Cap 1. Memorias.

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Oikawa bajaba del avion, nada había cambiado mucho, el ruido de la ciudad y la gente de un lado para otro sin detenerse ni preocuparse por lo que hacian los demás, volver a Japón después de tanto tiempo lo hacía sentirse nostálgico y de alguna forma era hermoso regresar a su país, donde había crecido, donde pasó la mayor parte de su juventud.

Su hermana llegaba por el, haciendo un movimiento enérgico con las manos para que le viera, Oikawa trataba de pasar desapercibido, después de no encontrar un vuelo privado, tuvo que viajar en una público, se deshizo de sus lentes obscuros y abrazo a a su hermana quien le indicó que se subiera al auto.

🌬 Y así comienza la historia de Oikawa Toõru y como se enamoró en el tren.

No hace mucho, bueno en realidad miento cuando digo que no hace mucho, más bien, hace algunos años para ser exactos, siete años, aún recuerdo, era mi último día de preparatoria, podrían calcular el tiempo y saber cuantos años tengo ahora, viajaba en el tren, estaba repleto de gente, es normal pues la primavera es la estación más bonita del año al menos para mi.

Solía ser un chico realmente popular hasta ahora lo soy, pero ahora es diferente, tengo todo lo que soñé, soy exitoso, llevo una vida de lujos, hago lo que más me gusta, y en cuestiones de amor, no me falta nada, siempre tengo a quien quiero, hay una gran escalón en quien solía ser a quien soy ahora.

En ese entonces aún podía sentirse el frío en la intemperie, pero el tren era lo suficientemente cálido, y estaba bien para mi; El tren hacía su siguiente parada, permanecía sentado en uno de los asientos del transporte, fue entonces cuando vi algunas personas bajarse y otras subir.

Me levanté al ver una anciana estar de pie junto a mi.

-Tome asiento por favor.

-Muchas gracias jovencito.

Sonreí como siempre lo hacía, era parte de mi trabajo ser de esa manera, educado y sencillo, eso era lo que atraía a mis admiradores, aunque mi naturaleza era distinta a ello, me escondía detrás de un ser perfecto, cuando en realidad era una mala persona.

Conforme pasaban las paradas, más gente cambiaba y nuevas caras resultaban en el lugar, fui ahí cuando lo vi, estaba frente a mi, sentado, sus ojos estaban cerrados, por lo que asumí que estaría dormido, sus audífonos puestos y su teléfono en sus manos, mis ojos se iluminaron y no podía dejarme de sentirme curioso por el, su piel nivea, sus manos grandes y delgadas, su pequeño rostro y los rasgos que lo adornaban.

"Bendito Dios  por haberme puesto en el mismo tren"

No deje de verle, sus pestañas eran largas y negras al igual que su cabello, que podría perderse en la noche, hacían juego con su uniforme escolar, me concentré en ello, como si pudiera contar cada una de sus pestañas y menos a la distancia en que estábamos, no era como si tuviera vista de águila o algo por el estilo.

"El es perfecto para mi"

Solté un respingo al oír el timbre del tren anunciando su llegada, no me preocupé pues para mi parada aún faltaban 2 estaciones más, di un suspiro de alivio, pero de pronto me quede sin respiración cuando mis ojos se cruzaron con los de cierta persona, me miraron por un segundo, pero para mi ese pequeño pedacito de tiempo, fue el más largo pero también el más corto, sus grandes abismos profundos como el océano en los cuales fácilmente podría haberme ahogado en ellos, me habían visto, claramente pude verme reflejado en ellos.

Me movi por inercia, tal vez era temor o precaución, aquello me hizo sentirme nervioso, el se levanto de su lugar cuando estábamos llegando a la estación más cercana.

🌬Lo Que El Viento Me TrajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora