Kidult • {Meanie}

☂️ 10 ☂️

Una semana después, Wonwoo se encontraba sentado sobre la cama junto a una mochila en la que iba metida su ropa. Esa misma mañana le daban el alta y estaba esperando a que el médico llegara con unos papeles que debía firmar.

Esos días que estuvo ingresado en el hospital no paró de pensar en qué haría cuando tuviera que salir. No debería seguir en la casa de Mingyu. El más mayor solo le acogía en su hogar porque estaba embarazado, ¿verdad? Bien. Ya no lo estaba. Por lo tanto, no tenía sentido seguir molestándole. Lo mejor sería volver a la casa en la que estaba antes y dejar a Mingyu tranquilo.

Un par de minutos después, el médico hizo presencia en la habitación, seguido de Mingyu.

Wonwoo sonrió levemente al ver al más alto. Sonrisa que, por cierto, desapareció al ver que el contrario le miró con el rostro serio.

—Bueno, Wonwoo. Ha llegado el día.— Sonrió el médico. —¿Cómo te sientes?

—Bien.— Respondió simplemente el de pelos rizados.

—Perfecto. Entonces una firma aquí y serás libre.— El hombre le pasó un papel y un bolígrafo.

Tras un pequeño garabato en la parte inferior del folio, bajó de la cama y se colgó la mochila al hombro.

—Espero no tener que volver a verte por aquí, Wonwoo. Cuídate.

Wonwoo salió de la habitación después de despedirse del doctor. Mingyu caminaba a su lado, en silencio.

Cuando llegaron al coche, Mingyu subió en el asiento del conductor y esperó a que Wonwoo subiera también al vehículo. Pero no lo hizo. Se quedó de pie frente a la puerta del asiento del copiloto.

—Wonwoo, sube al coche.— Mingyu frunció el ceño.

Y el chico no se movió.

—Wonwoo.— Mingyu salió del coche y se quedó de pie frente a la puerta del vehículo. —¿Qué estás haciendo? Sube al coche.

—Me voy a ir.— Sentenció Wonwoo.

—¿Qué-?— Mingyu no pudo terminar de hablar, pues Wonwoo había comenzado a andar. Así que, cerró el coche y caminó hasta alcanzar al chico. —Wonwoo. Déjate de tonterías y vuelve al coche. Aún tengo que hacer la comida.

Pero Wonwoo no detenía su paso.

—Wonwoo.— Agarró la muñeca derecha del más joven, intentando hacerle parar. Lo que obtuvo como respuesta fue un movimiento brusco para zafarse de ese agarre.

—Déjame.— Wonwoo intentó sonar lo más serio y sereno posible, pero no le salió muy bien, ya que estaba llorando.

—¿Qué te pasa ahora?— Mingyu volvió a fruncir el ceño. —Sube al coche y no pierdas más el tiempo.

—Te he dicho que no voy a ir.— El más bajo se limpió las lágrimas con la manga de la sudadera que llevaba puesta. Sudadera que era de Mingyu. Lo que hacía que le quedara bastante grande al ser unas tallas de más.

—¿Por qué no?

—P-porque... ya no quiero estar contigo.— Mintió.

—¿Que ya no quieres estar conmigo?— El más mayor arqueó una ceja. —Si vas a mentir, por lo menos di algo más creíble.— Se cruzó de brazos y esperó a que Wonwoo le dijese el verdadero motivo de por qué no quería volver a casa con él. Si la razón le parecía convincente, entonces dejaría que el chico se fuera. No podía obligarle a quedarse, aunque le doliese su ida.

—P-porque ya no me quieres...— Wonwoo empezó a llorar más aún. Ahora mismo se sentía tan indefenso como un niño de cinco años. —N-no me quieres... Y... solo te estoy molestando. E-en un principio, dejaste que me quedara contigo p-porque estaba embarazado... p-pero ya n-no lo estoy... a-así que ya no tiene sentido que siga contigo.— Hablaba algo pausado debido a su respiración agitada por el llanto. —A-diós. —Y volvió a caminar.

Esta vez, Mingyu no fue tras él. Se quedó de pie, viendo como Wonwoo se alejaba poco a poco.

☂️☂️☂️☂️☂️☂️☂️☂️

HORA DE LLORAR