Esperanza

522 49 26
                                    

Hello there! No tenía portada para este capítulo, así que les dejo esa tierna imagen del Rexsoka jaja

Hera que se había encargado de conseguir quienes realizaran el antídoto, observaba a Rex fijamente, y no podía estar de acuerdo con él. Ezra, quién Hera no comprendía como se había infiltrado al lugar en que ellos hablaban en ''secreto'', tampoco estaba del todo de acuerdo con Rex.

- Acabas de volver a ver a tu hija ¿Y pretendes que te deje probar a ti el antídoto primero?- preguntó Hera

- No dejaré que alguien más corra peligros, por algo que fue mi idea- dijo el clon y Hera sabía que no podía hacer nada contra ese argumento.

Kanan observaba al clon, era valiente, realmente se lo concedía, pero eso era demasiado arriesgado.

No sabían si funcionaría, no sabían si detendría el el problema degenerativo que inducía en las personas que habían sido víctimas del suero, o si solo lo amplificaría.

No podían tener resultados exactos sin probarlo.

Finalmente cuando Kanan y Ezra apoyaron a Rex, confiando en que todo saldrían bien, Hera inyectó a Rex con el suero, e inmediatamente él se desmayó.

Kanan y Ezra lo cargaron hacia una camilla de recuperación, y se dispusieron a esperar.

Solo rogaban a la fuerza, él que Rex se despertara.

En otro lugar, luego de reencuentros y demasiadas emociones, Anakin finalmente iba a su habitación con Padme. Era un lugar pequeño, que la rebelión les había otorgado, pero era mucho mejor que su refugio en Tatooine, y ni hablar de sus celdas imperiales, cuando ambos fueron esclavos.

Bueno, Padme había estado años en coma inducido en un tanque Bacta,  y Anakin había sufrido horrores inimaginables en una celda, hasta que incluso había olvidado quién era.

Cuando él se preparaba para dormir, con la camisa abierta y el pantalón algo holgado, Padme reparó en que sus cicatrices aún se notaban. Nunca se borrarían, siempre sería el recordatorio de que él había vivido un infierno peor de lo que todos podrían incluso imaginar.

Luke y Leia entraron a la habitación de sus padres, y ellos los miraron preocupados. Luego sonrieron al ver que ellos solo estaban allí, como dos niños, queriendo pasar tiempo con ellos.

Los invitaron a sentarse en la cama, y entonces Anakin notó como Leia lo abrazaba.

Fue entonces como Padme acarició el cabello de Luke que miraba a Anakin con tristeza.

Él intentó cubrirse, para que sus hijos no vieran la evidencia de su sufrimiento pero Leia negó.

- Pude haberte salvado esa vez papá- dijo Leia mirándolo- Llegué incluso a odiarte, pude haberte salvado, como tú me salvaste aquella vez- dijo ella imaginando las horribles cicatrices que probablemente habían quedado en las piernas de su padre, luego de que fuera torturado y  los huesos de sus piernas quebrados frente a sus ojos.

- Estamos todos juntos ahora, realmente todos- dijo refiriéndose al reencuentro de Korkie con Satine, y Ahsoka con su hija también.

- ¿Podremos con el imperio?- preguntó Luke mirando a su madre

- Hemos podido con todo hasta ahora- dijo ella sonriendo- Claro que podremos- dijo Padme su corazón encogiéndose al pensar que ellos morirían y tendrían que abandonar a sus hijos.

Cuando por el cansancio del día, Leia y Luke se quedaron dormidos, sus padres los observaban dormir, y los arropaban en su cama, como no pudieron hacer cuando eran pequeños, cuando necesitaban a sus padres, y ellos estaban lejos, por culpa del imperio.

- ¿Piensas decírselos algún día?- preguntó Padme- ¿O dejaremos que lo sepan cuando ya no estemos con ellos?- dijo ella besando los cabellos de Leia, intentando no sentir su corazón encogerse.

- No puedo decírselos- dijo Anakin siendo sincero- No soy capaz de mirarlos a los ojos y confesar la verdad- dijo Anakin

- Tal vez no tengan que hacerlo- dijo Cal Kestis que había sido enviado por Kanan a buscar a Padme y Anakin

- ¿A qué te refieres Cal?- preguntó Padme con una sonrisa amable.

- Por favor, acompáñenme- dijo Cal y ellos asintieron, Cal los dejó para que se arreglaran y cuando estuvieron listos, ellos lo siguieron.

Anakin notó que Kanan estaba junto a Ahsoka.

- ¿Qué está sucediendo maestro? ¿Has visto  a Rex?- preguntó Ahsoka y Anakin negó. En realidad no habían visto a Rex en algunas horas.

Siguieron a Cal y Kanan que parecían nerviosos ¿Qué les ocurría a ese par?

Vieron a Hera sonreír y abrir la puerta de un lugar y entonces cuando entraron vieron a Rex en una camilla siendo estudiado por algunos médicos y droides médicos.

- ¿Rex? ¿Qué te ha pasado?- preguntó Ahsoka corriendo hacia él

- He sobrevivido- dijo Rex sonriendo y mirándolos- Sé que no sabes de que hablo- dijo mirando a Ahsoka

- ¿Rex? ¿A qué te refieres?- preguntó Anakin que si sabía a qué se refería.

- El suero ha sido creado, un antídoto, para combatir los efectos del suero que provocarían nuestra muerte- dijo Rex y Ahsoka miró a todos confundida

- ¿Nuestra muerte? ¿De que habla Rex maestro?- preguntó Ahsoka

- El suero que nos inyectaron, que nos dio de cierta manera longevidad y juventud, también nos matará en poco tiempo- dijo Anakin y Ahsoka sintió su corazón encogerse.

No era que no estuviera preparada para la muerte, lo estaba cada día desde que comenzó su entrenamiento como jedi tantos años atrás, pero definitivamente no estaba preparada para saber que tendría que decirle a su hija, que recién había encontrado que moriría.

Rex pareció adivinar lo que ella pensaba.

- Afortunadamente, no tendrás que despedirte de ella- dijo Rex sonriendo- Encontramos la solución, encontramos un antídoto, no moriremos, al menos no por causa del suero- dijo Rex

Cuando todos explicaron lo que sucedía, ninguno de los tres que habían sido llevados hacia allá podía creerlo.

¿Realmente no morirían por causa del suero? ¿Realmente sobrevivirían?

¿No tendrían que despedirse de sus hijos?

Todos aceptaron ser inyectados, pero quedaba la duda de que pasaría con Padme, cuya habilidad en la fuerza había sido inducida, sin embargo los médicos confirmaron que el suero la había ayudado a sobrevivir la inducción de la habilidad en la fuerza, no se quitaría cuando el suero fuera combatido.

Todos vivirían, envejecerían al mismo ritmo que un humano normal, podrían ver a sus hijos crecer, si vencían al imperio, aún tenían esperanza de una vida feliz.

Luego de largas horas, cuando todos fueron enviados a sus habitaciones, Padme y Anakin abrazaban a sus gemelos, mientras ambos lloraban de emoción.

Rex les había devuelto la vida, todo el escuadrón fénix también, Cal también, nunca podrían terminar de agradecerles todo lo que habían hecho.

Ahsoka y Rex observaban a su cansada hija dormir, ella aún seguía en observaciones, pues su vida en el imperio era un completo misterio, pero Ahsoka y Rex se abrazaban pensando que podrían saber de ella, conocerla, saber que le gustaba, estar a su lado.

En otro lugar Korkie y su madre conversaban. Habían pasado tantos años separados, tantos años en los que Korkie pensó que ella estaba muerta, y finalmente ella estaba viva, había sobrevivido a un infierno, pero estaba viva. 

Él le decía que ella debía volver a tomar el control de Mandalore, pero ella le dijo que no lo haría, que él o Bo- Katan serían los gobernantes de Mandalore, pero ella, ya no podía dirigir Mandalore.

Aún así, ella siempre estaría para ellos.

En Coruscant, el emperador desplegaba todas sus fuerzas de elite, quería a sus principales enemigos muertos, y no quería errores esta vez, era lo único que podría asegurar su victoria sobre la rebelión.


El guerrero de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora