—¡Wonwoo, ya estoy en casa!— Dijo Mingyu mientras entraba en casa.
Era raro. No escuchó ningún saludo como respuesta. Wonwoo siempre le recibía con un "¡hyung!"; o un, "¡bienvenido!"
—¿Wonwoo?— Mingyu echó un vistazo a la cocina, pero Wonwoo no estaba ahí. Tampoco en el salón, ni en la habitación. Solo quedaba el baño. Cuando estaba a punto de abrir la puerta, escuchó unos sollozos del otro lado de la pared.
Dio unos leves toques antes de abrir la puerta y ver a Wonwoo sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la bañera.
—H-hyung...— Wonwoo sonrió mientras se limpiaba las lágrimas con las mangas de la camiseta. —¿Q-qué tal hoy en el trabajo?
—Wonwoo...— Mingyu se puso de cuclillas frente al más joven. —¿Por qué lloras? ¿Te encuentras mal? ¿Te duele algo?
Wonwoo negó varias veces con la cabeza.
—E-estoy bien...— Volvió a sonreír.
—Entonces... ¿qué pasa?
—Y-yo...— Wonwoo jugaba con las mangas de su camiseta. —N-no sé si quiero tenerlo, hyung...
—¿No quieres qué?
—El bebé...— Wonwoo empezó a llorar de nuevo. Ya estaba en la semana once de embarazo y se le estaba acabando el tiempo para decidir qué hacer.
Mingyu no dijo nada. No podía hacer nada. Wonwoo era el único que tenía derecho de decidir qué hacer. Su opinión no serviría de nada.
—Vamos, Wonwoo. Levanta de ahí, vas a coger frío.— Mingyu agarró a Wonwoo del brazo para ayudarle a levantarse del suelo. —Vamos a comer algo, ¿vale? Te hará sentir mejor.— Agarró al chico de la mano y fueron a la cocina. El mayor agarró a Wonwoo por la cintura para sentarle sobre la encimera.
—Está frío...— Dijo Wonwoo al notar el frío en sus piernas. Se acostumbró a usar una simple camiseta como pijama, dejando sus extremidades inferiores al descubierto.
—No sentirías tanto frío si te pusieras unos pantalones.— Recriminó Mingyu.
—Pero así estoy cómodo...— Wonwoo hizo un puchero mientras veía al más mayor preparar la comida.
Comieron en silencio. Ni siquiera hablaron sobre algún tema trivial como normalmente solían hacer.
—Wonwoo.
—¿Hum?
—Sé que no puedo ayudarte en decidir sobre qué hacer, pero, quiero que sepas que, hagas lo que hagas, estará bien.— Mingyu sonrió. Una sonrisa que intentó ser reconfortante. —Decidas lo que decidas, tendrás mi apoyo.
—Mingyu hyung...
—¿Sí?
—¿Qué harías si estuvieras en mi lugar?
—La verdad, no lo sé, Wonwoo.
Wonwoo empezó a llorar de nuevo.
—Oh, vamos, Wonwoo. No llores-
—No me veo futuro, hyung.— Wonwoo interrumpió. —N-no tengo dinero, ni trabajo, ni estudios, ni una casa... s-solo estoy aquí, molestándote y haciendo que te gastes dinero en-
—Wonwoo.— Esta vez fue Mingyu el que no dejó terminar de hablar al más joven. Le agarró de la mano y ambos se sentaron en el sofá, uno frente al otro.
—Escúchame, no te agobies, ¿de acuerdo? Estás aquí, conmigo. Sí que tienes donde vivir. Estás viviendo conmigo. Estamos viviendo juntos. Y claro que tienes dinero. Estoy compartiendo todo lo que tengo contigo.
—Pero... ¿por qué? ¿Por qué estás haciendo todo esto por mí?
—Porque quiero, Wonwoo. Si al final decides tener al bebé, convertiremos mi medio estudio-trastero en una habitación para él o ella. A tu bebé no le faltará de nada, Wonwoo. Te lo prometo.
Wonwoo empezó a llorar una vez más. Se inclinó un poco sobre el sofá para poder abrazar a Mingyu.
—Todo saldrá bien, Wonwoo.— Dijo Mingyu mientras acariciaba la espalda del de pelos rizados.
Cuando llegó la noche fueron a dormir rato después de cenar. Mingyu pensaba que Wonwoo ya no estaba tan triste, pero se equivocó. El chico volvió a llorar una vez estaban metidos en la cama. No pero Mingyu se encargó de animarle y hacerle reír.
—Te ves gracioso.— Wonwoo río. Su nariz frunciéndose en el acto.
¿De qué se reía Wonwoo? De Mingyu llevando una nariz de payaso puesta.
—Holaa~— Mingyu habló en un tono de voz mucho más agudo a su tono natural de voz.
—Holaaaa— Wonwoo sonrió.
—Un pajarito me ha contado que estás triste.— Mingyu siguió hablando en un tono agudo. —No puedes estar triste, Wonu.— Hizo un puchero con sus labios.
—No estoy triste.— Wonwoo negó con la cabeza.
—¿Qué tienes ahí?— Mingyu se inclinó un poco hacia delante para mirar detrás de la oreja del chico.
—¿¡Es un bicho?!
—¡Wow!— Mingyu sacó un paquete de las galletitas favoritas de Wonwoo de la manga de su pijama, pero fingió que salía de la oreja del chico.
—¡Galletitas!
Mingyu sonrió. A veces Wonwoo parecía tan inocente como un niño de cinco años.
—¿Están ricas?
Wonwoo asintió mientras comía una de las galletitas.
—Pareces una ardilla.— Mingyu rió.
—Pues tú pareces un perro.— Wonwoo le sacó la lengua.
—Al menos los perros son más bonitos que las ardillas.— Desafió Mingyu.
—Los hámsters son los animales más bonitos.
—¿Sabes qué es verdaderamente bonito?
—¿El qué?— Preguntó Wonwoo, curioso.
—Tú.
Wonwoo se sonrojó. Seguro que en ese momento se vería como una cereza.
—Buenas noches, hyung.— Wonwoo se tumbó en la cama y se tapó la cara con una almohada.
—Buenas noches, Wonwoo.
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Kidult • {Meanie}
Fanfiction-¿Puedo quedarme contigo? ◻️M-preg ◻️Historia de mi autoría. 🚫NO ADAPTAR NI RESUBIR SIN MI CONSENTIMIENTO. 🥇 #20 - Meanie 2021.04.15 🥇 #1 - Wonwoo 2022.12.31 🥇 #2 - Scoups 2023.01.12 🥇 #3 - Mingyu 2023.01.14 🥇 #1 - Jeonghan 2023.04.15 🥇 #4...