4.

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Creía que ese cazador había perdido la cabeza por completo, ¿Ayudarlo a rescatar a su familia? Si, definitivamente estaba loco, si su padre es el hombre que recordaba como el consorte de Zaphiri seria muy difícil salvarlo, no lo dejaría ir a menos que cayera muerto, y un solo cazador no seria capaz de lograrlo. Y si Kardia es el que él conocía, no quería imaginar que pensaría cuando se enterara que se fugó con su mellizo por su propia voluntad.

- ¿Lo harás?

- Con la poca fuerza que tengo no te servire de nada.- tal vez sonaba a excusa pero era cierto lo que le decía, estaba lleno de heridas que no terminaban de sanar, no comía nada desde hace varios días y la fuerza comenzaban a abandonarlo.

Milo extendió su muñeca de nuevo, si ese era el problema no tenia porque pensarlo demasiado, solo ofrecer algo de su sangre ese vampiro, el ya la probo antes un poco más no haría una deferencia.

Camus trago saliva, se le hizo agua la boca,  no recordaba la ultima vez que se  alimento como debía de sangre humana, y la de este en especial contaba con un sabor que no se encontró antes, uno que lo invitaba a conservarlo para si mismo, tal como hizo Dégel, aunque estaba seguro que su hermano no huyó con ese humano solo por eso, lo conocía lo suficiente para saber que algo mas sentía por él.

Sus colmillos picaban, estaba apunto de lanzarse a su muñeca y saciar su hambre, si lo mataba tendría la fuerza suficiente para escapar de ese lugar, pero su mente le recordaba que a pesar de que fueran enemigos ese sujeto le salvo la vida en una ocasión y ahora le ofrecía una forma de escape. Aparto la mirada, no quería seguir viendo la sangre de su muñeca sino no se controlaría.

- Ve a buscarme un conejo o algún animal de ese tamaño, estaré más fuerte en unos días.

- Perfecto, me da tiempo a pensar los detalles.

No le dio tiempo a que le dijera algo solo salio de la celda con rumbo al bosque, cuando salia de la iglesia se encontró con el sacerdote admirando el camino al bosque el que seguían siempre para cazar a sus presas.

- Señor.

- Milo, si vas a cazar no llegues muy tarde a las bestias les gusta salir en las noches.

No le entendio en un principio sino hasta que recordó la fecha que era, una que estaba casi maldita para su superior, una en la que mataba a 17 vampiros con sus propias manos, la edad que tenia su hermano menor cuando murió, era su forma de vengarlo.

Decidió irse y dejarlo solo con sus recuerdos.

Lemur, conocido por ser un despiadado con quienes se lo merecen, la persona más cruel que pisa la tierra cuando se hace enojar; así se conoce ahora, pero muchos aseguran que antes no lo era, no importaba que ya estuviera al mando de los cazadores no era tan cruel con los vampiros que caían en sus manos,  les daba una muerte rápida después de una interrogación, su objetivo de  encontrar de nuevo al líder era la prioridad hasta que ocurrió una tragedia.

"Siendo el mayor de tres hermanos debía velar por los menores, unos gemelos de 17 años que le sacaban canas de todos los colores posibles, Kanon principalmente, Saga no hacia nada muy malo siempre y cuando no estuviera el menor con él lo que pasaba muy pocas veces.

Ese día volvía de una de las pocas cazas a las que iba desde que tomo el mando, solo acudía cuando era necesario.

Volvía a su casa esperando encontrar a sus mocosos dormidos o por lo menos no armando un desastre, algo muy poco probable. Saga posiblemente estaria con el niño castaño que le presento hace unos días, ya no se acordaba de su nombre. Cuando iba a entrar a su casa escucho un grito, uno que tenia la voz de alguno de sus hermanos.

Era una noche sin luna, ambiente perfecto para que los vampiros salieran en busca de alguna presa distraída. Corrió todo lo que sus piernas le daban en dirección de donde escuchaba gritar a sus hermanos, los dos estaban en problemas. 

- ¡Saga, Kanon ¿Donde están!?

- ¡Sueltalo!

Estaban cerca y en peligro. Dentro del bosque se escuchaba la voz de Saga gritando para que dejara en libertad a su gemelo. Su corazón latía como un loco y sentía que el camino se le hacia eterno, cuando llego ya no había mucho que hacer, vio con sus propios ojos como un vampiro rubio encajaba sus dientes en el cuello de Kanon, como este trataba de soltarse, gritaba y pataleba. Quedo en blanco cuando vio como pateaba a Saga lejos evitando que se acercara, como la sangre comenzaba a bañar su ropa, la lagrimas bajar por su rostro.

No supo en que momento pero corrió a tratar de salvarlo, el vampiro se dio cuenta de su presencia y supuso que al notar el parecido entre los tres, succionó con mayor fuerza la sangre de su hermano, trato de acercarse pero Kanon lo pateo.

- No hay nada que hacer...- le sonrió apenas- cuida a Saga.

Dicho eso su cuerpo inerte cayó al suelo. La furia lo cejo, aun así no dejo que su víctima lo supiera  se dio el tiempo de quitarse la gabandina y cubrir a su hermanito con ella.

- Pagaras...

Torturó de la peor manera posible a ese vampiro, corto sus dedos, sus brazos, rompió sus piernas y lo dejo colgando de  un arbol esperando la luz solar, la que lo quemo hasta no dejar rastro de él.

Volvió donde el cuerpo de Kanon se  estaba, encontró a Saga abrazándolo con fuerza negando una y otra vez lo que había sucedido, no quería dejar ir a su gemelo."

Desde esa noche pasaron casi más de once años, la cantidad de tiempo que llevaba matando a sangre fría a cada chupa sangre que caían en sus manos, y el mismo tiempo que llevaba sin escuchar  la voz del único hermano que le quedaba, ahora cada vez que quería comunicarse con él le daba pequeñas notas escritas, por mas que intento nadie lo volvió a escuchar decir una sola palabra. Empeoró cuando su pareja también fue asesinado por un vampiro.

Pero ahora tenia a uno de los pocos puros que quedaban, estaba en sus manos podía debilitarlo lo suficiente para que no tuviera más opcion que llevarlo al nido, para poder acabar con su líder de una buena vez, para acabar con cada uno de ellos.

🔥

Como extrañaba escribir tragedias... aunque si me dolió y mucho 😭

¡He vuelto bellezas!

ScorpioNoMilo.💕

Cacería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora