Neveah:
Abro las cortinas de la ventana, recibiendo todo el sereno en la cara y aunque no hay mucha luz, lo poco que ingresa hace que Allie apriete los ojos y se dé la vuelta del lado contrario a la ventana.
—Parece que no habrá sol hoy. —Menciono.—No mucho.
—Uhmm.. —Murmura ella entre sueños.
Sonrio y acerco mi boca al vidrio de la ventana, sopo y mi aliento nubla un círculo exacto, donde terminó dibujando una carita.
Los golpeen en la puerta me hacen apartar la cara y mi atención en mi pequeño entretenimiento.
—Quiero seguir durmiendo...—Se queja Allie y se cubre con las colchas todo el rostro.
Vuelven a golpear y ella se queja, me acerco a la puerta antes de que la ogra malhumorada a la que no le gusta que le despierten en la mañana se levante, la abro encontrándome a Eric.
—Hola.—Saludo enseguida.—Buenos días. ¿Dormiste bien?
Asiente con la cabeza.—Bien ¿Y tú?
Respondo igual.
—¿Lista para irnos?
—Sí, pero antes... ¿Puedo..? Usaré el baño.—Señalo el pasillo.
El asiente. —Sí, claro. El desayuno está listo, tú y tu a mi...—Se detiene al ver el bulto sobre la cama.
Hago una mueca y me vuelvo hacia el luego de seguir su mirada. —No, ella prefiere dormir un rato más.
—De acuerdo. Entonces te espero abajo..
Asiento y él se retira, voy al baño y bajo después de lavarme la cara y las manos, mis pies paran al notar a la niña al final de la escalera.
Solo me detengo por un segundo y continúo bajando. —Buenos días.
Me muestra los juguetes que lleva en sus manos. —¿Juegas conmigo?
Intento responder y su madre se acerca a ella. —Addie, ven a desayuna. —Me observa y vuelve a ser amable. —Buenos días.
—Buenos días. —Respondo tranquila.
—El desayuno está servido. —Me anuncia ella.—Ven a desayunar Neveah.
Sigo sus pasos, tomando el mismo asiento de anoche, sirven el pan y Eric ingresa a la cocina con un queso en un plato, el paree venir de afuera.
—Recién salido. —Menciona refiriéndose al queso.
—Tuviste suerte. —Pronuncia su madre.
El hace una mueca incómoda. —Sí, hasta el domingo tenemos para pagarlo.
—Lo tendré para entonces. —Responde ella y recibe el queso, que acaba colocando sobre la mesa.
Sirve las tazas de café y para la niña chocolate. Eric me ofrece la panera llena de panes y su madre toma asiento al lado de la niña, no antes de preguntarme algo.
—¿Tu amiga no desayunara con nosotros?
—Fue un viaje largo, probablemente duerma hasta el almuerzo. —Al acabar de mencionarlo me arrepiento.
—Bien.. ¿Qué desean almorzar? Iré al mercado, ustedes Irán primero a..
—No creo que podamos quedarnos. —Añado yo. —En el pueblo están nuestras cosas.
—Oh.. Es una lástima, aunque deberían quedarse a almorzar para tener fuerza durante la subida. ¿Entonces Irán...?
Eric interviene. —Neveah se ofreció en ayudarme con Queso, después iremos al...
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Sueño Canadiense
RomanceEl último recuerdo que la neoyorquina Neveah Tipton tiene de su padre son los viejos atardeceres donde el la llevaba a cabalgar y las competencias de ecuestre en el que ambos trabajaban como equipo. Pero el se ha ido, de una manera distinta a como l...