Sueño Canadiense

23. Excusas

Neveah:

El corazón me palpita muy fuerte, queriendo salirse de mi pecho y no dejo de dar vueltas frente a Duque, el caballo permanece con los ojos sobre mi como si supiera que es nuestro último momento juntos.

Los ojos se me llenan de lágrimas y niego con la cabeza.

—Lo siento tanto, Duque... yo..

Escucho los pasos detrás de mí y un cuerpo se abalanza sobre mí cuando apenas giro.

Eric...

El me rodea con un fuerte abrazo estrujándome contra ese torso que me encanta, le correspondo el abrazo y trato de no llorar, mis ojos se cierran disfrutando del último momento que quizás tengamos.

Me aparta y me toma de la cara para llevar sus labios contra los míos, me besa con fuerza y correspondo al nivel que llegan sus labios, jadeo y cuando sus dedos tocan mis lágrimas se aleja confundido sin soltarme el rostro.

—¿La emoción? —Bromea sonriente.

—Neveah.

No..

Aprieto los ojos negando, deseando que no se gire, pero lo hace y mis ojos se levantan encontrando a Rex Geller con una sonrisa victoriosa, la misma que quiero despedazar con golpes.

—¿Vienes a restregar que vas primero? —Le suelta Eric.—Date cuenta que es lo menos que me importa ahora y menos a Neveah.

—No estoy tan seguro de eso.—El sonríe. —Pero claro que no, vengo por lo mío. —Me mira y Eric junta las cejas.

—¿Lo tuyo? —Inquiere el hombre que no se aparta de mi.

Me señala y hace un gesto con la mano pidiéndome apartarme, me pegó contra Eric dando espacio a lo que oculto a mis espaldas y Rex señala al caballo tinto que relincha.

—Lo mío.

Eric se aparta de mí, lo mira enojado y está a punto de responderle, pero Rex continúa hablando esta vez mirándome.

—Ahora es mío ¿No es así Neveah?

Eric se gira y la expresión que me da es de no conocerme, unos hombres aparece detrás de Rex y alistan al caballo para llevárselo, le quitan la montura y también las riendas, colocándole una que estén a la altura de su jinete.

—Neveah y yo hicimos un trato. —Le explica a Eric. —La propiedad si ella ganaba y conservaría a Duque, pero ya vimos los resultados....—Me mira a mí. —Eres buena Neveah, pero te faltan años en esto.

Aprieto los puños.

—Aun así fue una buena competencia, lo digo en serio.—La sonrisa victoriosa vuelve a aparecer con las siguientes palabras.—Y como gané, me llevaré lo que me corresponde.

Los hombres se llevan al caballo que al inicio se niega a dar un paso, pero cuando le golpean con la fusta su única reacción es avanzar.

Lo vuelven a golpear y el relincha.

—¡Basta! —Grito y el levanta la mano pidiendo que se detengan.

Rex se para frente a mí, baja la mirada a mis labios y sonríe volviendo a mi rostro.

—Eso ya no te convierte.—Me suelta mirándome furioso.

Contengo mis ganas de abofetearlo y se vuelve hacia Eric.

—Y tú. —Eric levanta la vista al escucharlo. —Debiste aceptar mi trato, ahora no tienes caballo y esa casa será mía.

—¡Rex! —Lo llamo cuando alejan el caballo de mi lado. Corro un poco y me detengo cuando se vuelve hacia mí.