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Hades sonrió con una pizca de nerviosismo y locura, nunca antes alguien pudo liberarse con tanta facilidad de su poder. Normalmente a las personas les podía llegar a costar semanas enteras o hasta meses lograr esa hazaña, y la mayoría de las veces ni siquiera lograban hacerlo muriendo en el intento. Su sonrisa crecio cuando vio bajar una linea de sangre por la nariz de ese chico castaño, clara señal que sea lo que sea que haya visto le afecto mucho más que al otro.

- ¿Como te atreves?- lo escucho gruñir al mismo tiempo que limpiaba la sangre de su rostro de un manotazo- ¿Tienes idea de lo que acabas de hacer?

- Mh... lo más probable tocar un punto sensible para que se doblegaran ante mi y hacerlos mis esclavos, pero veo que son más fuertes mentalmente que física, lo que es una lastima no podrán...

Una estaca paso muy cerca de su cabeza, la que no llego a su objetivo solo porque así lo  quiso Saga, el que apuntaba con su escopeta en dirección de su victima, con una furia demasiado grande gravada en el rostro, una que lo hizo casi rechinar los dientes antes de hablar para su sorpresa y la de todos, con una calma que no creyó tener.

- Jugaste con los recuerdos mas preciados que tengo de mi hermano gemelo, ¿Crees que dejare pasar esa insolencia?

Por alguna razón que ni el mismo supo explicar, Hades se sintió como un pequeño niño regañado por su padre o un hermano mayor, cosa que no le gusto para nada. Aioria vio a su compañero y no dudo un segundo en cargar también su arma y prepararse para la que parecía ser su ultima cacería, aunque así lo fuera daría todo en ella para acabar con ese desgraciado vampiro de una buena vez por todas. El mundo ya no temerá  a su maldita presencia ya nadie más pasaría por lo que pasaron sus hermanos.

- Ja...- rió casi sin ganas- tal parece que en verdad ha llegado la hora de pelear en serio. Pero lo siento no sera contra mi.

Hizo sonar sus dedos y a los segundos los pasos de una persona se escucharon. Ambos supieron que eran los pasos de alguno de los esclavos de ese sujeto. Sin embargo ninguno  de los dos espero que apareciera un chico rubio de apariencia delicada muy maltratado, desde lejos se notaban las heridas y moretones que adornaban su cuerpo, estos eran tantos y tan grandes que se veían dolorosos.

- No se dejen llevar por como luce, es más fuerte de lo que parece. Todos tuyos Shaka.

Apenas termino de hablar, el muchacho frente suyo se les tiro encima como si su vida dependiera de ellos, aunque por estar en manos  de Hades su vida colgaba de un hilo todo el tiempo, un hilo que en cualquier momento podría romperse. Aioria alcanzo a atraparlo antes de que lograra hacerles alguna herida. Ese chico no era muy fuerte es más que obvio que fue un distraccion, una que Hades no tuvo la oportunidad de aprovechar. Saga intento alcanzarlo pero no contó con que el vampiro ocuparía su fuerza y velocidad para escapar de su manos, riendo como un niño en un juego.

- Maldito chupa sangre, ¡Ven aquí y da la cara de una maldita vez! - volvió cargar su escopeta con la ultima estaca que le quedaba-¿O acaso solo alardeas de tu poder para asustarnos?¡Eres más patético de lo que pensé!

Desde su espalda una figura apareció con claras intenciones de querer matarlo. Reacciono de repente disparando su arma sin apuntar, termino fallando y perdiendo la estaca, la que se hizo pedazos tras chocar con una pared. Maldijo por lo bajo, su suerte no podía empeorar o eso creyó, supo que las cosas podían ponerse peor al ver a su fiel halcón en los alrededores del lugar, si ese maldito se daba cuenta de su presencia podía ocupar a su ave como forma de mantenerlo a raya.

- ¿Viste algo interesante?- ese susurro lo escucho muy cerca de su oído- ¿Mh, que extraño? Los halcones peregrinos no se ven muy seguido por aquí ¿Acaso es tuyo?

El desgraciado ese parecía tener vista de águila y la capacidad para leer las mentes, pero ni con todo eso se dejaría asustar, solo rogaba para que Kokuto no hiciera lo mismo que en su pelea con ese demonio llamado Deuteros, pero sabia el cariño que le tenia esa ave, es el animalito más leal que ha tenido, es casi como si el mismo Kanon lo cuidar a través de Kokuto.

Dio una vuelta tratando de tomar a ese hombre de cabellos negros por sorpresa, sin pensar que ya estaría preparado para su ataque, Hades sostuvo su muñeca con fuerza y lo acerco a su cuerpo, su rostro tan pegado al suyo que de querer hacerlo fácilmente podía robarle un beso.

- Tu sangre debe ser deliciosa.

Forcejeo cuando esos colmillos comenzaron a acercarse a su cuello, al mismo tiempo que unas garras pasaron muy cerca de sus ojos. Paso lo que menos quería.

Hades esquivo por muy poco el zarpazo que casi le quita el otro ojo, estiro una mano atrapando de una de sus patitas a su amada mascota.

- ¿Que tal si te hago perder a otro ser querido?

Se paralizo.

Otro vez no. Su cuerpo no le respondía como quería. Podía ver a Kokuto aletear desesperado por soltarse, y él sin mover un musculo.

Algo grito en su mente, algo que lo hizo reaccionar. ¡No sucedería lo mismo que con su hermano! No se quedaría quieto viendo como le arrebatan la vida a otro ser querido. Con su mano libre sujetó con todas sus fuerzas el brazo de ese vampiro, el que rió de nuevo. Le enterró los dedos y las uñas con tal de salvar a su halcón.

- ¿Es en serio? Tanto por un animal.

- ¡Ahora Aioria!

Hades solo pudo sentir como una estaca se enterraba en su espalda, clavándose justamente en su corazón. Soltó a Kokuto, el que con dificultad voló al hombro de Saga.

Aioria miraba su mano derecha, en la que llevaba la cinta roja de su hermano, con esa mano le quito la vida a Aioros y con ella también pudo acabar con el culpable principal de su sufrimiento.

~•~

Kardia se levanto del suelo con una seriedad que ni Dégel vio alguna vez, aferraba entre sus manos ese anillo de hielo que su amado pelirrojo hizo con sus ultimas fuerzas, el que no se derretiria nunca, pasaran los años que pasaran esa pieza de hielo seguirá intanta. Lo puso con cuidado en su dedo anular de la mano izquierda.

- Milo.

Su hermano solo pudo levantar el rostro en su dirección tratando de adivinar que pasaba por su mente ahora.

- Llevarte a nuestro padre y Camus de aquí,  reúnete con los otros dos y salga de este infierno.

- ¿Que harás tu...?- no le dio tiempo a responder- ni creas que te dejare solo.

- Milo, solo por esta vez hazme caso
Yo estaré bien, te lo prometo. Solo... quiero acabar con esto de una vez.

- Kardia...- la debilidad voz de Camus llego a sus oídos-  no te sacrifiques.

- ¡No lo haré! Aun no es tiempo de que alcance a mi esposo.

🔥

Tarde pero aquí esta! 🎉

¡Nos acercamos al final bellezas mías! 😭 y vamos a llorar de nuevo.

ScorpioNoMilo.💕

Cacería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora