42.

368 63 251
                                    

Kardia estaba decidido a acabar con sus propias manos con la existencia de ese ser miserable que le arrebato a su bello vampiro, como se lo dijo a Dégel hace muy poco, quitarle los ojos sería las mínima tortura que se merecía, sin embargo sabia que no podía tomarse tantas libertades de tiempo con él, a la mínima herida que pudiera hacerle debía atacar de nuevo.

Sentía su enojo crecer cada que miraba el rostro tan calmado que Zaphiri  mostraba, casi como si las cosas estuvieran saliendo como el quería, sin saber que se llevara una enorme sorpresa. 

~•~

M

ilo aun sin estar por completo seguro de que hacer, o si era en verdad bueno que dejara a su hermano pelear solo, sacaba a su padre y Camus de ese infierno. El primero apenas podía mantenerse en pie, culpa de las heridas que iban sanado de a poco. El segundo, caminaba a su lado mucho más serio y callado de lo que él consideraba normal, no hallaba la forma de decirle alguna palabra de aliento o algo por el estilo. Nunca vio morir a ningun ser querido frente suyo, imaginaba la tristeza y desesperación que debió atacarlo en ese momento, ver morir a su mellizo sin poder ayudarlo de alguna manera.

Un ligero codazo de su padre lo hizo salir de su mundo de dudas, le dio una pequeña mirada antes de hablar.

- ¿Camus...?

- Estoy bien.

Eso dejaba en claro que esta todo menos bien. Abrió la boca para decir algo pero de nuevo las palabras se le quedaron atascadas, más aun al darse cuemta de que no era un buen momento para hablarlo, debían concentrarse en salir de ese lugar. Se trago toda la frustración que cargaba ¡Tampoco podía dejar las cosas asi!

Sin soltar a Krest pudo robarle de alguna forma un beso a ese pelirrojo que se robo su corazón, Camus lo quedo mirando sin saber que hacer.

- Saldremos de aquí y podrás decirme todo lo que te estas guardando.

El vampiro no le respondió, pero de todos modos lo tomo como un si. Siguieron avanzando hasta lo que parecía ser un especie de salón bastante destruido producto de algún enfrentamiento. No muy lejos Saga revisaba a Kokuto y Aioria acomodaba en sus brazos a un chico rubio.

- ¿Que paso aquí?, ¿Y él quien es?

- Tuvimos nuestra venganza y él creo que se llama Shaka, era un esclavo de ese Hades. ¿Donde esta Kardia?

- No es tiempo de hablar, tenemos que salir de aquí.

Apenas dio un paso cuando el ruido de batalla llego a sus oidos, quiso volver de inmediato algo le decía que no debía dejar a Kardia solo, mucha experiencia en las cacerías tendría pero nada se compara con el poder que tenia Zaphiri, ese vampiro fácilmente podía matarlo. Estuvo a punto de olvidarse de todo e ir donde su hermano menor.

- No vayas Milo, de todas maneras Dégel no dejara que abandone su vida tan fácil.

Camus miraba en la misma dirección, igual de preocupado que él pero confiando aún más que él mismo. Sintió una angustia atacarlo; si Zaphiri moría ese hermoso pelirrojo que tiene en frente partirá poco después.  

- Un momento, ¿Donde esta el idiota de mi hermano?

Solo en ese momento se dieron cuenta de que Lemur no los seguía.

~•~

Z

aphiri reía con ganas, con histeria. El peor escenario de su vida se hallaba frente a sus ojos, por un lado un descendiente de los lobos, y por el otro un media sangre y como si fuera una broma era su propio hijo. Sentia la muerte muy cerca, una que no seria para nada bonita.

- En verdad...- volvio a reír- ¿Creen que pueden matarme?, ¿¡Que pueden hacer un sucio media sangre y un niño que apenas despertó su poder!?

Lemur no contesto, aferraba entre sus dedos la escopeta que Milo dejo tirada. Sabia que sin un plan no tenían muchas oportunidades y también que ese vampiro tenia mucha razón, Kardia no sabia que hacer con el poder que correr por sus venas.

Si embargo ninguno de los dos se espero que esta vez fuera el cazador el que riera.

- ¿Quien dijo que apenas lo desperté?- su sonrisa se agrando dejando ver como un par de colmillos diferentes a los de los vampiros crecían, y sus ojos tornándose de un fuerte color ámbar- ¿Acaso olvidan que pase más de un año de mi vida con un vampiro?, Dégel me ayudó a controlar este poder. También me enseño ¡Que tienes  mas un maldito punto débil!

De un momento  a otro ese cazador llegó a su lado, pudo esquivar apenas una de sus manos, en la que no solo llevaba una daga mas que lista para cortarle el cuello y también  una enormes garras que amanezaban con herirlo. Si Krest pudo dejarlo con heridas difíciles de curar, no quería imaginar que podía hacerle ese niño. Intento atrapar su mano, pero sintió una patada en las costillas que lo empujo hacia atrás.

- ¡Prepara esa maldita escopeta!

Lemur tardo en reaccionar, la fascinación de ver a un lobo en batalla lo distrajo, pero apenas pudo tuvo lista su arma. En este instante no le importaba que ese muchacho pasara a llevar su estatus en la iglesia de cazadores, es mas importante acabar con esa amenaza de una vez por todas, que se fuera la mitad de su vida con él no le interesaba en lo absoluto. 

Kardia tenia acorralado al culpable del sufrimiento de sus seres queridos, al culpable de la muerte de su amado vampiro, el que no tenia la culpa de lo que paso con su madre, el que recibió el rechazo y el odio mal infundado de ese hombre que se hacia llamar su padre. Al que ahora podría acabar con sus manos. Antes de que Zaphiri  pudiera atacarlo con esa larga uña que apareció en su mano o ocupar esa parálisis extraña, dio un golpe certero entre sus costillas sacando el aire y evitando que se moviera. Lo empujo seguro de que no podría moverse por unos segundos.

- ¡Dispara!

Dio la orden al mismo tiempo que el mismo atacaba su cuello con la daga entre sus manos. Dégel se lo dijo, para acabar con el jefe y señor del Nido, debía destruir su corazón y cortar su cabeza solo así moriría de verdad.

La estaca penetró en su corazón al mismo tiempo que él cortaba su garganta.

Una muerte rápida, la que se llevaría también a cada hijo de sangre de pura que haya tenido. Como le hubiera gustado poder torturarlo como se lo merecía.

- Bien jugado niño...- su voz se escucho mas como gruñido que otra cosa.

- Espero que te pudras en el infierno, y que nunca encuentre de nuevo a la mujer que decías amar, creo que ella se merecía a alguien mejor.

- ¿Se acabó?

- Al fin.

Kardia miro en anillo en su mano izquierda, teñido con la sangre de su enemigo del que ahora solo quedaban cenizas.

- Descansa en paz Degel.

🔥

Lo vuelvo a repetir ¡Soy un asco para escribir peleas! 😅

¡Al fin el bicho negros estiro sus pincitas! Nuestros niños podrán estar en paz después de tanto 😢

¿Saben lo que eso significa? Que el próximo capitulo sera el epílogo 😭

ScorpioNoMilo.💕

Cacería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora