15.

552 96 148
                                    

Los pasos se sentían cada vez más cerca, y no parecían ser de una sola persona sino de dos. Se estaban quedando sin tiempo para actuar. La cueva no era muy grande por lo que no podían esconderse en el fondo y tampoco tendrían el tiempo para salir de ella y alejarse, solo les quedaba tratar de esconderse lo mejor posible sin hacer ruido, dos cosas casi imposibles en esa situación.

- ¿Que haremos?

Kardia le susurro a Milo, en un intento por encontrar una salida rápida.

- Solo podemos esperar. No podemos salir o nos verán... hay vienen.

Ambos se apagaron lo más que pudieron a la pared, tratando de no ser notados si esas dos personas pasaban cerca. No los escuchaba hablar lo que era una mala señal, lo más probable es que fueran cazadores o algo parecido. Kardia saco una pequeña navaja que siempre llevaba oculta en caso de emergencia.

Las sombras de esas personas se dejaron ver por un segundo en la entrada, Milo creyó reconocer una pero la otra no tenia ni la  menor idea de a quien le pertenecia. Los dos estaban preparados para cualquier cosa, pelearon contra vampiros en su momento un par de cazadores no se les comparaba.

Camus aun mantenía entre sus brazos a Dégel, tratando de mantenerse lo suficientemente tranquilo para poder atacar de ser necesario. De repente escucho pasos, pero unos sonaban seguros los otros como cuando obligan a alguien a avanzar.

- Camus dime que pasa.

- No lo sé. No veo nada, Kardia no me deja ver.

Sonrió un poquito al saber que su cazador trataba de protegerlo aun poniendo en riesgo su propia vida.

Los cazadores por fin aparecieron en la entrada de la cueva, uno castaño y el otro de cabellos azules oscuros.

- Aioria.

Milo solo alcanzo a decir el nombre de su amigo cuando lo vio tomar a su "compañero" con fuerza inmovilozandolo y tapándole la boca, Frodi de todos modos forcejeaba.

- Milo... ¡cuántas veces te dije que pensarás bien las cosas! saliste con nada, así no vas a durar ni una semana.

El nombrado estaba estático sin saber como reaccionar, dandose cuenta también que Aioria venia con mas carga de la normal para una caza, venia a ayudarlo.

- ¿Así planeas encontrar a tu hermano?

- De hecho gato, yo me encontré solito...

De haber sido en otras circunstancias no hubiera dudado en abrazar a Kardia pero ahora no era momento de eso. Debía deshacerse de Frodi pronto ante de que este encontrara la manera de avisarle a Lemur que encontro al traidor.

- Tengo una ofrenda de paz para tu vampiro.- sostuvo con mas fuerza al otro cazador, el que comenzó a retorcese como gusano buscando soltarse sin exito.

- Camus no bebe sangre humana.

- Pero Dégel sí- hablo Kardia, dejando Aioria confuso- no ha comido nada en dos días y este se ve gordito, no le caerá mal ¡Entralo!

Casi arrastrando entraron a la "presa" a la cueva en donde ambos vampiros trataban de ocultarse. Hasta que un ligero olor a sangre llego a su nariz, Camus hizo hasta lo imposible por ignorar ese aroma que le abría el apetito, Dégel lentamente se separo de su hermano menor. La mano de Kardia tomo la suya ayudándole a ponerse de pie. No necesito palabras supo lo que tenia que hacer.

A paso lento se acerco a su presa. Casi como hipnotozandolo por la imagen que mostraba. Aioria soltó al otro el que no tuvo tiempo de escapar cuando una mano tomo su rostro con algo de delicadeza, la que duro muy poco;  en un segundo los colmillos afilados del vampiro se clavaron el cuello de su victima la que gritaba con fuerza, pero su voz con el paso de los segundos se iba apagando de a poco.

Milo y Aioria desviaron la mirada, en cambio Kardia estaba encantado con la forma de cazar de su pareja. Como a pensar de estar matando a alguien no perdía esa belleza que lo caracterizaba, al contrario aumentaba. Dégel dejo caer el cuerpo al suelo, quito los restos de sangre que quedaron en su mano y sus colmillos, soltando un suspiro casi de placer al sentir como sus fuerzas volvían.

- Me acabo de enamorar más.

- Bien ya que mataron a ese, debo irme pronto. Lemur te esta buscando, nosotros eramos un equipo de exploración, no sé donde estarán los demás pero no tardaran en llegar a este sitio, deben escapar. Quédense con las cosas de Frodi, y también estas.- de su propio equipo saco una gabardina enorme y algo de comida.- esa se la robe a Aldebaran, espero que por lo menos puedan cubrir con ella a sus vampiros.

- ¿Porque nos ayudas? Perfectamente pude matarte.

Dégel no había bajado la guardia, no solo por pensar que podía ser una trampa sino que ahora debía cuidar de su hermano, sabia que Camus estaba luchando por ignorar el olor de la sangre, y en momentos así solos se concentraba en eso ignorando lo que pasaba a su alrededor.

- Tengo motivos que no pienso decirte. Ahora necesito que me lastimes.- cambio el tema de forma abrupta, ese pelirrojo no tenía porque saber los deseos que tenia de matar a ese vampiro que le quito a su hermano- no me creerán que un vampiro nos ataco sino tengo algunas heridas.

- Con gusto.

- ¡Pero tampoco te excedas!

~•~

Camus se mantenía aun en su pequeño refugio, escuchando lo que hablaban, reconocía la voz de ese cazador sospechaba que no era una amenzana pero aun así no salia de su refugio, sino le caería encima como lo hizo Dégel con el otro cazador.

Escucho pasos cerca y supuso que seria su hermano, supo que se equivoco donde se tardo en hablarle o tocarlo. Levanto la vista cuando otro olor a sangre muy conocido para él llego a su nariz. Tenia a Milo en frente el que lo miraba algo serio con su muñeca nuevamente herida y la sangre bajado por ella.

- No quiero.

- Debemos irnos, y la sangre humana te fortalece más que la animal. Si vas a ayudarme te necesito fuerte.

Lo quedo mirando unos segundos, aún resistiendo la tentación de morder su muñeca. Sin embargo sus colmillos picaban lo suficiente como para seguir soportandolo. La mordió con algo de fuerza, disfrutando del sabor que llegaba a su boca, un sabor del que no se aburría nunca.

- Tu hermano recuperó parte de su vista, supuse que te gustaría saberlo.

Cuando se separo lamio la herida ante la sorpresa de Milo el que no se espero que hiciera eso. Ninguno de los dos dijo nada unos segundos,en los que solo se escuchaba los pasos algo torpes de Aioria alejarse.

~•~

Debía encontrar una forma de salir de ese lugar, alguna manera de avisarle a sus hijos que el loco de Zaphiri  los buscaba para encerrarlos como a él o incluso matarlos frente a sus ojos para que se rindiera de una vez.

En contra de su instinto de supervivencia debía escapar de nuevo aunque la amenzana de matarlo se hiciera realidad. Haría lo que fuera con tal de salvar a sus niños.

🔥

¡Ya cayeron en mas redes del otro!

¡Era el gato salvador de bichitos! Pero no se crean don bipolar mayor anda bien cerca.

Milo y Kardia se nota que sacaron lo de no temerle le a la muerte de su padre xD.


ScorpioNoMilo.💕

Cacería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora