.introducción.

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— Galia — la llamó su padre.

— Dime papi — dice la niña, con voz dulce.

Él la carga para sentarla sobre sus piernas, en el trono de cristal y agua.

— Prométeme...una cosa, cariño — murmura el hombre.

Ella asiente de inmediato.

Si alguna vez te enamoras, lo dejarás todo por ello, ¿de acuerdo? — dice—. Prométemelo — le pide.

La niña asiente, extrañada por la pregunta de su padre.

— Te lo prometo, papi — dice, alzando su dedo menique.

Él hombre lo agarra con el suyo, seyando su promesa.

Una promesa que la niña no sabía y tendría que cumplir.

La Última Dulce CanciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora