24. Problema

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Neveah:

—Neveah. —Escucho la voz de Allie.

Estoy sobre su cama de hotel y no quiero moverme de aquí.

—¿En serio? —Me reclama y trata de quitarme las sábanas. —¿Esto es lo que harás? ¿Dormir y lamentarte?

Suspiro y me vuelvo hacia ella apoyando la almohada sobre mi mejilla.

—Mamá está aquí y Eric no quiere verme . —Comienzo a enumerar mis problemas. —Perdí a Duque y por mi estupidez se quedaran sin la propiedad. La propiedad de mi padre será destruida y... el hombre que me gusta me odia...

—Eric no te odia. —Me corrige.

—¿Y cómo estas tan segura?.. el...—Me detengo y la observo, se ve muy segura para haber sido solo un comentario.—Espera.. ¿Como sabes?. —Pregunto y permanece en silencio. —¿Qué como sabes?

Allie se muerde el labio.

—¿Has hablado con Will?

Asiente con la cabeza y me dejo caer sobre el colchón de nuevo.

—Según Will solo está enojado.

—No dice que no me odia.

—Will lo conoce y hasta yo pienso que es solo enojo.

—Allie, hice que le quitaran a Duque y la propiedad, si yo me estoy odiando ¿Por qué él no lo haría?

Se sienta a mi lado en la cama.

—Porque es propio de ti odiarte por todo... él no lo hace.

Suspiro y me incorporó sentándome, me quitó las sábanas y bajo los pies de la cama.

—¿El está con Will ahora mismo?

Allie asiente con la cabeza.

—Eso dice mucho.. —No quiere dormir en la casa para no mirarme.

—Tal vez solo quiere distraerse.

Ignoro las palabras de aliento de mi mejor amiga.

—Supongo que debo aprovechar que no está para retirar mis cosas.

—Neveah...

Me levanto de la cama y escuchando la voz de Allie llamándome varias veces, salgo de la casa para ir directo a la propiedad.



(***)



Observo la casa a unos metros lejos de mí y giro el rostro hacia el establo que se encuentra abajo, Addie y la mujer de mi padre llevan a los animales a beber agua en el estanque, ahora que Eric está ausente ellas dos han sabido arreglarse, lo cual me hace sonreír un poco.

Esther hace jugar a su hija persiguiéndola y mi sonrisa se estira, la cual termina de inmediato, Eric aún no les ha dado la noticia, así que me apresuro en llegar a empacar mis cosas.

Subo a la habitación y guardo todo en las maletas, recojo mis cepillos y toallas del baño , y cuando regresó al dormitorio me asomó por la ventana que da hacia afuera.

Miro a la niña y a la mujer, no voy a despedirme.

Sonrio a medias cuando distingo la tercera figura, quien lleva lentes de sol que cubren sus ojos y su bolso a mano que combina con sus prendas, mamá se encuentra afuera de la propiedad.

Sueño CanadienseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora