sangre que salía de su boca, la mujer acarició sus cachetes regordetes mientras Izuku se encontraba privado de tanto llorar.

“Aún es tu cumpleaños cariño, ¿quieres que te haga un pastel?”

Rápidamente los ojos del niño de cinco años se iluminaron, la mujer sonrió haciendo que su pequeño también sonriera, uno de sus dientes faltaban y eso hizo que se le partiera su corazón.

El pequeño se fue corriendo a su habitación, dejando sola a Inko.

La peliverde comenzó a llorar, cubrió su cara con sus manos y sollozó con fuerza.

Minutos después, Izuku estaba soplando la vela mientras su mamá reía y acariciaba sus rizos de color verde.

. . .

Cinco años después

Veía a su papá limpiarse las manos que tenían pastel, los ojos verdes miraron hacía abajo y notó que el pastel que le había regalado su compañero ahora estaba en el suelo, sollozó y poco a poco comenzó a limpiar su rostro que también tenía pastel.

“No hay nada que celebrar hoy, vete a tu maldito cuarto”

Corrió y se encerró con seguro, comenzó a llorar mientras que se limpiaba su cara con una playera sucia, mordió su labio para no sollozar tan alto y limpió sus lágrimas.

Miró hacía la mesita de noche y notó la foto de su madre con él, empezó a sollozar más alto y tomó una de las ropa que usaba su madre, la abrazó con fuerza y se echó a su cama, se hizo bolita y cerró sus ojos.

Extrañaba mucho a su mamá

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Cinco años después

La enfermera limpiaba la sangre que salía de su ceja y las lágrimas que brotaban de sus ojos, la mujer sonrió con empatía y acarició con suavidad su cabello, Izuku suspiró y sintió como poco a poco la aguja entraba y salía de su piel, cerró sus ojos y dejó de sollozar.

“¿Cuál es tu nombre?”

“Izuku Midoriya”

La mujer asintió mientras miraba su computadora, alzó la mirada hacía el peliverde y este se recostó un poco en la camilla que se encontraba en la enfermería, se hizo bolita y cerró sus ojos, la mujer se acercó y le dió un beso en la mejilla.

“Feliz cumpleaños Izuku, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras”

. . .

Cuatro años después

Los ojos escarlatas observaban como el pecho subía y bajaba con lentitud, limpió sus lágrimas y la mujer rubia comenzó a acariciar los cabellos verdes, su mamá estaba llorando mientras su papá simplemente se negaba a ver que uno de los niños que vio crecer junto a su hijo ahora estaba muriendo con lentitud.

“Perdón Izuku...”

Katsuki se acostó en el pecho de su amigo y tomó su mano que se encontraba vendada, besó su dorso y acarició con suavidad las mejillas que estaban frías y pálidas.

Mitsuki besó la frente del chico y le susurró un 'feliz cumpleaños', Masaru acarició los rulos y limpió su nariz con un pañuelo, se puso de nuevo los lentes y salió de la habitación, Katsuki se quedó sólo con el pecoso y por fin pudo sollozar con fuerza, abrazó a su amigo y los gritos desgarradores adornaron la habitación blanca.

“Perdón por todo lo que te hice... Por favor abre los ojos y dime que no aceptas mis disculpas...”

El rubio se subió a la camilla y abrazó al pecoso con cuidado, se acostó en su pecho y entrelazó sus dedos con los del chico, sollozó un momento más y poco a poco comenzó a quedarse dormido.

. . .

Dos años después

El peliverde miraba como las olas se movían con lentitud, el sonido junto con los pájaros hacía que sus párpados se sintieran algo pesados, suspiró y se dejó caer en la arena mientras la sombrilla tapaba el sol de verano.

“¿Por qué no te vas a dormir adentro?”

Abrió sus ojos y sonrió y sintió como las manos del cenizo se acomodaban en su piel, suspiró y se acostó encima del brazo del cenizo, Katsuki besó su frente y lo tomó de la mano, observó las cicatrices en su piel y besó el dorso, haciendo que el menor riera.

“Quiero quedarme aquí un rato”

“Está bien”

Ambos se acostaron en la arena, disfrutando de las olas y del sol, la mano de Bakugo subía y bajaba mientras daba algunos besos en la cara pecosa, el pecoso sonreía y acariciaba las mejillas de su novio.

El rubio metió su mano al bolsillo de su short y sacó una pequeña cajita, besó los labios de Izuku e hizo que los orbes esmeraldas lo miraran, el escarlata sonrió y le mostró la cajita de color negro.

“Feliz cumpleaños nerd”

Abrió la caja y las lágrimas de Izuku rápidamente salieron de sus ojos, abrazó con fuerza a Katsuki y lo tomó del rostro para besarlo con pasión, las manos pálidas bajaron hasta su cintura y ambos rieron al sentir que sus dientes chocaron.

“¿Entonces? ¿Aceptas?”

El peliverde asintió, Bakugo tomó su mano y deslizó el anillo en su dedo anular, los ojos verdes observaban el pequeño diamante y volvió a besar a Katsuki, tumbándolo en la arena y llorando de felicidad.

Su madre estaría feliz de saber que por fin alguien celebraba su cumpleaños como ella lo hacía.

𝕓𝕜𝕕𝕜 𝕚𝕟 𝕒 𝕟𝕦𝕥𝕤𝕙𝕖𝕝𝕝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora