🌬Lo Que El Viento Me Trajo

Cap 27. Secretos sin tumba.

La alarma del teléfono de Kageyama sonaba una y otra vez, despertó un poco confundido, con ganas de solo aplazar la alarma, pero no debía ser así, estaba en otra casa y tenía que regresar a la suya para después ir a la escuela, aquella suave frazada de algodón le acariciaba la cara, busco su teléfono en el piso y al darse la vuelta se encontró con Oikawa quien aún estaba dormido.

Sus manos se movieron por si solas en busca de alcanzar la figura a su lado, aquellos castaños cabellos que no pensó que anhelaria tocar, se quedó observando al hombre dormido, Oikawa dormía en la alfombra de la sala mientras el estaba en el sofá más grande. Ambos habían estado hablando de miles de cosas en la madrugada, confesando sus miedos, sus momentos vergonzosos y de más, hacia mucho tiempo que Kageyama no se divertía, y menos tomaba tanta confianza con alguien, ciertamente con Oikawa era diferente por que sentía que podía decir lo que el quisiera y este no le juzgaría.

Se movió sigilosamente para no despertarlo, cuando Tooru alcanzó su tobillo.

-Ya te vas?

-Ah, solo iré por mi ropa.

Oikawa se levantó a duras penas y se frotó los ojos.

-No te gusta usar mi ropa? Puedes quedartela.

-No como crees... no podría.

-No tiene nada de malo, irás a la escuela ahora?

-No, quiero regresar a casa e ir por mis cosas

-Si gustas puedo llevarte.

-Eso... estaría bien.

-Bien, solo dame 5 minutos.

Oikawa se levantó de repente como si en una sacudida se hubiera deshecho de todo el sueño, casi no habían dormido, aún así estar con Tobio no era algo de todos los días.

Tobio y Tooru se dirigían al hogar del azabache, mientras este ultimo aprovechaba para verse en el espejo del auto, era obvio que se había desvelado y aunque no bebió tanto le dolía un poco la cabeza, ahora que estaba con Tooru podía sentirse libre.

-Te vez lindo con ojeras.

Oikawa soltó mientras sonreía con la vista al frente, hizo a Kageyama sonrojar.

-Deberias decirle eso a mi maquillista.

-Estoy celoso, tu maquillista también te ha visto tan lindas ojeras.

-Para con eso...

-De acuerdo.

Ambos sonrieron un rato en silencio hasta que llegaron al edificio de Kageyama.

-Gracias por traerme.

-Gracias a ti, ya sabes por la cita improvisada.

-Fue divertido...

Kageyama estaba por bajar del auto pero Tooru tomo su mano antes de que pudiera hacerlo.

-Cuando podré verte de nuevo?

Ahora ambos estaban más cerca, aquello lo dijo casi al oído de Tobio, este se separó un poco como si sintiera el peligro, Oikawa se deleitó con el aroma de Tobio, de alguna forma busco sus formados labios intentando robar un beso.

-Puedo?

Kageyama solo asintió mientras volvía a tomar lugar en el asiento, Oikawa simplemente no aguantaba, aunque estuvieron toda la noche juntos, no hubo tal acercamiento, solo se dedicaron a hablar y no sabía cuando vería otra vez al azabache.

Tooru atrapó a Tobio con sus labios, comenzó a besarlo desde la comisura para luego acariciar su labio inferior, de manera suave y lenta, como tratando de no lastimarlo, Tobio siguió el juego al sentir al otro, se sentía tan bien, y entre más largo se hacía el beso, menos se quería separar, los labios de Oikawa eran dulces.