Sueño Canadiense

4. Hermanos

Neveah:

¿Hermanastro? ¿Dijo hermanastros?

Mientras capto la palabra, a mi mente vienen las dichas por mamá , quitando lo despectivo, este hombre es parte de la otra familia de mi padre.

El intenta hablar y un segundo ruido me hace girar, a ambos en realidad. En la entrada del establo se encuentra Allie, con la mano sobre el pecho, intentando recuperar el aliento.

Viene hacia nosotros—Tardaste mucho, Neveah y..—Se detiene y observa a los dos animales junto a nosotros.—Ella acaba de.. 

Me mira confusa y yo sonrio, los ojos de mi amiga se ponen sobre el veterinario.

—Oh... Ohh.. Hola.—Sonríe de forma coqueta, ruedo los ojos. —¿Y tu eres?

Me levanto al igual que el.

—Eric, Allie, Allie, Eric. Allie es mi mejor amiga y Eric..—Me detengo y el le ofrece la mano.

—Soy su hermano.

Los ojos de Allie se abren mucho, buscando explicaciones en mi.

—Hermanastro.—Corrijo y me lanza otra sonrisa que causa algo en mi.

Se agacha a darle un par de revisiones antes a Queso y yo me acerco a Allie tirando de ella mientras el esta pendiente de eso.

—¿Hermano, Neveah?.—Gira el rostro hacia el hijo de mi padre.—Esta muy guapo y.. tengo debilidades por los médicos.

—Veterinario.—Aunque es casi lo mismo.

Ella esta distraída viéndolo otra vez.

—Allie.

Se queda muda al oírme. Ambas nos miramos y escucho como Eric se sacude las manos, para luego venir hacia nosotras.

—Listo ¿Nos vamos?.—Nos pregunta.—Dejémosle tiempo de madre e hijo a Queso.

 Allie encantada acepta y yo sigo sus pasos detrás mientras observo la espalda del que se hace llamar mi hermano.

Estoy adaptándome a esto y preparándome por las sorpresas que mi pequeño viaje me espera, porque parece que tener un hermanastro no será lo único.

(***)

—¡Mamá!

Tengo las manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta y levanto la mirada al escucharlo, arriba en la casa nos espera una mujer , de cabello rubio y me hago a la idea de quien puede ser, sin embargo mi atención en ella se pierde y se posa en la niña con colitas en el cabello, quien tiene unos animales de juguetes en la mano, no debe tener más de cinco años y mientras ella se divierte, su madre tiende la ropa en los cordeles y saluda con alegría a su hijo desde la distancia, hasta que pone los ojos en mi.

Veo como la sonrisa se le desaparece y pasa a la sorpresa, Eric se adelanta y Allie se acerca a mi.

—¿Ella es?—Pregunta cerca del oído.

—Si.. ella es.—Mis dientes chasquean.

Avanzo con ella y  cuando estoy frente a ella, la mujer sigue sorprendida al verme, dibujo una mueca amigable en mis labios y trato de sonreír.

—So..

—¿Neveah?.—Pregunta confusa.—¿Eres Neveah, cierto?

Allie intercambia una mirada conmigo y yo regreso mi atención a esa mujer, quien por alguna razón luce feliz de tratar conmigo.