estoy pensando seriamente hacer un libro aparte para publicar mis one shots que no son bakudeku, pero no lo sé.
por cierto, quien vea mis estado de wasap, ya sabe de que trata esto, así que no digan nada o les aviento un zapato 😤.
NOT BAKUDEKU.
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Izuku colocó sus aretes en los lóbulos de sus orejas, ver ese lindo rojo alrededor de su cuello y pequeños rubíes colgando de su oreja le hacía verse demasiado bien, tenía su cabello atado en un lindo moño y algunos mechones bajaban de sus cienes hasta sus marcadas clavículas, puso algo de rubor en sus mejillas y un poco de labial en su carnosos labios rosados, se miró nuevamente al espejo y sonrió.
— Izuku, no estaré en el baile, iré con Camie.
— No te preocupes querido, diré que estás enfermo, o lo que sea que sea que se me venga a la mente.
— Gracias Deku, nos vemos luego.
Llevaban cinco años de matrimonio, pero no eran felices, fue una boda arreglada para unir sus reinos, no importaba si se gustaban o si se amaban, era el poder el único que importaba, ninguno de los dos quería casarse. Bakugo estaba enamorado de Camie y a Midoriya nunca le importó, prefería que Katsuki fuera feliz en otro lado que se la viviera enojado todo el día, a Izuku no le importaba porque... Bueno, no lo amaba.
A veces los veía irse a los bosques, a veces estaban en la cocina o simplemente Katsuki le decía que si podía ocupar unas horas su cuarto a lo que Izuku le decía que sí pero que por favor tuvieran cuidado. Tal ves se amaban y se cuidaban a su propia manera.
Un dieciocho de julio, ambos contrajeron matrimonio, debería ser feliz y estar juntos pero por más que sus padres los obligaran, simplemente no podían. Así que de vez en cuando vería a Katsuki bailar con una que otra mujer, y Katsuki vería a Izuku bailar con uno que otro hombre. Ninguno de los dos se enojaba así que sería un buen baile nuevamente.
Muchas mujeres veían como la reina bajaban las escaleras, con su bonito vestido blanco con corset haciendo que resaltara sus senos y se viera su cintura de avispa, aunque no lo necesitara. Sentía miradas provenientes de muchas personas y eso hacía que subiera un poco su ego, aunque su esposo se encargaba de subirle también el autoestima al tenerlo dentro de ella, al menos había algo común entre ellos y era la forma en la que tenían relaciones, ni muy amorosa pero tampoco ruda... Muy... De la realeza.
— ¿Le ofrezco algo su majestad?
— Así estoy bien Mahoro, muchas gracias.
— Para servirle.
Izuku comenzó a mirar hacía las personas que habían asistido al baile, la familia Todoroki, la familia Uraraka, la familia Iida, la familia Kirishima, muchas personas de la realeza se encontraban en la fiesta real de un matrimonio que nunca debió ser.
— Reina, ¿me permite esta pieza?
Una mano blanquecina se mostró frente a ella, los ojos verdosos viajaron hasta la palma abierta hasta los bonitos ojos azules como el cielo o el agua de un lindo manantial.
— Claro.
El chico pasó su mano hacía la cintura de la reina y la acercó a su cuerpo, comenzaron a bailar mientras ambos se miraban, los esmeraldas veían las aquamarinas que poseía el azabache, él le sonrió y se acercó a su oído, Izuku escuchó la risa de aquella persona y sus mejillas se colorearon de rosa, su respiración se entrecortó y se acercó más al cuerpo caliente que cubría ese traje negro.
— ¿Y su esposo mi reina? ¿Por qué la ha dejado tan sola a manos de un ser impuro como yo?
Midoriya sonrió, el pelinegro se alejó un poco para darle una vuelta a la reina, nuevamente se unieron y se alejaron para otra vuelta pero está vez Izuku quedó pegada al tipo de traje de negro, podía sentir la respiración del chico en su oreja, haciendo que un escalofrío recorriera desde su espina dorsal hasta su cuello, la mano fría se posicionó en la cintura y la pecosa sintió el frío atravesar ese vestido blanco.
— ¿Le gusta la soledad? De dónde vengo es símbolo de estar pagando su condena, dígame, ¿usted ha cometido un crímen? ¿Es una pecadora como yo?
Una nueva vuelta le dió el pelinegro y esos ojos azules miraron el fondo del alma de Izuku, ella sonrió y pasos sus brazos por el cuello del jóven, él colocó sus manos en las caderas de la fémina y le devolvió la sonrisa, se acercó nuevamente a la reina y besó su mejilla para después morder un poco su oreja.
— Cometa un pecado conmigo su alteza, le prometo que no se arrepentirá, sé que le gustara y cometerá aún más hasta que su sed de pecado incremente y esté en sus rodillas implorando que le ayude a sanar su alma cuándo la mía está igual o peor que la de usted.
Midoriya observó como las familias reales miraban a su pareja de baile, ella se alejó de él para después tomarle de la mano y comenzar a alejarlos de la multitud de la gente.
— Espero que usted esté listo para que purifique su alma.
Una sonrisa salió de la boca del desconocido, ambos se encerraron en el armario donde se encontraban las cosas del aseo, el azabache comenzó a besar el cuello de la reina y mordió un poco, haciendo que un suspiro saliera de los rosados labios de la mujer, él comenzó a desamarrar las cuerdas del corset del vestido blanco, uno por uno mientras Izuku sólo suspiraba y acariciaba las mejillas del oji azul, él besó su cuello con lentitud, pasó por las clavículas hasta llegar a los senos de la reina.
— La haré bailar en el infierno su majestad.
Ella sonrió y él puso sus manos en las mejillas con rubor y besó con lentitud los labios carnosos, Izuku pasó sus brazos por el cuello y lo atrajó hacía su voluminoso cuerpo, él se separó de ella y la miró, la subió a la pequeña mesa que se encontraba ahí y comenzó devorar sus labios nuevamente.
— Por cierto su majestad, que descortés de mi parte, mi nombre es Touya, un gusto ser quien esté pecando con usted ahora mismo, reina Izuku.
Ella lo tomó del cuello y nuevamente comenzaron a besarse, ambos oían la música proveniente del baile real y algunos pasos arriba de ellos, pero nadie los detendría.
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Serán dos partes más, así que váyanse preparando pa cualquier cosa.
creo que sí hare otro libro pero esta vez dabideki🏃 Perdóname Dios
