Pasó casi una hora y Fran todavía no regresaba de la sala de reuniones. Tampoco había señales de Maslow, ni de Evant.
Mi impaciencia por saber de qué se trataba esa misión que Leonard le había asignado a los chicos me tenía con los nervios de punta. Principalmente porque yo sabía cómo operaba el FBI.
Maslow, quien era el jefe del departamento, era quien por lo general asignaba las misiones, y coordinaba a todos porque era el jefe. Eso me preocupaba porque solamente un caso verdaderamente urgente haría que Leonard le ordenara salir e intervenir en el caso junto con los agentes.
Me llenaba de preocupación porque si se iba a ir se debía a que el caso se estaba saliendo de control.
Sentía que la cabeza me daba vueltas porque también le sumaba que en cuestión de nada ya me mandarían a la misión también a mí.
Me traté de masajear la sien, fracasando el resultado de tranquilidad que pesé que tendría al hacerlo, a causa de otro de mis pensamientos depresivos:
Si tenían una misión tan delicada como para que el jefe (Maslow) acudiera a ella, yo ya no estaría ahí para cuidarlo. Tampoco Zack. Ni Paul. Ni Liu Yen ni Michael porque ambos murieron.
–Sarah.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Fran, y le presté mi atención por completo.
–Dime.
Se acercó a mi escritorio y con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón podía interpretar a qué se debía aquella timidez.
–Maslow ya se va, y te venía a avisar por si querías despedirte.
Abrí los ojos hasta donde me permitió la expresión de terror. Incluso llegué a sentir que el pecho se me arrugaba por dentro.
–¿Se va a la misión? – me levanté de golpe y casi corrí, hasta que sus palabras me frenaron.
–¡No! Se va de mi casa porque ya hablamos. No te alteres. – me dijo y yo solté el aire en un suspiro. – Perdona. – se disculpó con tono sincero.
–No te preocupes, yo me alteré.
–No. – se aclaró la garganta. – Creo que eso que dije de ti y Zack sonó muy mal.
–No te preocupes Fran. No hay nada que ocultar ni mal interpretar. – le di una palmada en el hombro, y lo rebasé para ir por mi novio.
El sonido de mis zapatos dejaba un eco que a veces me gustaba.
Saliendo de la oficina me encontré con Connor, a quien ignoré por tener mi objetivo directamente en Mas.
Lo busqué con la mirada y estaba afuera, cerca de su auto.
Salí a zancadas para alcanzarlo. En el trayecto también ignoré a Evant porque mi objetivo era con Maslow, por lo que traté de transmitirlo en mi expresión facial y corporal.
Joe se volteó cuando escuchó mis pasos, y cuando lo hizo me reflejé en sus gafas de sol.
¿Había algo que no le luciera a este hombre? Se veía divino con ellas.
–¿Ya te vas? –le pregunté casi agitada por caminar tan rápido.
–Sí, tenemos que regresar a la oficina. Ya sabes, luego Leonard se pone especial. – dijo y yo fruncí las cejas.
–¿Especial cómo? – tuve curiosidad y pareció que se le tensaron los labios.
–Como tenemos un nuevo caso, está histérico. – dijo y yo me mojé los labios mientras asentía con la cabeza.
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Mi Protegida
RomanceDespués de la apasionante historia de Evant y Arianna en "Mi Guardaespaldas" llega "Mi Protegida", historia que gira en torno a Sarah y Maslow y puede ser leída de manera independiente. Sarah, de 29 años descubre estar profundamente enamorada del ag...