“mierda mierda mierda”
el cenizo comenzó a ponerse su ropa, el omega rubio comenzó a llorar mientras le repetía un millón de veces que él era mejor, que izuku no valía nada, que sólo era un simplemente hueco más que llenar.
el alfa salió del departamento, de nuevo había caído en la sucia de trampa de su ex novio. sabía que era un imbécil, que no merecía para nada a izuku pero una parte egoísta dentro de él pedía a Dios o a cualquier deidad que por favor, que el omega peliverde lo perdonara.
corrió varios kilómetros hasta llegar al restaurante en donde había citado al omega, pero no pudo ver los rulos verdes.
debió irse a su casa.
la culpa lo haría vomitar.
corrió otros kilómetros más, observó la casa del chico y aumentó la velocidad, sentía que sus pulmones iban a colapsar.
“¡izuku! ¡por favor! ¡abre la puerta!”
comenzó a golpear la puerta y rápidamente una mujer enojada salió, sus ojos se abrieron y después miró el vecindario.
estaba en la casa correcta.
“no sé quien sea el tal izuku pero si sigues gritando así, llamaré a la policía”
no, está era la casa de deku. aquí vivía. aquí habían iniciado su relación.
la mujer cerró la puerta, katsuki sacó su celular y pudo observar que no estaba el contacto de izuku, no estaba el número de izuku, no estaba ningún amigo relacionado a izuku.
empezó a sollozar de la impotencia, marcó a su madre y la rubia contestó con un cansado 'hola'.
“¡mamá! ¡¿puedes preguntarle a la tía inko si sabe algo de izuku?! ¡no está por ninguna parte!”
“/hijo/”
“¡mamá por favor!”
“/¡katsuki!/”
tragó saliva, empezó a temblar y escuchó un suspiro por parte de su mamá, miró hacía todas partes y enterró sus uñas en sus piernas, empezó a morder sus labios y las ganas de gritar se apoderaron de él.
“/mi amor... ¿has estado tomando tus pastillas...?/”
tragó saliva.
otra vez lo olvidó.
“mamá... ¿dónde está deku...? lo dejé plantado... tengo que disculparme con él...”
“/cariño/”
se dejó caer en la pequeña banquita en donde solía sentarse a platicar con izuku, empezó a sollozar nuevamente y también escuchó los sollozos de su mamá.
“/katsuki, hijo... él murió hace cinco años... es momento de que lo dejes ir.../”
sus piernas estaban sangrando, colgó la llamada, lanzó su teléfono y esté rompió por el acto, mordió su mano y empezó a gritar con fuerza mientras sentía el sabor de su propia sangre en su boca.
era verdad.
por su culpa había muerto izuku. también lo había dejado plantado esa vez por la misma razón y lo asesinaron.
sacó su pequeña cajita de la felicidad y metió cuatro pastillas a su boca para intentar relajarse. su cuerpo temblaba y observó su mano, la piel estaba algo separada de su hueso, se acercó a su mano y empezó a mordisquear la piel, tragando rápidamente.
por su culpa, izuku ya no estaba.
