Divagares y Devanares del Sueño

El Baño

Tras pedir instrucciones, caminé hacia el sanitario, a lavarme la cara y cambiar de aires. La reunión acababa de empezar, ni siquiera había llegado el invitado principal, y ya había decidido salir durante unos minutos porque la parte más insoportable de la noche se había adelantado por el retraso del organizador. De pronto, todos los especialistas en nada decidieron opinar de todo y si no fuera porque de ellos dependo para seguir pagando las cuentas hubiera disparado una docena de argumentos fundados para dejarlos en ridículo. Hay que saber elegir batallas.

Estaba revisando mi rostro en el espejo, chequeando que no esté literalmente desfigurado, cuando noté a otro sujeto en el baño que juro hace un segundo no estaba ahí. Debe de haber entrado hace unos minutos mientras estaba concentrado en mi mismo. Lleva camisa celeste, y va escoltado por dos sujetos de traje de casi dos metros de altura cada uno. Debe ser el encargado de este lugar, probablemente el tipo que estamos esperando para que esto comience. Saludo cordialmente y me devuelve el saludo, antes de salir, también escoltado del sanitario.

Me lavo las manos y salgo del baño, pero una mirada rauda al pasillo, me hace retroceder de inmediato. Marcos está en la mesa, probablemente contandole a todos sobre su último éxito inexistente, con el que roba hace dos años y medio. Nada más cruzar miradas es motivo suficiente para un rápido regreso al baño, fingiendo que algo me olvidé ahí dentro.

Al hacerlo, veo al mismo sujeto de camisa celeste, de espaldas, escoltado por otros guardias diferentes. Se sobresalta al verme por el espejo, al igual que los guardias. Una mirada periférica al evento y al escuchar la voz en los parlantes me delata que el invitado principal está en el salón... por mucho que lo esté viendo aquí enfrente.

El principal entonces hace una seña rápida, pidiéndome silencio, solicitando mi secreto. Pidiendo que conserve para mí está indiscreción. Los guardias me hacen notar que no habrá muchas opciones más allá que un si. Asiento rápidamente y lo veo salir, por la salida de emergencia del baño.

Un auto negro de videos polarizados lo espera allí, atento, y sale sin hacer ni un sonido.

Persona va al baño de un encuentro político y encuentra al clon del invitado principal