Tú eres mio

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Termine de escribir este capi, y pensaba tirarlo para mañana, pero que va, acá está para hoy también jaja

Cuando la fiesta terminó y todos los invitados se fueron, Padme acostó a los niños prometiéndole a Luke, que nadie podría hacerle daño.

- ¿Pero cómo me cuidarás si papá y tú no están casados de verdad?- dijo el niño llorando y el corazón de Padme se estrujó al ver que él aún recordaba eso.

- Cariño, nadie, absolutamente nadie te hará daño, nunca lo permitiré, a ninguno de los dos- dijo Padme mirando a sus dos niños.

- ¿Incluso si algún día tenemos que irnos lejos de papá?- preguntó Leia con la misma mirada triste que Luke.

- Incluso, si algún día Leia y yo tuviéramos que irnos lejos de papá- dijo Padme odiando tener que hacerles imaginar esa situación- Siempre, siempre estaré para ti Luke- dijo Padme besando la frente de cada niño.

- Te quiero mucho mami- dijo Luke y Padme lo abrazó.

Que le dijera mamá, era una cosa, pero que le dijera que la quería, llenaba su corazón.

- Yo también te quiero, mucho, a los dos- dijo Padme abrazando a ambos niños- Ahora a dormir, porque es muy tarde y los niños ya deberían estar dormidos a esta hora.

- ¿Habrá paletas de chocolate para nosotros mañana?- dijo Leia y Padme la miró con una sonrisa.

- Claro que si- dijo Pame tapándolos con la manta y luego de apagar la luz salió de la habitación.

Sintió ruido en la cocina y en la habitación de Palo y Clovis.

Fue directamente a la cocina sabiendo quién era. 

- Padme- dijo Anakin sin querer mirarla realmente a la cara- Lo que sucedió, no tienes realmente lo avergonzado que me siento, que esa mujer viniera a tú casa, yo, realmente lo lamento, no sé que hacer para que me disculpes- dijo Anakin mirándola.

- Tienes otra herida, y por los quejidos que escucho ellos tienen más- dijo Padme tomando un paño y curando la herida que su esposo tenía ahora en la mejilla.

- No es nada, yo realmente lo siento Padme, arruiné todo, esta noche- dijo Anakin y ella lo miró con ternura. 

- No tienes la culpa de nada- dijo Padme mirándolo con ternura y comprensión.

- Claro que sí, y ahora estás molesta, solo finges amabilidad, es lo que más me da miedo de ti- dijo Anakin y ella no pudo evitar sonreír.

Definitivamente él la conocía muy bien.

- Estoy molesta- dijo Padme mirando a Anakin- Pero a diferencia de ti la última vez que estuviste molesto porque abracé a Clovis, no diré que no tengo el derecho- dijo Padme avanzando aún más hacia él.

- Bueno, yo- dijo Anakin que no sabía como comenzar a disculparse.

- No me puedo molestar contigo, pero sí con la situación- dijo Padme y Anakin tragó pesado cuando Padme comenzó a abrir su camisa. ¿Qué estaba pasando ahora?

- Padme, yo lo siento, si vas a matarme- dijo Anakin tratando de bromear- El cuchillo más grande creo que está allí atrás tuyo- dijo bromeando y Padme sonrió.

- No quiero matarte amor- dijo Padme mirándolo a los ojos y Anakin juró que su mirada era oscura- Quiero recordarte que eres mío- dijo ella y Anakin la miró muy, muy sorprendido.

Pero no alcanzó a decir nada, ni siquiera alcanzó a preguntar a qué se refería, si ella lo amaba de la misma manera que él la amaba, porque ella selló sus labios en un beso extremadamente apasionado, y casi lo arrastró a su habitación.

Ella abrió la puerta y cerró con seguro, luego lo único que Anakin supo fue que ella lo había empujado a la cama y lo volvía a besar apasionadamente.

Incapaz de resistirse a ella, solo pudo tomarla de la cintura y mirarla pícaramente a los ojos.

- ¿Está celosa señora Skywalker? ¿Por qué ahora puedo llamarte así no?- preguntó él y ella rodó los ojos.

- Más vale que me llames así todos los malditos días desde ahora- dijo ella y el corazón de él dio un brinco.

Habría amado que ella siguiera tomando las riendas del asunto, pero necesitaba preguntarle algo.

Con agilidad la volteó y se puso sobre su cuerpo.

- ¿Y tú? ¿Eres mía?- preguntó él casi temiendo su respuesta, si ella decía que no, él se hundiría en la miseria, porque él siempre sería de ella, había robado su alma y su mente y le era imposible dejar de pensar en ella.

- Siempre- dijo ella mirándolo a los ojos mientras acariciaba su rostro- Desde esa noche en que me entregué a ti hace ya algún tiempo, siempre he sido tuya- dijo ella y él sonrió totalmente enamorado.

- Entonces si recuerdas esa noche- dijo él astutamente y ella sonrió.

- Claro que si, al igual que tú, ambos fingimos no recordar, aunque ¿Sabes? Hemos superado esa anoche con creces en el último tiempo- dijo ella sintiendo como él ahora acariciaba su cuerpo.

- ¿Qué te parece si la superamos nuevamente?- dijo él y ella lo besó tomando nuevamente las riendas del asunto.

Cuando ella lo volteó nuevamente para subirse a horcajadas sobre él, supo que ella estaba celosa, solo pudo tragar pesado y dejarse hacer cuando ella le guiñó un ojo.

Generalmente era él el amante apasionado, el amante perfecto que la llevaba al cielo, pero esa noche fue ella, y él tuvo que morderse los labios para no gritar su nombre mientras ella lo montaba, su mirada oscura, sus cabellos cayendo en cascada por sobre sus hombros,  sus pechos entre sus manos. Él definitivamente pensó que había muerto y estaba en el paraíso.

Padme jadeaba su nombre mientras subía y bajaba sobre su cuerpo sin dejar de mirarlo a los ojos. Amaba verlo así de desesperado, amaba que la necesitara de esa manera. 

Se amaron durante toda la noche y cuando estuvieron desnudos y rendidos abrazados el uno al otro, ella se recostó sobre su pecho, disfrutando de la calidez que su cuerpo le brindaba luego del sexo.

- Eso fue increíble- susurró Anakin jugando con el cabello de Padme.

- Fue maravilloso- dijo ella besando su pecho.

Mientras estaban allí abrazados, Anakin pensó que aún faltaban muchas cosas que decirse entre ellos, aunque luego de esa noche ambos tenían en claro lo que sentían. 

Vendrían días difíciles, Palo y Clovis no los dejarían en paz, y Eirtaé tampoco ahora que había aparecido nuevamente, pero ellos saldrían adelante juntos. 

Anakin necesitaba decirle a Padme lo que sentía, necesitaba ser honesto con ella, mucho más luego de esa noche. 

Entonces supo que tenía la idea perfecta para hacerlo.

Matrimonio por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora