El destino es inevitable

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Hello there! Acá otro nuevo capítulo 

Mencionar que para muchas futuras escenas, me basaré en los comic de Star Wars de Marvel, específicamente los que cuentan la historia después de la destrucción de la estrella de la muerte.

Meses después.

Luke era impaciente, terco y obstinado y con una gran tendencia a la ira y la frustración, exactamente como su padre.

Era eso exactamente lo que el maestro Yoda temía. Luke ya no era el niño que él conoció años atrás, no ahora que había perdido a su madre y a Obi- Wan. No ahora que su padre había arrasado con la rebelión. Yoda temía el momento en que Luke se enterara de quién era su padre, ni siquiera quería pensar en su reacción y en la de su hermana. Era por eso que no le había enseñado todos los secretos de la fuerza, él chico no estaba listo aún.

Ahsoka permanecía rodeada de la fuerza en aquel lugar, era un lugar pacífico y tal vez ella también considerara retirarse a un lugar así en algún momento de su vida. Ahora que los gemelos habían crecido, ahora que ambos comenzaban a encontrar su camino, ellos ya no la necesitaban. Los había cuidado desde ese día en que ellos la devolvieron a la vida, desde ese día que ellos fueron y la rescataron. 

- Avanzado mucho, el chico ha- dijo el maestro Yoda sentándose al lado de la antigua padawan.

- Tiene un legado poderoso- dijo Ahsoka y el maestro Yoda asintió.

- ¿Avanzado tu vista ha?- preguntó el maestro y Ahsoka negó. Era como si simplemente pudiera ver cuando su conexión en la fuerza era plena, era como si su vista regresara a momentos, era como si algo faltara en su vida para establecer aquella conexión nuevamente con la fuerza.

El maestro Yoda había notado que la chica había logrado ver por algunos minutos cuando recién llegó a Dagobah junto con Luke, el momento exacto en que él usó la fuerza para sentir la presencia de Anakin Skywalker. Entonces su vínculo en la fuerza iba más allá de lo que él pensaba. Anakin y Ahsoka estaban ligados a través de la fuerza, y eso sin duda sería un problema porque Anakin no estaba muerto, pero sin duda ya no era el mismo. Y por más que intentaba buscar la respuesta a través de la fuerza, el maestro Yoda no sabía coo solucionar eso. Probablemente solo Luke y Leia sabrían como, pero el no podría decirles quién era su padre. 

En otro lugar, Darth Vader estaba en su palacio en Vjun, las imágenes que aparecían en su mente desde que había visto a aquella joven senadora no dejaban de aparecer. ¿Por qué? ¿Quién era esa bella mujer que aparecía en su mente? Ya habían pasado eses desde eso.

''Verdadera y profundamente, te amo''

Esas palabras resonaban en su mente. ¿Amor? Él no conocía el amor, él no conocía nada más que sufrimiento. Había nacido del odio y el dolor. El emperador era su amigo más cercano, su maestro y quién le había enseñado todo, le había enseñado de lealtad y dolor. Aún recordaba los rayos de la fuerza en cada parte de su cuerpo luego de conocer a esa senadora, como si con ello el emperador pudiera borrar algo de su mente. Si él se quitaba el traje, el moriría, o eso era de lo que lo habían convencido.  Él borraría esas imágenes de su mente, seguramente era alguna clase de prueba de su maestro, alguna prueba que él pasaría. El era Lord Vader, no conocía el amor, y su único objetivo era la grandeza del imperio.

Sintió la fuerza ondular con ira a su alrededor, cuando recordó a la joven desmayada en sus brazos. Su rostro, le era familiar, pero aquello era imposible. Él no la conocía de antes, y tampoco a la mujer que veía en su mente. 

Comenzó a meditar, sintiendo una profunda oscuridad rodearlo, sintiendo que encontraba la armonía a través del lado oscuro de la fuerza, sus poderes cada vez crecían más y cada vez que lo hacían su traje recibía nuevas modificaciones. Darth Vader sabía la verdad, el emperador temía a su poder, era por eso que arreglaba su traje para matarlo en el momento que él decidiera revelarse. Pero morir no estaba en los planes de Vader, no aún, no hasta ser el ser más poderoso de la galaxia.

Vader nunca dormía, no lo necesitaba, solo meditaba y así descansaba. El emperador le había impedido incluso soñar, y aquellos sirvientes que lo rodeaban en su palacio, casi sentían lástima por él. Un ser tan oscuro que ni siquiera dormía ¿Nunca había conocido algo más que el odio y el dolor?

Todos los que sabían su origen habían muerto, excepto aquellos que como Tarkin, siempre serían fieles al emperador.

En otro lugar de la galaxia, la princesa Leia estaba nuevamente  en Coruscant, su padre seguía en el senado y sus pasos la habían dirigido a una serie de apartamentos en Coruscant. El antiguo departamento de su madre, solo había estado algunas veces allí cuando era pequeña. Observó que ningún imperial estuviera cerca y entró, de alguna manera su conexión con la fuerza aumentaba en ese lugar, y atormentada por las imágenes que había visto en su mente en ese extraño encuentro con Vader y el emperador decidió simplemente retirar su supresor de la fuerza. Necesitaba encontrar respuestas en ese lugar, necesitaba sentir la presencia de sus padres. Necesitaba el apoyo de su madre, y necesitaba saber más de su padre que no fuera solo el sufrimiento que vió aquella vez en su mente.

Ella tenía una habilidad que nunca había alcanzado a desarrollar, podía sentir los ecos de la fuerza, sabía que estaba en peligro en un lugar como ese, pero definitivamente no temía estando allí. Tocó un antiguo cepillo para el cabello, y las lágrimas cayeron de sus ojos.

- No, lo digo porque estoy realmente enamorado de ti- dijo su padre mirando a su madre que se cepillaba el cabello

- ¿Entonces el amor te ha cegado?- preguntó su madre mirándolo sonreír.

Leia dejó caer el cepillo atormentada por la imagen, pero a la vez feliz. Ellos habían sido realmente felices juntos. ¿Cómo había sido que habían perdido todo aquello? 

De alguna manera en Dagobah, Luke sintió la marca de su hermana en la fuerza, y por un minuto sus mentes se conectaron. Fue solo un lapso de segundo, y cuando Leia accidentalemente tocó el pomo de la puerta, la imagen de su madre apareció en la mente de ambos hermanos.

Pero no de su madre como la habían conocido, ella estaba en un lugar frío y oscuro, en un tanque bacta. 

- Madre- dijeron ambos al unísono.

- ¿Qué ha ocurrido Luke?- preguntó Ahsoka cuando sintió la conmoción en la fuerza de Luke

- Ella está viva, mamá está viva, el imperio la tiene

- ¿Cómo? ¿Cómo puedes estar seguro de eso?- preguntó Ahsoka confundida

- Leia de alguna manera lo ha visto- dijo Luke y el maestro Yoda asintió. 

- Ir debes, al encuentro de tu hermana- dijo el maestro Yoda y Luke asintió- Solo en esta misión, Skywalker ir debe- dijo Yoda y Ahsoka suspiró. ¿Entonces ella no podría protegerlo?

- Que la fuerza te acompañe Luke- dijo Ahsoka

- Que la fuerza te acompañe, Ahsoka- dijo Luke subiendo rápidamente a su nave. 

Leia estaba en Coruscant, al parecer había dejado de usar su supresor en la fuerza, y Luke sabía que eso solo podía significar peligro. 

¿Qué era lo peor que podía pasar? Y otra pregunta más importante aún ¿Realmente su madre aún vivía?

En Vjun, Darth Vader sintió una presencia poderosa en la fuerza, dos presencias de hecho, dos presencias exactamente iguales, y la imagen de la misma mujer que veía en su mente, dentro de un tanque bacta, en un lugar frío y desolado. ¿Qué significaba eso?

Cuando Luke partió, Ahsoka sintió como el maestro Yoda caía a su lado y ella lo ayudó a levantarse.

- Maestro Yoda ¿Qué sucede?- preguntó Ahsoka ayudándolo a llegar a su casa.

- Una ventaja, tal vez les he dado- dijo el maestro descansando con una sonrisa.

El emperador no había sentido la presencia en la fuerza de los gemelos, tampoco lo que habían visto, el maestro Yoda se había encargado de eso. Su poder había aumentado enormemente en Dagobah, incluso como para permitir que un ser tan oscuro como Darth Vader viera eso. Ahora, finalmente las cartas estaban hechadas, y el incierto destino era inevitable.

El guerrero de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora