Razones.

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Kardia desde que llegó al nido a manos de ese vampiro pelirrojo, al comienzo lo odiaba de una manera en la que no odio a nadie antes. No quiso que estuviera cerca de él por nada del mundo.

Hasta que comenzó a ver conductas en ese vampiro que se le hicieron tan extrañas.

Aveces volvía a esa habitación que usaban como prisión, lleno en heridas, jadeante y hasta le costaba caminar, sumándole la preocupación de otro vampiro que se le parecía. La curiosidad le ganó de saber que le pasaba.

Un día se quedaron ambos solo y Dégel con heridas recientes de una aparente lucha, decidió ayudarlo sin saber porque realmente.

- ¿Que hacés?

- ¿Qué? Por muy vampiro que seas y tengas una regeneración bien loca no te salva de infecciones. - siguió tratando de vendar una herida ante esa mirada violeta, la que no esperaba de su rostro- Dime, ¿Que hacés para llegar tan herido siempre?

- No es de tu incumbencia... ¡Au!, ¡Eres un maldito salvaje, eso me dolio!

- ¡Lo voy a volver a hacer hasta que me digas! Eres una especie de guardia, no seria divertido enfrentarme a ti en malas condiciones.

Fue la peor excusa que inventó en su vida, pero no encontró otra manera de que ese vampiro le dijera la verdad. Dégel suspiro antes de dejarse atender las heridas.

- Es para proteger a mi hermano, creo que te has dado cuenta de que solo toma sangre de animales y a nuestro padre y líder no le gusta eso. Muchas veces a querido hacerle daño, el que recibo yo en su lugar. Camus no tiene la fuerza para defenderse de él ahora.

Por algún razón eso le hizo recordar a su propio hermano mayor, todas las veces en que Milo lo sacaba de sus problemas las veces en las que se cuidan mutuamente.

Esa conversación,y el tipo de gestos que comenzó a tener con él fueron ganándose un pedacito de su corazón, la vez que por error le dijo que le gustaban las manzanas unas diez llegaron a sus manos. No tenía porque tratarlo tan bien, no sabía porque lo hacía pero de cierta forma de lo agradeció. Un día que volvieron a estar solo ellos dos Dégel le robo un beso, uno que devolvió con mayor intensidad y unos días después decidieron escapar del nido.

Dégel incluso le rogó a Camus que se fuera con ellos, pero el vampiro menor no quiso alguien debía quedarse ahí para que tuvieran tiempo de huir.

- Kardia, cuídalo.

- Lo haré, no te preocupes.

❄️

Cositas hermosas, así comenzó ese amo loco 😍

ScorpioNoMilo 💕

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