🌬Lo Que El Viento Me Trajo

33. Men's fragance

Kageyama salió del bar, kunimi ahora estaba peor, no podía ni ponerse de pie y ya había devuelto el estómago en los zapatos de Yamaguchi, solos miró a ambos antes de taparse la boca para evitar reír. Era necesario pedir un taxi lo más pronto posible en ese momento estaba más cerca la casa de Yamaguchi que la de cualquiera de ellos dos.

Yamaguchi era un chico de buena familia, pero demasiado reservado, y educado, tal vez por eso se llevaban tan bien, mientras que Kunimi era serio pero algo grosero, hablaba cuando tenía que hacerlo.

La verdad era que Kageyama y Yamaguchi también ya estaban ebrios pero no tanto como Kunimi, se dispusieron a tomar un taxi, Kageyama volteo a atrás, un recuerdo le vino a la mente o tal vez un deja vu, de aquella noche en que Atusumu y el discutieron, después de todo era el mismo bar que hacía mucho no frecuentaba.

-Vamos Kags vamonos.

-Si

Kagemaya tan pronto como dijo eso subió al taxi donde ya estaban sus amigos.

-Kunimi regularmente es el que cuida de nosotros.

-Lo se, que es lo que le paso.

-Estuvo algo estresado, el aplico a un equipo en el extranjero, ya sabrás la respuesta.

-Ya veo...

Kageyama guardo mientras veía el escenario de la ciudad llena de luces navideñas, se sintió decepcionado y triste por su amigo, ambos eran cercanos, al menos haber compartido casi toda la carrera con ellos, el también intentaba ingresar en algún equipo en el extranjero, su sueño era Roma. Suspiro y espero hasta llegar a casa de Yamaguchi.

Los tres bajaron, e intentaron subir las escaleras de aquel edificio que era tan impecable y brillante.

-Listo, ya esta.. parece que no despertara hasta mañana.

Ambos observaban a Kunimi en la cama.

-Bueno, déjame traerte algo para dormir, pensé en que tu y yo podríamos dormir en la sala.

Tobio se dedico a escuchar eso, y reacciono lo más pronto, le parecía tan raro que Oikawa no le contestara, si incluso cuando estaba en reuniones era capaz de textearle pero ahora.

-Creo que me iré casa.

-que? Estas seguro, ya es algo tarde.

-Si, estoy algo preocupado...

-Es sobre el?

Yamaguchi río por lo bajito y acompaño a Tobio a la puerta.

-De quien hablas?

-Vamos, se que has estado saliendo con ese chico.

-No estamos saliendo.

-No engañas a nadie, desde que lo conoces estás de buen humor.

-Eso no es verdad...

Kageyama fue arrastrado hasta la salida y cuando menos lo pensó Yamaguchi ya había cerrado la puerta, suspiro para el mismo, tal vez no era tan discreto como el pensaba, queriendo ocultar sus sentimientos, el mismo negaba que estaba enamorado, pero demostraba todo lo contrario, esperaba con ansias a que Toruu llegara a casa y le mimara, justamente en ese momento estaba desesperado por recibir un mensaje de ese hombre.

Sonrio inesperadamente y decidió ir a casa de Oikawa, el tenía llaves, camino con la vista en todos lados menos al frente, cuando de repente su mirada regreso a la realidad, el cálido aliento de un fumador frente a él, lo hacían entrar en pánico y querer nunca haber salido de la casa de Yamaguchi.

Aquel hombre se percató de la presencia de Tobio, trató de portarse lo más sereno que pudiera, pero sus corazones comenzaron a latir fuerte y rápidamente. Tobio intento regresar por donde vino cuando escucho una pequeña risa inocente.