Volver

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Después de que Dalia se fue el docto regreso con su mirada pesada.

—¿Cómo te sientes Masón? —dijo el doctor sin mirarme.

Espere un momento, pues aun no me sentía listo.

—Masón —repitió.

—Cansado –respondí.

La mirada de el doctor fue de sorpresa, el esperaba que no saliera del shock o no al menos en unos meses y lo sé por que una vez que "dormía" lo escuche decirlo.

Ahora el estaba parado enfrente de mi con una cara de asombro que nunca había visto, se acercó a mi con una lámpara, me examino, toco un botón en la pared lo usaban para llamar a los doctores cuando me ponía mal.

Esta vez fue diferente, varios doctores llegaron junto con ellos estaba Aiden, entonces todos se me quedaron viendo como de costumbre, el doctor que estaba a mi lado se dirigió a Aiden y le dijo algo al oído, entonces dio un paso adelante y empezó hablar.

—Estas bien Masón —dijo tranquilo.

—Si, quiero irme de aquí —dije seguro.

—Hagan lo que dice el niño —dijo mirando a los doctores.

—Capitán Aiden no podemos dejarlo ir así tenemos que hacer el procedimiento —insistió el doctor.

Aiden miro al doctor con una cara de aburrimiento y dio un paso más para acercarse.

—Masón por orden del estado deberé realizarte algunas preguntas, bla, bla, bla, si no estas en condiciones de responder deberás estar en observación por una semana o hasta que sea necesario de acuerdo —dijo irritado.

—si —conteste firme.

—¿Cual es tu nombre? —preguntó

—Masón lee White —dije como si nada.

—¿Qué edad tienes? —dijo él.

—14 años —dije, nunca me gustó decir mi edad.

—¿Sabes por que estas aquí? —preguntó.

—Estuve en una situación complicada y caí en un estado de shock —dije pues es lo que sabia.

—¿Sabes que día es hoy? —dijo él.

—No —dije inseguro, había dejado de contar los días ya.

—Masón hoy es 16 de enero, estuviste 2 semanas en shock comprendes lo que te digo —dijo Aiden.

—Si —dije para terminar.

—Bien es todo, el niño está bien llévenlo a su habitación —dijo dando órdenes.

—Creó que deberíamos avisar primero, al capitán McCall el fue el que lo trajo aquí después de todo —dijo el doctor listo.

—Y seré yo el que lo saque, así que si no tienen nada más que hacer salgan de la habitación yo haré el papeleo —dijo molesto.

Todos los doctores salieron, no entendía a que se refería con que el Capitán McCall me había traído, estaba seguro que había un error.

—Bien niño te llevare a casa —dijo mirándome.

—A que se refería el doctor con que el Capitán McCall me trajo fuiste tu —dije confundido.

—No masón, no fui yo —dijo sin verme.

—De que hablas fuiste tu el que me saco del carnaval, tu me levantaste del suelo, tu me metiste al autobús, tu estabas conmigo cuando me desmaye —dije seguro.

—Ese fui yo Masón pero no fui el que te trajo hasta aquí, no lo recuerdas cierto —dijo triste.

—Recordar que —dije asustado, solo recordaba despertar en el hospital.

—El accidente Masón, estábamos a punto de llegar cuando mire atrás para ver como estabas, fue un segundo solo un segundo, un auto salió de la nada entonces trate de esquivarlo, el auto dio vueltas —dijo cansado— Masón casi mueres por mi culpa, saliste disparado del autobús, cuando llegue a ti no respirabas Masón, que no lo sientes -dijo desesperado.

—Sentir que —dije preocupado y desconcertado.

—La herida Masón —dijo confundido.

Entonces Aiden se levantó, se acercó a mi y señalo mi abdomen, al levantarme la playera fue cuando lo vi, tenía vendado el abdomen no lo recordaba, no recordaba nada del accidente no sentía la herida.

—No pude levantarte del suelo, no pude —dijo repitiéndolo, castigándose por un error tan humano.

—Por que no me lo dijiste la vez que viniste —dije confundido.

—No pude, pensé que ya tenías suficiente con lo de Emma y no podía decírtelo, no podía decirte que te deje en el suelo Masón, yo te deje tirado, te deje solo sabía que no lo lograrías aunque te hubiera logrado cargar, te deje te di por muerto, el capitán McCall te vio y te trajo aquí, no podía decírtelo, no podía soportarlo por eso no volví, no podía verte niño, no podía verte a los ojos —dijo soltando un par de lagrimas.

—Aiden esta bien, estoy bien, estoy vivo, no es tu culpa yo hubiera hecho lo mismo —dije para calmarle.

Me abrazo y se puso a llorar, repetía que lo sentía y yo solo le decía que estaba bien, pero entonces algo despertó mi interés.

—Aiden si no querías verme que hacías en el hospital hoy —dije confundido.

—Lo conseguí niño —dijo feliz.

—Que cosa —dije inseguro.

—Sé por que murió Emma –dijo serio.

Sentí un pequeño escalofrío, Aiden lleno unos papeles mientras yo me vestía, salimos de la habitación y recorrimos todo el camino en silencio, cuando llegamos a la habitación Aiden me abrazo, me dijo algo al oído en ese instante todo cambio.

—Ve el DVD que está en tu consola Masón, ella se suicido —dijo en un susurro.

Cayendo en un abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora