Me tragué el orgullo, la molestia y la decepción.
—Que bueno verte—Mentí y me hice a un lado sin importar el desprecio que podría generar Gaul al verme.
No dudo un segundo en perseguirme, quería estar sola y sin duda partirle su botella de vino en la cabeza, pero, eso solo me haría actuar como inmadura.
—No debes pensar cosas que no son—Sugirió y se posó a mi lado.
—No lo hago—Mentí una vez más, acabando con todo lo que había en mi copa.
Entonces este era mi instinto de venir.
—Estas mintiendo, dime la verdad—Susurró y tomo de su copa, solo un sorbo.
—Tenias que irte lejos, ¿no?—Imite sus palabras y el suspiró.
—No voy a irme de aquí, Annie, solo debo alejarme de ti—Sus palabras eran calmadas pero no dejaban de sonar duras, me lastimaba aunque sentía desconocerlo.
—Haz cambiado—Reí y el me observó.
—No he cambiado, la situación si—aseguró y se acomodó el traje, Gaul miraba desde lejos, no sentía comodidad de estar con Nathaniel, ahora lo quería lejos.
—Ahora yo debería alejarme de ti—Solté y luego comencé a caminar a la salida.
Sabía que el no haría un show, solo iba a perseguirme hasta encontrarme, aún así, Gaul lo detuvo en el segundo que salí de la casa.
Me lastimaba saber que pudiesen tener alguna relación, Nathaniel seguía viéndome como una niña a la que debía proteger, odiaba que a sus ojos fuese tan fácil de destruir, no me sentía frágil.
Sentía un nudo en la garganta, de nuevo, agradecía que el hotel quedará tan cerca de la casa de Tania. El ascensor estaba frío, reprendi no llevar conmigo algún abrigo o saco. El apartamento de Thomas era el último, debía subir unos cuatro pisos por mi cuenta, era sin duda el más lujoso porque era el único del piso, luego, a la esquina, estaba la puerta a la piscina en la terraza, debía estar congelada por el frío que hacía a estas horas.
—Thomas—Toqué varias veces. Nadie abría y comenzaba a desesperarme.
—¡Vamos, Thomas! he venido por Daniel—Grité, pero aún no obtenía respuestas.
A lo largo de cinco minutos, Daniel abrió la puerta, me pidió que me callara y luego bajo las escaleras sin esperarme.
—Mal educado—Susurre mientras lo veía bajar poco a poco.
Entré al apartamento de Thomas, quería estamparle la cabeza con el televisor, aún así, solo me había hecho un gran favor y no debía pagar mi molestia con el.
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Annie Jones.
Mistério / SuspenseNo es justo que tu corazón se destrocé por una persona que tiene el corazón completó sin ti. Ha sido uno de los consejos más sabios que me acompañan en el recorrido de la vida, apenas la he comenzado. Después de conocernos tanto, volvemos a ser extr...