CAPÍTULO 23. ¿Han tenido algún problema presente o pasado con alguna pandilla?

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Pov Rámses:

Amelia había pasado la mañana, dispersa, abstraída en sus pensamientos, tanto que cuando le hablaba, respondía como una autómata. Anoche casi pierdo a mi hermano y a mi primo, yo también quería quedarme mirando el techo de la habitación, dejándome llevar por todos los pensamientos que esa casi perdida me produjo, pero sabía que hoy era un día muy importante, y no lo podía dejar pasar.

Gabriel me lo debía.

Mi hermano comenzó a desperezarse y cuando se giró terminó abrazando y montando su pierda en las almohadas, que preventivamente, había colocado a su lado. Menos mal que Amelia ya se había levantado porque de lo contrario la "empiernada" en estos momentos sería ella y el muerto seria Gabriel.

Tanto sobrevivir al robo de anoche, para morir en mis manos.

Bonjour frère - Buenos días hermano—lo saludé mientras se estiraba sentado en el borde de la cama, se levantó y arrastró los pies hasta el baño.

Que horas são?- ¿Qué hora es?—Gabriel bostezaba e intentaba mantenerse despierto.

Il est temps pour vous de sortir. Là-bas, ils t'attendent - Hora de que salgas. Allá afuera te están esperando.

Mientras se restregaba los ojos, torció las cejas. Comencé a grabar con mi teléfono, esto no quería perdérmelo por nada del mundo.

Mi hermano salió de la habitación conmigo siguiendo sus pasos muy de cerca, mi sonrisa era tan amplia que mis mejillas comenzaban a dolerme.

Afuera estaba nuestra familia reunida, esperando que él saliera, había sido el último en despertar y no habíamos querido molestarle el sueño, considerando que anoche nos contó cómo no había podido mover ni un musculo durante el robo, lo que le ocasionó dolores musculares en cada parte de su cuerpo. Hayden le dio un relajante muscular para que descansara mejor.

Conocía esos dolores, los habíamos sufrido después del secuestro de Stuart.

Pero ya había despertado así que había llegado la hora y a juzgar por la cara de nuestros familiares, todos estaban tan ansiosos como yo.

—Buenos días solecito—Mike besó a Gabriel—, ¿ya estás bien despierto? Necesitas estarlo.

Gabriel no comprendía por qué todos lo miraban, algunos apretando sus sonrisas, otros sin disimularla.

—Entonces, hijo—comenzó a decir mi papá—, anoche me llamó tu novia para avisarnos lo que estaba pasando.

Enfoqué con mi teléfono la cara de Gabriel, esperaba que la cámara lograse captar como su piel comenzaba a perder el color, porque había gastado mucho dinero en este teléfono por la promesa de sus excelentes cámaras.

—No fui su primera opción, intentó primero llamar a tu hermano, pero no atendió, luego a Amelia, pero ella no estaba cerca del teléfono, así que era la tercera persona en la lista de contactos de emergencia. Me sorprendió mucho que me llamase tu novia, considerando que la has mantenido en secreto demasiado tiempo, aunque al principio dijo que era una amiga y fue bastante comprensible, y atribuí sus nervios y balbuceos al hecho obvio de que estaba llamando para dar una terrible noticia.

Caminé alrededor de Gabriel, captando en todos los ángulos posibles su reacción.

—Por supuesto que en el momento lo menos que me importaba era que hablaba con esta "amiga", así que colgué el teléfono para llamar a la policía, mientras rastreábamos sus teléfonos para conocer a precisión su ubicación, por cierto, haremos ley en esta familia la prohibición de apagar los rastreadores, porque si lo hubiesen tenido encendido hubiese sido más sencillo.

No Juzgues La Portada 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora