Capítulo 42

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La celebración por la fiesta de compromiso de Evant y Arianna había sido muy agradable, y tuve la oportunidad de conocer a nuevas personas.

Valeria era la mejor amiga de Arianna y se me hacía una chica llena de una chispa que no se podía acabar. Se veía que también estaba tantito loca, pero esa locura al parecer la describía bastante y la hacía única en medio de todos. Incluso podía decir chistes o cualquier cosa con tanta libertad que en mí despertó admiración. Sin duda, tenía una personalidad muy fuerte en cualquier sentido y por alguna razón, combinaba con la de Arianna. Y no bromeaban cuando decían ser como hermanas, pues se trataban como tal.

Ruth y Rosa eran las nanas de Arianna que me contaron la vida de mi amiga en diez minutos. Ambas parecían familia, pero no lo eran de sangre. Eran como Ariana y Valeria.

Después de conocerlas a todas me di cuenta que yo nunca había tenido una mejor amiga así. Claro, recordaba a mi gran amiga de la infancia llamada Alondra, pero en mi vida actual no contaba con una, pues siempre he sido solitaria en ese sentido y mis amistades en su mayoría son masculinas.

En fin, tampoco tengo problema, porque siento que me llevo mucho mejor con los hombres que con las mujeres, y eso que estuve en el ejército y no hice grandes amistades. Me tocó un escuadrón igual de frío que mi carácter en ese entonces.

Y hablando de mis amistades masculinas, acababa hacerme amiga – o algo parecido – del señor Foster. Era un hombre muy carismático y amable, aunque se le veía en el semblante que estaba traumado por el suceso de diciembre que peligraba su vida y la de su familia. De repente se ausentaba en sus pensamientos y se le veía el rostro como deprimido, pero me imaginaba que era parte del proceso de superación de ese caso.

El caso Foster había sido un caso sumamente difícil para todos, y ver al padre de Arianna tratando de dar lo mejor de sí, se me hacía algo muy noble porque era una noche para su hija. Una noche que tal vez no fuera fácil para él porque su hija se había comprometido, y eso significaba que tenía los días contados para vivir bajo el mismo techo que ella, porque después se quedaría solo, ya que su esposa se encontraba en prisión por ser una de las cuatro personas responsables de esa tragedia de diciembre y de todo el caso en sí. Y la soledad podía dolerle.

Pobre tipo, había sido más que pateado por la vida. Y eso me llevaba a otro pensamiento. ¿Arianna ya sabía que tenía un hermano por parte de su padre? ¿Qué pasaría con ese niño? Yo tenía bastante conocimiento de ese secreto, pero no me atrevía a ser indiscreta. En fin, solamente esperaba que las cosas fueran bien y que no se complicaran más.

***

Después de el gran acontecimiento del compromiso de los chicos, nuestro vuelo de regreso fue en la noche, y aunque la despedida me dolió porque no sabía exactamente cuándo volvería a verlos a todos reunidos, pues no había fecha de boda establecida. Y me deprimía también saber que me quedaría en la casa de Maslow, sin ir a trabajar al FBI.

Me levanté antes que Maslow para que desayunara temprano y conmigo, así que le preparé jugo de naranja, huevos estrellados, frijoles fritos, tocino, pan tostado, y bueno, le puse muchas ganas al típico desayuno completo americano.

Estaba terminando de poner la mesa cuando Joe salió del cuarto un tanto despeinado y sin camisa. Era toda una obra de arte andando en forma de humano.

Su cara tenía un poco de asombro combinado con confusión por verme despierta y con todo listo.

–¿Y esto? – dijo con una sonrisa tímida.

–Buenos días. – le dije y me rodeó la cintura con sus manos.

–¿A qué hora te levantaste? Son las siete y ya tienes de todo preparado.

Mi ProtegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora