CAPÍTULO XIII: Habitaciones...
GALIA.
Entramos a la casa de Atnea. Era preciosa. Y se notaba de lejos que era una bruja vieja.
—¿Que edad tiene Atnea? —pregunto.
Una voz femenina contesta por Yomi, —Quinientos sesenta y cuatro.
Yo me sobresalto. ¿Cuando ha aparecido esa chica ahí? ¿Es Atnea? Es una chica de unos veinti-tantos de apariencia. Cabello rubio platino, ojos grisáceos. Es alta, comparada con mi metro sesenta ella medirá uno setenta y algo.
—Ah... jovencita entonces —dice Bri con brula.
Era alta... muy alta para esta casa.
—Sí. —contesta como si pudiera leer mis pensamientos—. Es que puedo hacerlo.
—¿C...Como? ¿Que...?
—Eso no importa ahora, princesa Galia. —dice cordial.
Yo enrojezco un poco, —Ahm...solo Galia, por favor.
—Bien. —accede—. Sé para qué estáis aquí. Todos.
Yo asiento, —Podréis quedaros una noche mientras preparo el polvo. Si queréis, claro.
Zigor asiente sin consultar. Yo le clavo dagas con los ojos. El me devuelve la mirada, gélido.
—Bien...aún qué...tendréis que compartir habitaciones, no hay suficientes. —dice un poco avergonzada Atnea.
—No te preocupes. —contesta Coral feliz con un gesto de manos, restándole importancia.
Ella encabeza el grupo para guiarnos ha las habitaciones. Subimos las escaleras. Bahari y William van atrás cuchicheando. Zigor y yo delante de ellos. Bri y Denis delante y Coral y Nerea las primeras.
—¿Como nos repartiremos? —pregunta William.
Aunque algo en su tono me dice que ya tiene las parejas hechas. Y no me gusta la mirada que le da a Zigor y después a mi. Levantando y bajando las cejas.
—No. —decimos al unísono.
Él nos da una mirada de ¿creéis que tenéis elección? Zigor y yo nos miramos de reojo y nos cruzamos de brazos, enfurruñados.
—Bien, los grupos serán de, —comienza Bri—. William y Bahari, Zigor y Galia, Nerea y Coral y por último Denis y yo. —murmura.
De repente se detiene en seco.
—¡Espera! ¡¿Cómo qué yo con Denis?! —grita colorada.
—Cómo qué vas a dormir conmigo y punto. —murmura Denis, sonrojado y con fingido enfado.
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La Última Dulce Canción
FantasyGalia, una sirena a punto de pasar a trono de cristal. Sí, las sirenas existen. Y no todo el rato son bellas y hermosas. Galia se niega a matar a los piratas que se crucen en su camino. Ella no es como su madre. Y no quieres serlo. Le salvó la vida...