Final

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Nunca tuve miedo a la oscuridad hasta que estuve solo.

Nunca necesite ayuda hasta que no pude levantarme.

Nunca tuve miedo a morir hasta que ella estuvo enfrente de mi.

Siempre sentí que caía en una abismo pero nunca toqué el fondo.

Desperté en el asiento trasero de una camioneta vieja, estaba envuelto en una cobija, el cuerpo me dolía mucho.

Mi hermano iba manejando y mi hermana estaba sentada a mi lado, tenía la garganta seca y hacia un poco de frío pero no era necesaria la cobija aunque aún no están consiente de que tan mal estaba, mi hermana me miro y me sonrió.

—¿Cómo estas? —me dijo con voz dulce tomando mi mano.

—Quiero agua —dije con la voz cortada.

—Claro que si —dijo ella.

Se acercó a una pequeña nevera de plástico, sacó el agua y me la paso, me levanté un poco y bebí del agua, la tome tan deprisa que casi me ahogo.

Estaba un poco atolondrado pero en ese momento me di cuenta que tenía un hambre espantoso.

Mi hermana al darse cuenta me pasó un emparedado de mantequilla de maní, devore el emparedado en cuestión de segundos como cuando era pequeño, luego me di cuenta que mamá no estaba.

—¿Dónde esta mamá Chloe? —dije triste.

—Ella no pudo venir —me dijo seguía apretando mi mano.

—Cómo que no pudo venir —dije sin comprender.

—Masón es que la verdad no sabemos donde esta —dijo Grant.

—Cómo que no saben —dije más confundido.

—Ella se fue un día después de que te llevaron y no volvió, no dejo notas ni nada, no sabemos a donde se fue o cuando regresará —dijo mi hermana con la voz cortada.

—Por que lo hizo —dije sin entender.

—No lo se hermano —dijo Grant triste.

—A donde vamos —dije acomodándome aunque el dolor se apoderó de mí.

—A las montañas, lejos de aquí, lejos de todo —dijo mi hermana mirando por la ventana.

—Crees que nos encuentren —dije triste, no quería volver ahí.

—Es lo más probable pero hay que tener esperanzas no —dijo ella sonriendo como siempre.

Tal vez mi hermana tenga razón, la esperanza es lo que mantiene a las personas vivas, es lo que me motivo a mi en los peores momentos.

Siempre habrá esperanza para todos, aunque sientas que todo esta perdido que ya no hay solución o que tal vez no puedas hacerlo tienes que recordar que la esperanza sigue en ti, aunque sea más pequeña que una pulga, que un átomo, una bacteria o este oculta en lo más profundo de tu ser siempre esta ahí y es lo que te hace más fuerte, por que la esperanza es lo que muere al último, si puedo conseguir aferrarme lo más que pueda a ella lograre hacer grandes cosas.

Cayendo en un abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora