En realidad esperaba que fuera más difícil, pero la verdad es que no fue así, todos pasaron el examen y mañana será el día de la graduación.
Todos están muy apurados al comprar su ropa para la fiesta que se celebraría.
Acompañe a Dalia a comprarse un vestido, lo cual fue la cosa más aburrida que eh hecho.
Mi hermana nunca se compraba ropa y si lo hacía no me llevaba con ella, pero cuando no tenía opción me quedaba jugando en algún lugar de la tienda o me sentaba en una silla y me quedaba dormido.
Cuando era más pequeño siempre me escondía entre la ropa y cuando alguien la tomaba los espantaba, otras veces no salía de ahí y mi hermana se espantaba tanto, pero cuando me encontraba se enojaba, así que no me hablaba de camino a casa.
Ahora era diferente por que no podía esconderme o sentarme en alguna silla o dormir como antes, después de casi dos horas de compras por fin terminamos, por lo menos Dalia y yo fuimos a comer.
—Y bien... Emocionado, no puedo creer que por fin nos graduemos —dijo sonriendo.
—Si es genial, ¿Cómo sabes a que zona serás asignado? —pregunté curioso.
—No lo sabes, cuando estas en tus vacaciones recibes una carta donde dice en donde te asignaron, pero por lo normal se basan en tu experiencia como yo, estoy segura que seré asignada para enseñar a niños el entrenamiento, tu en que crees que serás asignado —me miró esperanzada.
La verdad sabía a que estaba asignado, sería una rata de laboratorio pero no me atreví a decírselo así que solo levanté los hombros como respuesta, no sabía que pasaba por su mente.
—Bueno será mejor que nos vayamos ya tenemos que prepararnos y descansar —dijo emocionada.
—Claro —dije sin muchos ánimos.
Regresamos a casa y me fui a mi habitación.
Esa noche no pude dormir, estaba nervioso por que sabía lo que me esperaba, cuando la alarma sonó apenas había logrado dormir cuatro horas.
Me levanté y me puse el mismo uniforme que el del carnaval, aquel traje que siempre fue impresionante cuando era pequeño, me vestí tome la pastilla y salí de la habitación.
Llegué al centro donde sería la graduación, todos ya estaban ahí así que me senté a lado de Dalia, Tanner y Nick, entonces empezó.
Las familias de todos estaban ahí, excepto claro la mía, todos los soldados de mayor rango dieron sus discursos.
Aiden estaba entre el público sentado, después de unas interminables dos horas por fin pasaron a los reconocimientos.
Fui el último ya que se daban por el orden en el que cruzaron la línea del examen de supervivencia, Tanner fue el primero lo cual no me sorprendía, Tanner era muy bueno en todo, Dalia fue el lugar número 14 y Nick el penúltimo.
Al terminar todos fueron con sus padres a comer o algo por el estilo, sin embargo yo solo fui a mi habitación, en el camino me encontré a Aiden, se acercó a mi y me abraza.
—Estoy orgulloso de ti niño —dijo muy feliz.
—Gracias pero ya sabes como sacarme de aquí —dije mirándolo.
—Solo resiste niño, esto pasará pronto —me dijo triste.
—Esta bien y yo podré ver a mi familia —dije ilusionado.
—Me temo que no —dijo con una sonrisa falsa, no esperaba que lo hiciera.
—Lo suponía —dije triste.
Seguí mi camino, al llegar me lance a la cama y me quede mirando el techo, la fiesta sería dentro de unas horas y no sabía si quería ir, estaba cansado física y mentalmente de todo.
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Cayendo en un abismo
Science FictionLas personas pensaban en un futuro bueno, un futuro donde todos tendrían las mismas oportunidades, que decepción cuando eso no pasó. Masón es solo uno más de la alta civilización de gente pobre en América, sus posibilidades para tener una vida norma...