Una sonrisa en su rostro, una señal que me indicaba que me sentará justo a su lado, y, ese olor tan peculiar y extraño de su perfume.
—Puede que sea la persona más impredecible de este mundo—me observó unos breves segundos y yo aparte la mirada, sus ojos eran muy penetrantes, incluso, me hacían recordar algo, realmente no sabía que podría ser.
—Tu madre es muy inestable, he intentado hablar con ella pero se niega— comenzó a decir muchas cosas, tantas, que incluso llegué a bostezar.
—Le fuiste infiel ¿Qué esperabas?—Mi voz parecía cada vez más coordinada a medida que lo confrontaba.
—Los hombres no solemos ser muy inteligentes—admitió, sonriéndome, no le devolví el gesto, solo levanté la ceja izquierda y miré hacía otro lado.
—Verás, no intentó mantener una relación con ella, no vengo a disculparme ni a rogarle que vuelva a mi, solo he venido para advertirle algo—Suspiró y sacó una carta del bolsillo de su pantalón—me temo que tendrá que descifrarlo por ella misma.
Mis manos recibieron aquella carta y mis ojos viajaron a la puerta donde el desapareció. Realmente no se si era mi vida lo que aspiraba misterio o era esta casa tan grande para las cosas que pienso.
Uno, dos, uno, dos. Ese era el ritmo de mis pies al subir los escalones que llevan a mi habitación, si tuviese que contar algún dato menos interesante de mi vida, diría que el olor que emana las escaleras me parece insoportable, me da cierta inseguridad, siempre he pensado que si tropiezo no podré salir más de ellos, uno, dos, a mi ritmo, así nunca voy a caer.
Abro la puerta, cierro con seguro y comienzo a buscar mi cuaderno. Mi mente es un caos, estoy comenzando a recordar cosas que tal vez mi mente ya no lo haga en unos breves minutos. Así es como funcionaba mi cabeza, intentando convencerme de que aún funcionaba.
Es difícil encontrar una hoja donde pueda dibujar lo que mi mente está procesando, cierro los ojos y dejo que el lápiz se encargue. Mis fosas nasales perciben ese olor y dejo de dibujar.
Mis ojos ven lo que he hecho y sonrío al analizar el resultado, una vez más, estoy tan cerca de decifrar aquel rostro.
Inmediatamente cierro el cuaderno y meto la carta dentro. Había desarrollado un increíble talento para percibir cuando se acercaban las personas solo con oler el aire.
Tardó un minuto exactamente en llegar, abrió la puerta, lo cuál me pareció extraño porque debía tener seguro, comenzó a reírse. Me traumaba el estado en que la bebida colocaba a las personas, había entendido que nunca bebería, fingiría hacerlo para luego descubrir que esconden algunas personas, obtener información de ellas, sería como aprovecharme de su estado de ebriedad, pero trataba de no verlo así. Quien se aprovecha, es simplemente una mala persona.
—Me voy—pudo decir apenas, extrañamente me sorprendía que avisará, siempre se iba sin despedirse.
—¿A dónde?—me atreví a preguntar, al ver la seriedad de la situación
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Annie Jones.
Mystery / ThrillerNo es justo que tu corazón se destrocé por una persona que tiene el corazón completó sin ti. Ha sido uno de los consejos más sabios que me acompañan en el recorrido de la vida, apenas la he comenzado. Después de conocernos tanto, volvemos a ser extr...