🌬Lo Que El Viento Me Trajo

Cap 3. Deseo.

Kageyama se disponía a guardar todas sus cosas, quería irse los más pronto a casa y era la oportunidad, si Atsumu o su hermano se cruzaban con el, tendría que ir a la fiesta que normalmente ofrecían después de cada pasarela, no era que le diagustaran las fiestas, pero las fiestas que ofrecían los Miya estaban en otro nivel, los invitados eran de la clase alta, pero eso no era todo, le incomodaba por que no se sentía bien en ese tipo de círculo social.

En reiteradas ocasiones, la actitud de esas personas le castigaba, pues muchos creían que por ser modelo se prestaría para pasar la noche a cambio de algunos dólares, ese no era Kageyama, no le gustaba, cuando estaba en la escuela de Artes nunca penso que pasaría por ese tipo de situaciones que lo hacían sentirse sucio, no era como si alguna vez hubiera accedido pero era realmente molesto tener que lidiar con ello.

-Ya te vas?

Suna lo sacó de sus pensamientos, al momento en que se acercaba al espejo para quitarse el maquillaje exagerado en sus ojos.

-Si, sabes que no me agradan esas fiestas.

-Sabes que los gemelos se molestarán si te vas.

-Que lo hagan, no trabajo para ellos- dijo eso mientras se pasaba una toallita desmaquillante por todo su rostro.

-Pero trabajas para Hinata san, y el trabaja con los Miya, así que básicamente es lo mismo.

Kageyama bajo la mirada, todo eso era cierto, seguro Hinata se molestaría si supiera que últimamente se la había pasado huyendo de sus deberes, pero la verdad era que en la ausencia de Hinata desde hace casi 4 años cambiaba todo, y es que el pelirrojo se la pasaba en negocios aquí y allá, sin tener tiempo de volver a Japón, ambos eran amigos muy cercanos desde hace ya tiempo.

-Tienes razón, pero si me voy ahora quizá ellos no se den cuenta.

-Sabes que lo harán, almenos Atsumu.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Kageyama, odiaba la idea de que Atsumu se diera cuenta de ello, frunció el ceño mientras cerraba su pequeña maleta, como si Suna lo hubiera invocado, el Miya aparecio por la puerta.

-No estarán pensando en irse o si?

El rubio se acercaba a ambos chicos, de manera amistosa los abarcó con sus brazos, uno a cada lado.

-Planeabamos ir a casa, supongo que no estamos invitados a la fiesta

Suna soltó, en un intento por salvarse del regaño, mientras que Kageyama guardó silencio, la mano de Atsumu lo apretaba con fuerza, para después hacer un cariño suave, moviendo sus mano de arriba a abajo por su brazo inmóvil.

-Claro que están invitados si son las estrellas de esta hermosa noche.

Rápido los soltó mientras caminaba en el camerino, revisaba los atuendos.

-Enserio, entonces sería bueno ir un rato no Kags?

Suna dirigió su mirada nerviosa hacia el pelinegro delante de él, ambos esperaban el momento en que Atsumu se fuera.

-Y bien? Que esperan? Alistence.- Solto al momento de dejarse caer en una de las sillas con rueditas y jugar como si fuera un niño.

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Momentos atrás.

La pasarela daba su final, Oikawa no pudo evitar exaltarse al ver a todos los modelos hacer su última aparición, la sensación de cosquillas en el estomago lo hizo aplaudir efusivamente, al igual que muchas personas en el lugar.