Dualidad

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El mundo está compuesto de dualidades, el ying y el yang, el fuego y el agua, el blanco y el negro... y también ella y yo.

Llegamos al mundo casi al mismo tiempo. Algunos dirán que yo estaba antes, pero... vamos. ¿Crees todas las historias que te cuentan? Está claro que, aunque yo hubiera existido desde antes, no podría existir sin ella. Ella justifica mi existencia, me hace visible cuando no está y me da un nombre: "oscuridad".

Lamentablemente me tocó salir perdiendo. Mientras que a ella la asocian al sol, a la energía, a la mañana, a la vida... a mi toco estar asociado con el peligro, el miedo, la noche, la muerte. Es muy desgraciada la vida de la oscuridad, ser temida y odiada por todos los que la conocen... estar asociado a todo lo malo que ocurre en la tierra, y en otros lugares del universo. ¿Pueden creer que incluso hay algunos que me definen por excepción? Dicen que la oscuridad es la falta de luz... que ilusos.

Es una desgracia pues a mi contraparte la amo con locura, pero no puedo estar con ella nunca. Allí donde ella no esté, estaré yo; allí donde yo no alcance, estará ella. Lo nuestro es el más imposible de los amores, uno que nace desde que existimos y que perecerá incluso después que se acabe el mundo. Uno con el que hemos aprendido a trabajar, y a disfrutar de nuestro complemente. Después de milenios de vivir de ese modo, hemos terminado por comprenderlo. Al menos nosotros lo hemos hecho, pero los que viven con nuestra presencia... no tanto.

Pero he aprendido a aceptar porque lo hacen. Estos seres, pobres ilusos, tienen la característica de no querer lo que no entienden. Automáticamente lo odian, lo detestan, le desean lo peor. No llegando a comprender lo maravilloso de lo desconocido, de lo caótico, deciden despreciarlo. Pero yo no los desprecio.

Ella y yo somos igual de necesarios, aunque ellos fingen no saberlo. Aunque la amen con locura a ella, después disfrutan de los placeres ocultos de la oscuridad. Aunque digan que desprecian la ceguera a la que los somete, luego buscan activamente esa parte difusa. Aunque quieran ser solo uno de nosotros, serán siempre ambos, pues ellos también tienen esa dualidad. 

Divagares y Devanares del SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora