Mi primer dia sin..

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Era sin duda el primer día más difícil para vivir. Aún lo recuerdo.

Si tuviese que colocarle un título sería "mi primer día sin Zack"

Me había enseñado a mi misma a vivir sin mi madre, incluso, aprendí a vivir sin mis padres, luego, perdí a mis tres amigas, dos en un incendio, la otra por una bala en la cabeza. Daniel había sido mi mejor amigo, mi hijo y compañero de aventuras, había superado todo poco a poco.

Nadie me enseñó a vivir sin Dylan. Quizás aprendería a vivir sin Zack, aun así, no sabia ni por donde empezar.

Pienso unos segundos en Dylan. Si el cielo me dejará hacerle una pregunta sería ¿realmente me dejarías estar a su lado? No se si me lo merezca, estaba segura que Dylan, Zack y las chicas estaban en el cielo, no era de esos dolores que podía soportar, este, era sin duda, el golpe más fuerte que la vida me ha dado, un propio ser humano arrebatandome todo lo que alguna vez soñé, no iba a poder soportarlo por mucho que lo intentará, ya no quería estar aquí, quería estar a su lado.

Desde entonces cuento los días sin Zack, sabiendo que pronto, podre saludarlo de nuevo. Es extraño que solo cuente los días sin Zack, pero, después de todo, había sido la última persona que quise mientras estuvo con vida.

Luego, dejo de ser egoísta, mi hija llega a mis brazos en cuestión de segundos, mi tristeza desaparece tan pronto como ha llegado. Estoy feliz de salvarla, ha sido la única vida que he logrado mantener en la tierra.

Aún recuerdo aquella vez, salí tan rápido como pude. Mónica percibió el humo y se subió al auto luego de ayudarme, había quemado mi casa.

Sonreí satisfecha, ella me imitó, habíamos acabado con Nathaniel, habíamos vengado a todos de manera justa. Dejo de llover, el sol rápidamente salió, permitiendo que la casa pudiese quemarse completamente.

Al llegar al hospital, Zack no estaba, estuve peleando por su cuerpo toda la noche, habían asegurado que no tenía pulso, que ya lo habían enterrado seguramente. No encuentro su lápida en ningún cementerio de la ciudad. Tomó alguna de sus prendas de policía y las entierro junto a la lápida de Layla. Aún quiero saber que ha pasado con su cuerpo.

Luego de unos meses de pelear, me he rendido, di a luz a Olivia, es sin duda la copia exacta de su padre. El amaría el parecido que tienen, cada noche le cuento a Olivia historias de su familia, le he dado el auto que Daniel quería que tuviese, incluso, ha hecho varios dibujos de él y de Zack. Mónica es su abuela de título, no tienen ninguna coincidencia en adn, aún así, he aceptado que Olivia reciba tanto amor como se merece.

Le he quitado a esos cuentos toda la maldad, los he logrado disfrazar con algo de misterio, alegría y cosas necesarias para que pueda descansar tranquila. Cuando Olivia cumpliese los quince años, iba a decirle la verdad, de esa forma, podría estar alerta del mundo, de lo horrible que llegan a ser algunas personas.

¡Mami!—Grita, acercándose a las lápidas. Hace años que venimos aquí, hablamos un rato con cada uno de ellos, les contamos que hemos acabado con la maldad, quizás no la de todo el mundo, pero si la de nuestras vidas, Olivia dice ser una súper heroína, me ha colocado un nombre a mi tambien, le dice a papá que hemos salvado al mundo.

Sonrió cuando observó las flores que coloca en cada lápida. Simula que juega con Daniel, ella parece más fuerte que yo en todo sentido, hay veces en que tengo que darme vuelta para soltar lágrimas que no puedo reprimir.

La he llevado a los lugares que visite con Daniel y Zack, al igual que su hermano, la pizza se ha convertido en su plato favorito, su estómago le permite solo comerse tres pedazos, le he comentado que Daniel se comía cinco.

Una vez más, la arropó hasta el pecho, el auto permanece junto a ella, me ha pedido que me despida como si Daniel descansará a su lado. Lo hago sin quejas, se ha convertido en una rutina de felicidad para ambas.

—Annie—Es Mónica quien me llama. Cierro la puerta de la habitación de Olivia y luego me acercó a ella.

—Han llegado estos papeles—Informa y me entrega la carpeta azul. Le temía a los papeles con este tipo de carpetas, me recordaban a las fechas que indicaban aquellos sucesos.

Borró cualquier idea negativa y abro la carpeta. Suspiró de inmediato, son los papeles de la mansión, de las empresas y todas las oficinas. Había tomado una decisión hace años atrás, Olivia cumpliría ocho en unos días, sabía dónde mi alma podría estar tranquila.

He comprado muchas botellas de vino, me encargó de firmar los papeles de la oficina, son los únicos que faltan por titular. Mis padres me han dejado toda su herencia.

Salvatore aseguró, en la conversación que tuvo con Zack, que Nathaniel se había convertido en una persona ambiciosa, observaba el trabajo de Salvatore y de los padres de Annie, quería todo lo que veía, su mente procesaba ideas, planes que sabia que podrían funcionar.

Ha logrado casi todo lo que quería, aún así, esta muerto y no le ha servido de nada. Aseguró, además, que tenía una pequeña obsesión con la hija de los Jones, titulada la francesita. Fue lo que dijo, Salvatore intentaba mantenerlo a raya, pero, ha sido más astuto al atraerla a su cabaña.

Comienzo a empacar toda la ropa, he sacado todas las fotos que Daniel ha capturado, las he pegado en el libro de cuentos de Olivia. La cámara que Nathaniel me dio en el pasado, ha sido un regaló hermoso, pero, peligroso, tenía un micrófono escondido en su composición. Lo he descubierto cuando la estampe con la pared, Nathaniel era el hombre francés más astuto de Belcastel. ¿Quién iba a sospecharlo?.

Los últimos días nos hemos encargado de despedirnos un buen tiempo en el cementerio, quería alejarme de la ciudad, sellar lo planes que tenía y empezar una vida feliz. Le he comprado una cámara a Olivia, tiene un talento para tomar fotografías con precisión. A pesar de ser tan pequeña, me ha confesado que se quiere dedicar a eso.

Mónica y Olivia me esperan, he decidido decirle adiós a Zack, quien se había convertido en un hombre muy importante para mi, por el cual comenzaba a sentir amor, me hubiese calmado haber enterrado su cuerpo, quería susurrarle que había logrado vengarlo. Aún así, solo podía conformarme con hablarle a su uniforme.

Olivia abraza a su abuela, Mónica está triste, vuelve a estar sola una vez más.

—Visítanos—Le pido mientras sus brazos rodean mi cuerpo.

Ella asiente y luego se va, siempre ha sido una mujer fría, aún así, como todos, tiene sus más sinceros sentimientos.

Olivia se sube al asiento de copiloto, tiene el bolso de Daniel en sus piernas. Sonrió al tener una hija tan hermosa, tiene lo sentimientos más puros que puede tener el ser humano.

Enciendo el auto y trazó muestro rumbo.

Aquí vamos Belcaste.

Annie Jones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora