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—¿Cómo que un viaje? ¿A dónde?

—¿Te acuerdas del viaje de empresa del que te hablé?

—Sí. Pero me dijiste que tú no tenías que ir.— Wonwoo tenía algo fruncido el ceño, pero, a la vez, hacía un pequeño puchero con sus labios.

—El compañero que iba a ir se ha puesto enfermo y tengo que ir yo, Won.

—¿Y por qué tú?— Siguió preguntando Wonwoo mientras seguía a Mingyu por la casa.

—Porque yo soy el suplente, Wonnie. Si surgía cualquier imprevisto, tenía que ir yo. Y, al final, tengo que ir.— Explicó el mayor mientras metía algo de ropa en una maleta.

—¿Y no puede ir otra persona?

—Wonnie.— Mingyu dejó la ropa a un lado y giró sobre sus propios pies para acunar la cara del menor con sus manos. —Solo será este fin de semana y no voy tan lejos. Estaré a dos horas de aquí.

Wonwoo le miró en silencio.

—Ven aquí.— Mingyu se sentó sobre la cama y atrajo al menor hacia él, quedando Wonwoo de pie entre sus piernas. —¿Por qué no quieres que vaya?

Wonwoo intensificó su pucherito con los labios y posó sus brazos sobre los hombros ajenos.

—No quiero... Simplemente no quiero...

—Sabes que eso no puedo elegirlo, Wonnie. No tengo opción.

—Ya lo sé...

Mingyu acomodó a Wonwoo para sentarlo sobre su regazo y poder besar su frente.

—¿Te preocupa quedarte solo?

Wonwoo negó.

—Me preocupa que pueda pasarte algo.

—¿Qué me va a pasar?

Wonwoo se encogió de hombros.

—Sabes que no me gustan los viajes...

—Lo sé, cariño. Lo sé...— Afirmó Mingyu mientras arreglaba el pelo del menor. —Serán solo dos horas en bus. No va a pasar nada.

—Ya lo sé, hyung. Ya sé que solo son dos horas en bus, pero eso no quita que pueda ocurrir un accidente.— Wonwoo frunció el ceño. —No quiero que te pase nada...— Dijo en un tono más bajo, limpiándose una lágrima que le resbalaba por la mejilla.

Mingyu no dijo nada esta vez. Se limitó a acariciar las mejillas de Wonwoo, limpiando cualquier resto de lágrimas que hubiese, para después atraerle a él y abrazarle.

—Todo estará bien, Wonnie. Ya verás que sí...— Dijo mientras acariciaba el pelo del contrario, que tenía la cabeza apoyada sobre su hombro.

Wonwoo lloró un poco más en silencio, sin despegarse del abrazo de Mingyu. Además de preocuparse por el más alto, también le inquietaba el hecho de quedarse solo un fin de semana entero. Desde aquel incidente del secuestro, nunca se habían vuelto a separar.

—También estás un poquito más sensible por el embarazo, Wonnie...— Dijo Mingyu mientras seguía acariciando su pelo.

—M-mentira...

—¿Qué te parece si hacemos la cena? ¿Me quieres ayudar?

—Quiero una pizza...

—Entonces haremos una pizza.— Sonrió.

Kidult • {Meanie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora