✨
Izuku tenía su mano unida a la de Katsuki, las mejillas del pecoso tenían un bonito rubor rosado y hacía resaltar un poco más sus redondas mejillas. Los ojos rubíes viajaron desde los rizos verdes hasta ese lindo trasero que lo volvía loco.
De solo pensar que un idiotas le estaba coqueteando de una manera que no era para nada linda le hervía la sangre.
E Izuku, como el lindo niño que es, le pregunta siempre que si en verdad es lindo.
Maldita sea, era mucho más que un puto adjetivo.
— Kacchan, tienes tu cara roja, ¿tienes fiebre?
— No mi vida, sólo tengo mucho calor.
Y ganas de volver a dónde está el maldito y romperle la maldita cara.
La mano pequeña de su novio tocó su frente, los ojos verdes miraron la mano y después tocó su propia frente para comparar temperaturas.
— Estás un poco caliente, ¿seguro que no te sientes mal?
— Seguro mi amor.
Sólo quería romper la sudadera color morada de su novio junto con su pantalón blanco, exponer esa linda entrada y follarlo hasta que quede afónico y que tenga dificultad de levantarse y sentarse.
— Está bien Kacchan.
Izuku comenzó a subir las escaleras dando pequeños saltitos en cada escalón, Bakugo aún tenía la imágen de ese idiota en su mente, ver como el maldito le estaba tocando la mano a Izuku, coqueteando sin pudor e ignorando completamente a Katsuki que se encontraba JUSTO A UN PUTO LADO DE IZUKU.
— ¡Llegamos Kacchan!
Katsuki sonrió y besó la frente de Izuku, el pecoso se paró de puntitas y besó los labios de Bakugo para después saltar y enredar sus piernas en la cintura de su novio.
Rápidamente el rubio tomó el cuerpo de Midoriya y amasó los glúteos redondos. Algunos gemidos salían de los labios rosados del peliverde y los dientes del cenizo atraparon el labio inferior, mordiéndolo suavemente.
— Kacchan...
— Dime mi vida.
— ¿Soy guapo?
Katsuki sonrió, volvió a besar a Izuku y comenzó a caminar a su habitación en donde habían peluches y ropa rosada.
Izuku había llegado a su vida para colorear su oscura existencia con colores pastel.
— ¿Quieres saber si eres guapo?
— ...Sí.
Los ojos del pecoso lo miraron fijamente, Bakugo lo acostó en la cama y comenzó a desvestirse, primero quitó su playera de Def Leppard, se quitó su pantalón y sus calcetas para quedar en su ropa interior negra.
— Eres una maldita obra de arte, ¿sabes que eres?
— N-no.
Katsuki comenzó a besar el cuello de Izuku, quitó su ropa con lentitud sin apartar su mirada del rostro rojo de su novio.
— Eres como una obra de Miguel Ángel pero comestible.
Bajó la ropa interior de Deku, vió su pene y rápidamente lo tomó en sus manos oara sentir la suave piel de esa zona. El pecoso cubrió su boca con su mano y una sonrisa se dibujó en el rostro de Katsuki.
— Eres una obra de arte que me da miedo romper.
El rubio acercó sus dedos a la boca de Izuku, rápidamente los labios con brillo labial le abrieron paso a esos dedos que eran un poco mas anchos y largos que los suyos.
