Cap 5. Claves.

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⚠️Advertencia⚠️
Este capítulo contiene lenguaje sexual explícito y violencia.
Se recomienda discreción

Kageyama se acercó a la puerta luego de unos momentos de silencio, paracia que su visita se había cansado de estar insistiendo, se asomó por la mirilla de la puerta y no pudo ver nada, comenzó a sentirse curioso, quizá quien tocaba tenía algo importante que decir, quizá un vecino, o el portero del edificio, abrió la puerta para ver si alguien más seguía en el pasillo, más bien para asegurarse de que ese alguien se haya ido.

Miro hacia el pasillo vacío, sin embargo, en el piso se encontraba alguien mirándolo fijamente, sus nervios se pusieron de punta evitando que pudiera moverse si quiera, era Atsumu quien yacía en el suelo y le dirigía una mirada.

-Atsumu... que.. que haces aquí?

El gemelo pronto se levantó del suelo al escuchar la voz de Kageyama, y pronto lo acorraló haciendo que este entrara de reversa a su departamento.

-Vine por que no me contestabas.

Cerro la puerta detrás de el para evitar un escándalo.

-Mi celular se quedó sin batería.

-Mentiroso, no sabes lo loco que me pones.

Kageyama seguía caminando en retroceso hasta toparse con el sillón detrás de el, estaba en shock, debió imaginarse que se trataba del Miya, nadie después de la media noche tocaría a su puerta, no, a menos de que fuera el rubio.

Atsumu se acercó al cuello de Kageyama, queriendo olfatearlo, como si fuera un animal en época de aparejo.

-Dime, te acostaste con el? Por eso no me contestabas.

-De que hablas?

-No lo sabes...?

-Nooo, noo se de que hablas.

Kageyama desvió su mirada encontrando un punto fijo en el suelo, el miedo comenzaba a sentirse y trato de calmarse cuando sintió su mano temblar aún apoyada en el sofa, muchas veces el Miya había llegado en diferentes estados a su hogar pero nunca en ese, se veía que el coraje lo carcomia, incluso para alguien tan temperamental como el, eso lo atemorizaba.

-Sabes estoy cansado de todas esas zorras que te rondan y sabes que es lo peor, que tu también cedes...

El tono de voz de Atsumu cada vez era más elevado y golpeado, sus palabras herian como dagas en el pecho de Kageyama.

-Pero tú, solo eres mío, entiendes.

Atsumu tomo a Kageyama de algunos mechones de cabello para estirarlo y lograr que el pelinegro le dirigiera la atención a el, ambas miradas se cruzaron, una de total miedo y otra completamente opuesta, una de soberbia y avaricia. Luego de eso Atsumu busco los labios del chico frente a él, el beso fue arrebatado, uno que apesar de que Kageyama lo siguió, lo dejo sin respiración, cada rose era más brusco y pasional, la lengua de Atsumu rondo por la boca de Kageyama, un juego entre ambos empezaba y uno muy rudo.

En cuanto el beso terminó, Kageyama intentó tomar aire llevándose una mano a su pecho, por parte de Atsumu que no lo dejaba moverse lo tenía entre sus brazos, con una leve fuerza que no dejaba escapar a Kageyama.

-Eres mío, entiendes?

Otra vez la misma frase retumbaba en los oídos de Kageyama, mientras tenía Atsumu entre su cuello, llenándolo de besos y metiendo sus manos por debajo de su camisa, algunos gemidos silenciosos escaparon de la boca de Tobio, intento ahogarlos, cuando Atsumu pasaba una de sus manos por sus glúteos, se maldijo así mismo, era lo que por semanas había estado evitando.

🌬Lo Que El Viento Me TrajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora