goodbye

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El amor es como una vela. A veces la llama está baja, a veces muy alta, se mueve con el viento. Mi madre siempre me decía que cuando viera que una vela comenzaba a moverse con rapidez, es porque el aire intenta apagarla y que tenía que cubrir la llama para que no se apagase.

Tenía la vela en la mano, la cera caía a mis dedos, quemaba pero se sentía bien, hasta que se acabó la cera y mi mano se quemó por lo que sobraba de la llama. No debí poner la mano, debí dejar que se apagara, pensé cuando era pequeño.

El amor es como una vela. La llama crece y decrece, el viento fluye, tratando de apagar la vela. La cera cae a tus manos, te quemas.

— Debí dejar que el viento apagara la vela.

— ¿Eh?

Los ojos rojizos me miraron con confusión, yo sonreí y seguí tomando mi té, la lluvia caía, se sentía frío y seguro mi yo de hace dieciocho años estaría tapando la llama de la vela color naranja claro con su pequeña mano.

— Kacchan...

— Por favor, dilo ya, no soporto seguir esperando tú respuesta... Siento que puedo morir, ¿me dejarías morir?

— No quiero que suframos más.

Kacchan me miró a los ojos, acarició con suavidad mi mano, la cera estaba quemando de nuevo, se sentía bien, pero debía parar. Pronto la vela se acabaría, me quemaría de nuevo la mano.

Debía parar.

— ¿A qué te refieres?

— Debemos terminar esto, nos hacemos daño, con cada segundo que pasa, sé que no funcionará, no lo hará.

— Deku, yo en serio que cambiaré, te lo prometo pero-

— Kacchan, sé que cambiarás, lo harás, confío en ti... Pero no lo harás conmigo. Tal vez nuestra relación fue para aprender algo, te quiero demasiado pero esto no terminará bien...

— Izuku...

— Dios sabe lo duro que lo intentamos Kacchan, no me arrepiento de nada, te amo demasiado pero ya no quiero sufrir, sé que tú también sufres... Lo mejor es separarnos.

Ambos comenzamos a llorar, nos levantamos de la mesa y nos dimos un último abrazo.

Nuestro último abrazo.

Era como debían ser las cosas. Era por el bien de los dos.

Sabia que Kacchan jamás terminaría conmigo, ambos habíamos desarrollado una dependencia emocional. Pronto nos quemaríamos, no dejaría que Kacchan se quemase.

— Izuku... Sabes que siempre te voy a esperar...

— Kacchan... No lo hagas. Vive tu vida, sal de fiesta, ten novios y novias. No será el fin del mundo, estarás bien.

— ¿Y tú?

— También estaré bien.

Su cabello rubio se movió de arriba hacía abajo ya que asintió, limpió sus lágrimas y después soltó mi mano.

El viento rozó mi mano, miré a Kacchan.

Él seguía llorando, acerqué mi mano para secar sus mejillas mojadas y él sonrió.

Se alejó un poco y tomó mi mano para después acercarla hacía su cabello, comencé a acariciar. A Kacchan siempre le gustaba que le acariciara su cabello cuando estaba agobiado.

— Cuídate mucho Deku.

— Cuídate también Kacchan, abrigate, hace mucho frío.

— Lo haré.

𝕓𝕜𝕕𝕜 𝕚𝕟 𝕒 𝕟𝕦𝕥𝕤𝕙𝕖𝕝𝕝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora