21.

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"Ya no recordaba cuantas veces intento escapar, en alguna de esas oportunidades logro salir del nido, ver por momentos su tan ansiada libertad  la que no duraba más allá de unos minutos, Zaphiri siempre lograba encontrarlo, atraparlo y llevarlo de regreso a su prisión.

Pero una vez, en su último intento de escape, cuando ya lo llevaba casi desmayado en sus brazos le dijo un detalle que seria clave para su último plan.

- No importa cuantas veces intentes escapar, tu sangre siempre me guiara a ti, no importa donde estés.

Desde ese día pasaron unos meses en los que fingió rendirse, convenció hasta a Itia de eso, su amigo esa vez suspiro con alivio, creyendo que ya no se pondría en peligro de nuevo. Le dolió un poco ver su rostro cuando se dio cuenta de su idea suicida, si lo descubría en pleno escape esta vez su vida de verdad correría peligro, a ese vampiro no lo importaría nada y terminaría con él de una vez por todas.

Si su sangre es su guía, dejaría algo con ella para confundirlo. Lastimo su muñeca, la que estaba llena con cicatrices de los colmillos de Zaphiri, empapó un paño con su sangre al mismo tiempo que detenía el sangrado, ahora agradecía poder curarse tan rapido, pero al mismo tiempo no le gustaba nada que esa misma razón fuera la que lo tenia cautivo y temiendo por sus hijos.

Debía hacer ese último escape, sino lograba salvarse a si mismo por lo menos salvaría a sus niños. Con esa idea en mente dejo su trampa lista y comenzó a caminar por los pasillos que ya conocía de memoria,  viendo complacido que ningún vampiro aparecía en su camino y aunque lo hicieran no podrían atacarlo, era una de las ventajas de ser el "consorte" del líder, solo Zaphiri  podía tocarlo si algún otro se atrevía pagaría con su vida. 

Comenzó a correr confiado sin pensar que alguien si se atravesaría en su camino; un hombre rubio que cuando fue humano era ciego, ahora lo miraba con un par de ojos casi rojos que le daban algo de miedo, un miedo que no dejo ver.

-Asmita.

- Intentas escapar de nuevo.

- ¿Vas a impedirlo acaso? Te recuerdo que no puedes tocarme.- no le gustaba aprovecharse de eso, pero debía utilizar esa carta si quería salir de ese maldito lugar.- ¿O le dirás a tu amado Demonio?

Asmita solo miro al frente, casi como ignorandolo. Eso no era para nada bueno. Conocía a ese rubio de cuando era el sacerdote de la iglesia de los cazadores, antes de que ese Demonio lo convirtiera, antes de que lo enamorada de una manera que nadie sabia. Conocía esos silencio de los que significaban que nada bueno venían con ellos.

- Esta cerca, tu "querido" esposo.

Se tenso si querer, dejando su miedo ser visible por unos segundos los que el vampiro ignoro a propósito.

- Deuteros esta cerca de la entrada norte ten cuidado.

Con esas palabras se fue. No podía tener tan mala suerte era la única entrada que contaba con poca vigilancia, pero debía intentarlo.

Ni el mismo supo como logro hacerlo pero pudo salir del Nido, volvió a sentir la luz del sol en su piel y el viento. Quiso llorar porque hasta ahora no se sentía perseguido, quería decir que Zaphiri  había caído en su trampa y debía aprovechar el tiempo que le quedaba antes de que se diera cuenta de que se volvió a escapar, corrió con todas sus fuerzas cuando reconoció la parte del bosque en donde ese encontraba, estaba cerca de una cabaña que podía usar de escondite, la que encontró más rápido de lo que pensó.

Nunca pensó que a ese mismo lugar llegaron sus niños pocos después"

Kardia y Milo por un momento se olvidaron del todo, del peligroso que corrian sus vampiros, que Lemur o Saga podían aparecer en cualquier momento, solo abrazaron a su padre con fuerza cuando vieron con sus propios ojos que está vivo, y que está en el mismo lugar que ellos.

- Creí que ya no los volviera a ver.

Abrazaron más fuerte a Krest al escuchar su voz casi quebrada, se notaba demasiado que estaba llorando, cuatro años separados no eran para menos.

- Han crecido tanto.

Kardia apenas tenia 18 años cuando fue secuestrado por ese loco, Milo con 21 debió hacerse cargo de su hermano y de todo. Cuanta responsabilodad en los hombros de su hijo, una que aún no debía tocarle.

Dégel los miraba feliz por ellos, pero con algo de envidia, su padre nunca fue tan cariñoso con ellos, siempre los culpo de la muerte de su madre, los obligo a hacerse más fuertes de forma rápida todo para que les sirvieran de algo más adelante. Cuando Camus dejo de beber sangre humana temió que quisiera matarlo y se ofreció a cazar por los dos para que dejara vivir a su hermano. Nunca sintió esa clase de cariño que veía, ese cariño paternal que tanto él como Camus quisieron desde niños pero nunca se les dio.

- Debo advertirles, que tal vez me encuentre pronto.-  Milo iba a reclamar, o dar una idea para que se ocultara, para que no los volvieran a separar pero no lo dejo hablar.- Logre lo que quería, pude encontrarlos antes de él me encuentre a mi. Deben escapar, esconderse si es necesario; Zaphiri los busca, por nuestra sangre. Aunque les cueste creerme somos descendientes de lobos, por nuestras venas corre su sangre...

Estuvo apunto de pedirle o incluso rogarles que se escapar de las garras de ese vampiro, de no ser que Dégel se puso de pie de pronto mirando la puerta con el miedo muy claro en sus ojos.

- Esta aquí.

Con su cuerpo bloqueo la habitación en la que Camus seguía dormido.

La puerta principal se abrió despacio dejando ver a un hombre de cabellos negros que Krest reconoció en seguida. Zaphiri apareció en la entrada sonriendole como siempre, esa sonrisa que odia tanto.

- Debo decir, pequeño lobo, que tu trampa si funcionó unos momentos.

~•~

Aioria no sabia que hacer si quedarse aún al  lado de Lemur o escapar. Tratar de encontrar a Milo de alguna forma y ayudarlo en su búsqueda, tal vez de esa manera él también podría encontrar al vampiro que asesino a su hermano. Quiso correr cuando sintio la roja mirada de Lemur sobre él.

- Aioria.

Pego un salto cuando escucho su nombre, estaba seguro que ese hombre ya no es de fiar al ver como esa maldita neblina que mato a sus compañeros a él no le hizo nada.

- Mantendrás tu boca cerrada.- lo tomo con fuerza de las mejillas-  sé lo que viste y sé lo que estas pensado, por tu bien será mejor que no digas ninguna palabra de esto.

🔥

¡Preparen sus estacas!

ScorpioNoMilo 💕

Cacería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora