Castigo.

317 59 72
                                    

No podía quedarse mas tiempo encerrado en esa maldita habitación, que más que eso parecía una prisión,  una de la que tenia que salir como fuera para ayudar a Dégel.

Ya no podía soportar ver como su "padre" castigaba a su mellizo por culpa suya, su hermano soporto palizas brutales con tal de que no le hicieran daño a él, de las que si sufrió un poco de dolor y al no sentir nada ahora sospechaba que no era un castigo como los normales que solían darle, que ese vampiro estaría involucrado; de ser así la situación es peor de la que imagino.

Corrió hasta donde creía estaría Dégel, su corazón latía  como loco buscando a la única persona que de verdad le importa. Algo le decía que corría peligro, no su vida sino algo mas delicado que eso.

Mientras más se acercaba podía escuchar la risa de diversion de Hades y los gemidos de dolor de alguien. ¡Sabia quien era ese alguien! Importandole poco su propio bienestar pateo la delgada puerta que lo separaba de su hermano mayor.

Y sus peores miedos se vieron confirmados.

- ¡Dejalo, Hades!

- Oh, pero si es el vampirito que solo come conejos. ¿Que vas a hacer? No podrás sacarlo de esa alucinación.

La sonrisa que le dio solo logro que unas ganas enormes de enterrarle una estaca en la cabeza y en el corazón le nacieran. Otra vez su cuerpo actuó antes que su mente, cuando se dio cuenta una capa de hielo rodeaba a Hades el que trataba de escapar de una filosa punta cerca de garganta.

- No lo harías, sabes que el castigo sera peor y no lo haría yo, sino tu papito querido.

- Déjalo, en paz.

Poco o nada le importó la mención de Zaphiri, si debía enfrentarse a su propio padre lo haría. Ya no dejaría que siguieran lastimando a su hermano mayor.

Hades dejo libre a Dégel el que cayó como peso muerto al suelo, solo jadeaba en un intento por respirar.

Sin mirar atrás a ese vampiro de cabellos negros salio de la habitación dejándolo a un congelado, que él solo buscara la forma de liberarse.

Por casi tres días lo unico obtenia de Dégel era una mirada ida, la que reflejaba lo mal que lo dejo ese tipo. En momentos así solo podía abrazarlo con fuerza, abrazos que de alguna forma tenían respuesta. Algo muy dentro suyo le decía que Hades le mostró su peor pesadilla, en la que seguramente seria él el protagonista y que el otro pelirrojo buscaba confirmar si en verdad estaba ahí, si no era otra maldita alucinación.

Fue la semana más larga de su vida.

- Lo siento tanto...

¡Hades a la hoguera! 🔥

Comenzamos bellezas, serán cinco los capítulos extras 😄

ScorpioNoMilo.💕

Cacería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora